Mía
Ajusto bien la parte de arriba del bikini color morado y me centro en hacerme una coleta tras eso ignorando a Samantha que estaba molestando a Anaju mientras que esta se ponía crema para tres años y medio.
Sí , hasta con chillidos con medio soy feliz , así somos.
Es curioso , cuando tenía doce años no quería ni pensar en las peleas , ni en los chillidos , para mí significaban cosas horribles por todo lo que yo vivía en mi casa , ahora escucho a Sam chillar y me entra felicidad.
Va a ser verdad eso que las acciones no son las culpables , sí la circunstancias en las que se dan.
—¿Tú también te vas a echar medio bote de crema?—cuestiona Sam poniéndose a mi lado.
—No , le voy a dejar algo a Flavio que está más blanco que la pared no vaya a ser que se queme.—le respondo con cachondeo y ella me da un golpe en la espalda.—¡Ah no! Que está moreno porque lo invitaste a Valencia.
—Ah , espera , que tú eres una santa.
—No , una santa no , pero , ¿podéis dejar ya los dos de marear la perdiz?—pido dejando de lado la coleta y volviendo a dejar mi pelo suelto , se me da fatal recogermelo.—O sea , un día sí , al otro no , al otro os vais de vacaciones...
—Oye , yo no soy la única que se va de vacaciones , ¿quién se lleva mañana a Hugo a la casa de su tía en Galicia?
—Ahí te ha dado.—interfiere Anaju llevándose una mala mirada de mi parte.
—Pero eso ha sido cosa de mi madre.—me excuso , pero ellas solo ríen.—Oye que es en serio.
—Ya , ya , claro , tú no estás deseando ir con él a la playa ni nada , tú vas a estar todas las vacaciones en una esquina llorando.—afirma con sarcasmo la rubia.
—¡Estábamos hablando de Flamantha! No me cambies el tema.—le aviso y ella se encoge de hombros.
—¿Chicas venís ya?—la voz grave de Flavio se escucha al otro lado de la puerta del baño , yo subo las cejas y las bajo mirando a Sam , pero solo consigo que me tire la goma del pelo a la cara.
—Si dijerais de una vez que sois no pasaría esto...—murmuro para que Flavio no me escuche , aunque a él le dijera lo mismo cada vez que hablaba con él y me pedía consejo.
—¡Flavio! Mía dice que le digas a Hugo que está deseando que le dé duro contra el...—abro los ojos y , cuando me doy cuenta de su intención , le tapo la boca riendo.
—¿Qué?—dice el moreno al otro lado de la puerta.
—¡Flavio! Vete ya a echarle cremita a Hugo.—le pido y escucho una carcajada por detrás de la puerta y luego notamos como se va.—¿Eres tonta?
—No , pero es que alguien tenía que decir que estás deseando de ...
—Te voy a tirar a la piscina cuando no te lo esperes.—amenazo.—Anaju me va a ayudar.
—Oye que yo...
—He dicho que me vas a ayudar.—respondo riendo.
—¿Tú y cuántas más?—bromea Sam con tono de chula.
—Por ahora tengo de mi parte a Jujiti y a Hugo , seguro que Cesc también quiere y Flavio...Flavio no lo sé , pero le tiramos a él también.
—¿Te das cuenta de que de toda esa gente a Anaju la has obligada , a Hugo ni siquiera le has preguntado , a Cesc tampoco y Flavio está de mi lado?
—Detalles sin importancia , como dice mi querido Gerard.
(...)
