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Era una pesadilla, pero en el fondo, sabía que era un recuerdo.

Uno de hace años, cuando todo era duro y su felicidad se basaba en oportunidades únicas.

—Ya... suel... suéltame.

Era un jadeo suave, ahogado, el sonido de forcejeos y golpes, patadas sin fuerza y un respirar casi desesperado.

Cuando empujó más la puerta, vio la espalda de su padre, amplia y grande... Que ocultaba otro cuerpo que se estaba tratando de defender.

Estaba asustado, pero se dio valor para dar dos pasos y fue ahí donde vio las manos rojizas del poderoso URSS alrededor del cuello del que debía ser su amigo.

—Papá —su voz tembló.

Esas manos soltaron a quien parecía ya casi no poder respirar. El imponente URSS dio vuelta y Rusia vio un pequeño hilo de sangre resbalar por el labio de su padre. Pero sus ojos se movieron casi de inmediato hacia USA, quien, tosiendo descontroladamente, se giró y cayó tras el escritorio de madera.

—Papá —repitió.

—Vamos —se acercó pronto a su hijo y lo tomó de la mano.

—Pero...

—No has visto nada, Rusia.

Rusia recuerda ver apenas las piernas de USA sobresalir del escritorio, aun en el suelo. Pero nada más, sólo el frío toque de su padre y el regaño por haber entrado sin tocar la puerta.

Destellos [USA x Rusia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora