Destellos [USA x Rusia]

16.

—Dicen que USA perdió una apuesta.

—Hum —miró a su hermana y fingió interés.

—Así que se vistió de mujer y así pasará todo el día.

—Vaya.

—Sí. ¿Quién diría que Canadá fuera así de cruel con los retos?

Rusia sólo pensaba en que ese día era la reunión de la ONU y que el estadounidense pasaría la mayor vergüenza de su vida, pero eso siempre. No cambiaría mucho. USA siempre quería llamar la atención.

—Wow —Bielorrusia jadeó—. ¿Es él?

—¿Qué?

Rusia levantó la mirada y soltó su bolígrafo.

Porque hasta él se sorprendió.

En la entrada vio la figura alta de Canadá que llevaba del brazo a alguien un poquito más pequeño...

O pequeña.

Todos reconocían los colores de USA, era obvio, pero en esa ocasión resaltaba la larga cabellera suelta y rizada en las puntas, la forma más fina de esas gafas, la gargantilla de oro que brillaba a la par que los adornos de un vestido lleno de volantes y detalles.

Mucha piel destacaba, desde esas piernas esbeltas, hasta la clavícula nívea. Llevaba tacones en combinación con su vestido y una carterita que cruzaba por su pecho abultado por lo que sería pechos falsos.

—Se ve mejor que tú en vestido, Guatemala.

Un golpe se escuchó y un par de jadeos, la sonrisa de USA se amplió y la de Canadá pareció endulzarse.

La ahora chica se acomodó el cabello y con pasó elegante se abrió camino hacia su mesa, seguida por su hermano como escolta.

Y pasó junto al ruso, quien no pudo hacer más que mirarlo.

—Sí voy a ser una chica el día de hoy, seré la mejor —dijo orgulloso.

Canadá rio por la estupefacción de Rusia, porque el plan fue hacerlo dudar de su sexualidad y parecía funcionar.

—Tú siempre te ves bien, Ame.

—Lo sé, cariño. Lo sé.

—Sí no consigues una cita hoy, creeré que el mundo está ciego... o idiota —Canadá miró al ruso—... o es cobarde.

Bielorrusia rio bajito al ver a su hermano, le dio un golpecito y susurró.

—Sí eso no llama tu atención, no sé qué más podría hacerlo.

Porque ya todos sabían que el ruso y el norteamericano sólo se peleaban por llamar la atención del otro, ocultando su interés mutuo. Y estaban un poquito hartos, así que desde hace meses que confabulan para romper esa tensión sexual.

Si no lo lograban ese día.

Pues...

Ya habría otra oportunidad.