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—Si te conviertes en comunista, me casaré contigo.

URSS miró divertido a USA quien le hizo una mueca.

—Si tú te vuelves capitalista. TÚ tendrás la fortuna de invitarme a cenar.

Risitas divertidas por la forma ofendida en que hablaba el americano.

Y un Rusia chiquito que escuchó todo.

Y se lo tomó a pecho.

—Yo quiero una cita —sonrió antes de aferrarse a la pierna de USA.

—Entonces ya sabes qué hacer cuando crezcas, baby —le despeinó los cabellos y le guiñó.

—Oh no, no lo harás, Rusia —pero URSS no iba a permitirlo.

—¡Lo haré!

—¡Rusia no!

—Rusia sí.

—El niño tiene buenos gustos —USA rio bajito—. No como otros.

¿Quién diría que Rusia en verdad consiguiera su cita en un futuro?

Destellos [USA x Rusia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora