Mía
Las luces nunca me despertaban por las mañanas , era algo que tenía súper comprobado.
Cuando era pequeña mi madre solía encender la luz de mi habitación cada día para despertarme , pero nunca lo hacía , para mí eso era nulo , siempre acababa arrastrándome hasta el salón y poniéndome mis dibujos favoritos para que me despertara.
Pero por alguna razón la luz de aquí me acababa de molestar , y es que era una luz más fuerte de lo que son las normales.—Ummm...—gesticulo molesta para después abrir los ojos y encontrarme con algo que no es la luz normal del cuarto , ni la natural de la ventana , si no una linterna del móvil.—¿Qué demonios?—suelto confundida , pero mi despiste no dura mucho cuando escucho la risa de Nia y Jesús.
—¡Ha sido idea de Hugo!—se excusa Nia señalando al rubio que estaba sentado en el borde mi cama.
—Es que no te despertabas , había que hacerlo.—se excusa el rubio y yo me siento en la cama frotándome los ojos.—Además , hoy tenemos fitness , hay que comer algo antes de empezar y si te dejaba más tiempo en la cama te ibas a desmayar o algo así.
—¿Qué toca qué? No quiero , soy horrible haciendo deporte.—me quejo volviéndome a tirar a la cama.
—Tranquila , ya somos dos.—le sonrío a Jesús por los ánimos y cuando ellos se retiran de la cama decido echarme hacia delante quedando cerca de Hugo que estaba sentado justo en mis pies.
El rubio estaba muy guapo , como siempre , y lo que le hacía especial es su pelo sin duda , le daba ese aire necesario para estarlo.
—¿Me preparas una tostada mientras voy , porfi?—hago un puchero tratando de convencer al rubio que se ríe y deja un beso en la nariz.—Hey...
—Si me das un abrazo te hago incluso dos y un zumo de naranja.—sonrío al recordar como ayer él me había hecho un zumo sin yo pedírselo y entonces me acerco a él y le doy un abrazo , que en principio iba a ser pequeño , pero él me rodea con sus brazos y nos deja ahí un par de minutos.
Hugo se separa de mí sonriente , yo también lo estoy , deja de nuevo un beso sobre mi nariz y se va.
Sí que es cariñoso el rubio , me tendría que acostumbrar a ello porque no era algo normal en mi día a día.
Me levanto rápidamente y camino hacia el vestidor , saludo a mis compañeros que están ahí con unos buenos días y les prometo un par de besos y abrazos después porque si no me vestía rápida con la ropa de deporte no llegaría jamás.
—Nick , ¿eres tú?—unos pelos rubio despeinados se ven de punta en una de las duchas y escucho una risa.
—¡Sí! Estoy en el de las chicas porque me estoy vistiendo y no había nadie.
—Tranquilo , no pasa nada , yo también me voy a vestir.—respondo entrando en una de las duchas.
Rápidamente me deshago de mi pijama de rayas , que era bastante feo a decir verdad , pero estaba acostumbrada a dormir con pijamas súper grandes y si los metía en la maleta no me cerraba.
—Me voy , Mía.
—Espera , ¿te puedes llevar mi pijama y meterlo en mi armario porfa?—Nick no contesta por lo que lo tomo como un sí y le paso el pijama por encima de la ducha.—No te rías de mí pijama de rayas.
—Tranquila , solo me burlare de ti para siempre por no tener un pijama molón.—se burla para luego salir de la ducha.
Rápidamente me pongo la ropa de fitness , que no era más que un top y unas mayas de tiro alto , después me dirijo hacía la cocina donde ya están todos , incluso Nick que había tenido que ir a llevar los pijamas.