Mía
Cuando uno de tus muchos sueños está a punto de cumplirse el miedo se apodera , te da igual cuanto hayas luchado para conseguirlo que de repente parece lo demasiado miedoso como para quedarte en la cama junto a tu peluche , llorando de miedo , pero a la vez con unas ganas inmensas de que el miedo se vaya.
Esa era yo hoy , pero no , no me iba a quedar en la cama.
—Buenos días , pequeñita.—los brazos de Nia me rodean , nos vamos juntas y es lo mejor y lo único que me quita los nervios.
No sabía si por mí iba a haber alguien en la firma , pero si no había nadie por Nia es que estaban locos.
—Vamos para afuera que vamos a despertar a los demás.—susurro y ambas , poco a poco , caminamos hacia afuera dónde están Flavio , Mai , Sam , Bruno y Jesús que nos habíamos levantando a la misma hora.
—Buenos días.—saludo a Flavio que está mirando su ropero indeciso.—A mí me gusta la blusa azul de cuello alto.—le aconsejo y él sonríe y se acerca a dejar un beso en mi mejilla.
—¿Vas a ver a tu madre?
—Espero qué sí.—le respondo sonriente.—Estoy hiper nerviosa.—le cuento y él sonríe.
—Tranquila , si hay alguien de aquí por quién yo iría a una firma serías tú , va a haber muchísima gente que te quiere , ya verás.—esta vez no es nadie quién me envuelve en sus brazos , soy yo la que envuelve a Flavio cariñosamente.
—Te quiero , Fla.—susurro entre sus brazos hasta que Bruno me dice que me de prisa que ya mismo es la hora.—Suerte.
Después de eso no tengo ni que mirar el armario porque ayer a las una de la madrugada no podía dormir , ni yo ni Hugo , así que ambos vinimos a elegir la ropa con la que íbamos a ir , él eligió mil prendas mías porque decía que nunca me las había puesto , pero finalmente elegimos un jersey morado y unos vaqueros negros con unos deportes , porque seguramente estaremos mucho tiempo de pie.
—¡Donuts , Mía!—escucho el chillido de Sam desde el comedor así que no me queda otra que ir corriendo hacia allí.—¡Y no tienen chocolate!—pego un chillido al escuchar eso y corro hacia ella abrazándola.
Es increíble cómo hace nada ni siquiera nos llevábamos y ahora nos ponemos feliz porque han traído algo sin chocolate rico.
—Joe , qué día más guay.
(...)
Habíamos tenido que coger un avión , la cosa más guay del mundo , sí , si Bruno no está sentando contigo haciendo de señor mayor y que , encima , se duerme encima tuya , pero en fin , le quería así.
—Ahora , cuando lleguemos , paz y no os vengáis arriba o abajo , intentar estar mentalmente bien.—nos avisa la persona encargada mientras caminamos por el recinto.
De un momento a otro unas gigantes puertas verdes fueron abiertas de par en par no solo dejando entrar el frío , si no también un mogollón de gritos y flashes.
Me llevo la mano a la boca y me quedo quita , pero Nia rescata mi otra mano para caminar hacia delante junto a mí mirándome sonriente.
—Esto es mentira.—digo pasando al momento de la risa tonta mientras que caminaba casi obligada y sin tener ni idea de lo que estaba ocurriendo.—Que yo estaba en mi casa estudiando para la recuperación de selectividad , madre mía.—Nia deja un beso eufórico en mi cabeza para después subir al especie de escenario que nos dejaba una gran perspectiva del lugar.
