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—Levanta el culo que hay inspección.

—¿Qué?

—Te voy a meter una de calibre treinta... Y doce.

Rusia lo entendió todo al escucharlo, más porque lo vio tambalearse antes de sujetarse de la pared y fingir que estaba bien.

—América, ¿estás ebrio?

—No —bufó ofendido—. Puedo leer.

—¿Y eso qué tiene que ver?

—Qué puedo shubir el dólar.

Rusia no sabía si reírse o quejarse, y lo único que hizo fue hacer una última pregunta.

—¿Me amas?

—Tanto que... No le voy a hasher huequitos al condón.

—¿En serio? —rió bajito.

—Shi —hipó—, porque si tenemos un hijo... quiero que sea tu decisión.

—Mía.

—Tuya... Como tuya es mi vaselina.

—¿Vaselina?

—Vaselina de verdad —meneó la cadera y elevó sus brazos—. ¡Wuju!

Dos segundos después, Rusia vio a USA en el suelo, porque definitivamente estaba ebrio.

Destellos [USA x Rusia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora