Destellos [USA x Rusia]

47.

—Sabes... A veces extraño al pequeño Rusky.

USA estaba melancólico, Canadá sentía pena por su hermano.

Pero este no era el caso, porque el plan era molestar a cierto ruso que estaba muy cerca de donde ellos estaban comiendo.

—Era tan bonito, lleno de vida, animado y fantasioso. Era lindo.

—¿Extrañas mucho tener un niño a tu cargo?

—Sí —se quejaba mientras se recostaba en la mesa—. Quiero tener a un niño chiquito al que contarle historias, y hacerle sándwiches y... apretarle las mejillas hasta que se quejara y dijera que era un niño grande.

Rusia en la otra mesa estaba a punto de lanzarle algo al estadounidense, pero se quedó callado.

—Ya veo —Canadá palmeó la cabeza de USA.

—Consuélame, sweetie.

—¿Y sí hacemos uno?

Rusia escupió su café.

—Sweetie, aquí no digas esas cosas.

—¿Eh? Pero Ame... Ya hicimos a Hub, hacer otro no será difícil. Así te sientes mejor.

—Bueno...

Pero se callaron al escuchar un golpe en una mesa cercana y después unos pasos que se dirigían hacia ellos.

—¿Qué demonios traman ustedes? Par de...

Entonces Rusia se calló, porque entre manos de Canadá se hallaba un muñequito semejante a cierto chiquillo que administraba contenido adulto.

Oh.

Esos dos se estaban refiriendo a un juguete.

Pero claro. No podía ser de otra forma.

—¡Rusia! —USA se hizo el desentendido—. ¡Qué raro ver a un comunista como tú por aquí!

—Hola, Rusia —sonrió Canadá—. ¿Qué se te ofrece?

—Nada —Rusia sólo bufó antes de girarse.

—Rusky —USA sonrió divertido—, recuerdo haberte enseñado que escuchar pláticas ajenas era de muy mala educación.

Pero Rusia no dijo nada y se fue.

Un minuto después USAestaba muriendo de risa y Canadá intentaba opacar la suya al esconderse con elmuñequito de Hub.