Se volvió una chica hermosa en todo sentido, de sonrisa amplia y actitud fuerte, fascinada por los accesorios y su heterocromía.Canadá estaba orgulloso de haberle dado todo el amor que su querida Ame se merecía.
—Siempre me tratas tan bien —USA balanceaba sus piernas al ser cargada en la espalda de su hermano—. Me mal acostumbras, Cany.
—Te mereces ser tratada así.
—¿Y sí me enamoro y no me tratan tan bonito como tú? —rió bajito—. Sería un desastre.
—Entonces ese alguien no te merece —sonrió—. Porque nadie debe tratarse ni un poco peor de como yo te trato.
—Sweetie, a veces dices cosas muy lindas —besó la mejilla de Canadá—. Por eso te quiero.
No importaba como USA se viera, siempre parecía ser aquella luz brillante que destacaba sobre el resto. A Canadá le gustaba así, porque era su turno de proteger y mimar a su hermana.
—Sí me ves mucho, te vas a enamorar.
USA solía reírse, bromear, presumir y siempre estar de buen humor. Cuidaba mucho de su cabello y de las gafas oscuras que elegía para el día.
Su presencia imponía ya fuera que usara un vestido entallado o sus jeans rasgados y sus botas militares. Todos decían que el gringo jamás se había ido.
—No estoy de acuerdo —su voz femenina se alzaba siempre—. Es estúpido pensar que esa estrategia de basa en buenas intenciones.
—Eres una niña apenas, no sabes de lo que hablas.
—Y tú un ruso chapado a la antigua —bufaba—, pero es tiempo de progresar, querido.
Las peleas también volvieron.
Como en antaño, las dos potencias diferían en opiniones, peleaban recurrentemente, se acusaban y trataban de doblegar. Así era siempre... o casi siempre.
—Cierra la boca, comunista... o se te caerá la mandíbula.
USA solía sonreír prepotente cuando esos ojos se detenían sobre ella, cuando dejaba su porte fresco y se vestía de acuerdo a la ocasión, con vestidos al cuerpo, faldas a medio muslo, alguna blusa que mostraba sus hombros.
Era muy consciente de que era atractiva a vista del ruso, y se burlaba de eso.
—Soy mucha potencia para un comunista.
—¿Quién dice que te miro?
—Todos.
—Ya quisieras.
—Admite que soy hermosa —jugueteaba con sus gafas—. Porque lo soy.
—Tienes la autoestima muy elevaba.
—Sí, como debe de ser.
—Tal vez quien intenta llamar mi atención eres tú, y no al revés.
Y la risa de USA resonaba en la habitación, Rusia admitía que esa risa incluso calaba en sus huesos por lo melodiosa que era.
—No gracias —le guiñaba—, no tengo malos gustos.
—Ni yo —se defendía en automático.
—Además, ya tengo quien me diga cosas bonitas y me ame.
—¿Quién? —su voz sonó más ruda de lo normal, demandante y autoritaria.
—Rusia... —USA lo miró impresionada—, ¿estás celoso?
Silencio.
Y el silencio otorga.
USA rio en esa ocasión, rio más cuando Rusia negó todo, y casi se ahoga después de largos minutos escuchando reclamos y protestas, pero al final tomó todo como una broma.
Porque eran enemigos y nada más.
![](https://img.wattpad.com/cover/222521281-288-k907624.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Destellos [USA x Rusia]
FanfictionConjunto de drabbles de la pareja Rusia x USA del fandom CountryHumans