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—Rusia, hoy voy a ser tu hada madrina y te voy a...

—Un beso —el pequeño dio saltitos emocionados.

—Espera, ¿qué?

—Quiero un beso.

—Ni siquiera me dejaste terminar, chiquitín —rio divertido.

—Un beso —elevó sus manos—. Señor América, quiero un beso.

USA no pudo negarse a esa petición, así que entre risas se arrodilló frente a aquel chiquillo y le dio muchos besitos en esas mejillas rojizas.

—Rusia, pudiste pedir más que eso.

—Pero solo quería eso —sonrió.

—Hoy soy buen country, baby —le besó la frente—. Tienes dos deseos más... Que no sean besos.

—Quédate conmigo todo el día, y cocinemos galletas.

—Tu padre va a matarme —suspiró—. Pero la vida es aburrida sin riesgos... Así que ¡vámonos!

Rusia apreciaría ese día por siempre, porque su infancia fue buena por esos simples detalles.

Destellos [USA x Rusia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora