Mía
La calor roza cada parte de mi cuerpo como si fuera lo único que existe para mi cerebro.
A pesar de que el aire acondicionado da de lleno en mi cara no hay forma de que pueda dormir.
Suspiro echándome hacia arriba , cojo el coletero que había dejado en la mesilla y me lo llevo hacia el pelo para hacer una simple coleta alta.
Una sonrisa sale de mí cuando veo a Hugo dormir , es un completo bebé.
A pesar de la calor él está completamente bien , desnudo bajo una pequeña sábana y con los pelos alborotados por la noche anterior.Dejo un pequeño beso en su mejilla y enredo mis manos en su pelo , sus pestañas son casi tan largas como mi pelo y eso me causa envidia , pero me gustan demasiado como para no querer quitárselas.
Suspiro cuando la calor vuelve a mí , entonces decido agarrar la camiseta de Hugo de suelo y ponérmela para salir un rato al jardín al caminar.
Agarro mi teléfono , por si necesito poner algo de música , y salgo de la puerta de nuestra habitación provisional.
Tras las magníficas vacaciones en Galicia , donde a Hugo le picó una medusa y un cangrejo me mordió , decidimos que la playa , este año , no era lo nuestro del todo o , mejor dicho , las playas del norte.
Él era del Sur y yo también aunque , como todos dicen , no lo parezca ni en el color de los ojos , así que tras una vista a Córdoba ahora estábamos en Cádiz.
Había estado aquí unas cuantas de veces con mis amigas , y , para que mentir , estar con Hugo hacia todo muy diferente.
Ir a la playa con él no era un agobio constante , como cuando fui con Sam a la de Valencia que me hizo quedarme en la hamaca porque pensaba que le iban a robar , no , era distinto.
Hugo nunca se ha caracterizado por su preocupación , pero eso me gustaba.
Correr por la playa , bañarnos sin prejuicios , bailar en el ascensor , desayunar de todo y robar algo de comida , tirarnos a la piscina y hacer carreras , llegar a casa y dar igual que haya vecinos , era todo distinto.
Era todo más feliz , más bonito.
Menos la calor.
El hotel no era el mejor del mundo , tenía piscina y era genial , pero le faltaba lo más especial que era el aire acondicionado.
Agarro el mando de la tele para poner algo , pero entonces unos pasos me dejan en silencio.
—¿Qué te pasa ,cosita?—río por la cara de adormilado que tiene y por como se frota la cara con una mano mientras que con la otra aún viene poniéndose el pantalón.
—Hace mucha calor.—me quejo haciendo un puchero , él camina hacia mí y se sienta a mi lado apoyando su cabeza en mi hombro.—La próxima vez espero que vayamos a Noruega.
—Mientras estemos juntos...—susurra juntando nuestras manos.—Te quiero mucho , ¿sabes?
—Y yo , Huguito.—susurro también poniendo mi cabeza encima de la suya.
—¿Cocinamos?—cuestiona y yo río.
—¿Recuerdas cuando en la academia cocinamos? Literalmente salió fatal y tú y yo lo único que hicimos fui comernos una bolsa de nueces.
—¿Pero a qué no te quedaste con hambre?—subo una ceja sin dar crédito y él se pone en pie.—Vamos a cocinar...¡tortitas! Dijiste que tu desayuno favorito eran más tortitas.
—Si , pero son las cuatro de la mañana , Hugo.—digo señalando el reloj que hay encima de la tele.
—Detalles sin importancia , vamos.
—¿Tenemos los ingredientes que hacen faltan?—cuestiono caminando detrás de él.
—No lo sé , pero cojo el coche ahora mismo...
—Hugo , solo hay nata de todas las cosas.—murmuro mirando la nevera.
—Bueno , el ingrediente más importante lo tenemos...—dice con cierto misterio , entonces el rubio agarra el bote de nata y ríe.—Abre la boca.—y yo , la amante número uno de la nata , lo hago quedando así mi boca llena de nata.—Y ahora ven aquí.—sus manos van a mí cintura y junta nuestros labios en un nuevo beso.—¿Nos han salido bien las tortitas , verdad?
—Están para chuparse los dedos.
(...)
¡Hola! Sé que el inicio de Septiembre nunca es fácil y por eso os traigo este extra para todas las miagos y las que no lo sois.
Espero que os vaya bien en este mes. :)