Mía
Desde que empezó el confinamiento empecé a hacer yoga , no es la cosa que más me guste del mundo el practicar cualquier deporte y con Cesc se puede comprobar , pero salir de una burbuja en la que te sientes completa para meterte en otra en la que ves que no es la misma realidad que a la que estás acostumbrada y que encima hay gente que se atreve a intentar pinchar esa burbuja me llevó a intentar encontrar en mi misma una paz que en ese momento , e incluso ahora , nadie me puede dar que no sea yo.
Era o hacer yoga , relajar el cuerpo , la mente y pensar en mi un ratito o colapsar , y ya había colapsado demasiadas veces como para seguir cometiendo ese error.
Así que ahora estaba en la sala de Iván con una de esas canciones relajantes que Cesc pone cada mil años , habían pasado tan solo dos días sin practicar nada , dos días en los que me había preocupado por los demás , en saber si Sam está bien , por qué Flavio está tan raro e intentando que Hugo vuelva a él , no había pensando ni un minuto en mí y sería una falta de educación a mi canción no poder sentirme mía.
-¿Estás bien , Mía?
-¡Noemí! Que susto.-me quejo tirada en el suelo de mala manera.-Sí , estoy bien solo que necesitaba estar un poco sola y en esta casa es un poco difícil estarlo.-le expliuco y ella me sonríe.
Sé que se alegra de eso , antes del parón tuve una crisis , por allá por Esperando y es que me guarde todo de tal manera dentro que no era capaz de echar para afuera nada , no hasta que Iván , en una de sus geniales clases , me habló y me hizo saber todo lo que me hacía falta , que no era más que dedicarme un poquito de tiempo , si Hugo está mal le tengo que ayudar , si Flavio no sabe qué hacer también le tengo que ayudar y si Sam está mal por Flavio también estoy para ella , pero Iván me enseñó ese día que también me tengo que ayudar a mí antes.
Y es una lección que no olvidaré nunca , porque llevo buscándola años.
(...)
-¡Qué hoy hay pase de micros!-mi chillido hace que Bruno pegue un brinco bastante grande y gracioso que causa la risa de Mai que está sentada junto a él en el sofá.
-Oye , que estoy intentando dormir.-se queja Hugo haciendo un puchero desde la otra parte del sofá.
-Y yo estaba intentando charlar con Mai , pero se ve que el destino no está de acuerdo.-continua hablando Bruno que me mira como si yo fuera la oveja negra que manda el destino para dar por saco.
-Sois unos desagradables , me voy a buscar a mi novia.—aviso caminando a la vez que le pongo mala cara a mis amigos , Bruno ríe junto a Mai y Hugo me hace burlas a la que yo contesto con un corte de manga.
—¡Illo que guapo! La primera vez que te veo hacer algo que no sea un puchero.
—¿Quieres pelea física?—pregunto siguiendo la broma que él había empezado.
—¿Tú y cuantos más?—pregunto con chachondeo levantándose del sofá y caminando hacia mí.
—No creo que haga falta mucha gente para tirarte al suelo , mírate , si eres un bichito.—hago referencia al mote que él tanto utiliza en mí.
Hugo se planta delante de mí , él no es muy alto , pero en comparación con mi medida que superaba hasta Bob Esponja pues me sacaba bastante medida.
Me cruzo de brazos y él , como un copión que es , hace lo mismo con mueca graciosa.—¿Bichito? ¿No te gusta más bebé?
—¡Hugo!—me quejo dando un golpe en su pecho que ni siquiera le duele porque está estallando en carcajadas porque ha conseguido picarme con una de las cosas que más me molestaba.