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USA estaba ebrio, demasiado, y Rusia solo podía reír.

—Tú eres mi chica ruuuda —galanteaba con difícil pronunciación.

—Solo bebiste dos botellas —rio bajito.

—Eres mi... mi chica rusa y hermosa y... ¿cómo te llamas?

—Rusia.

—No. No —bufó—. Tú eres my Rusky baby love... Pusky.

—Te llevaré a dormir.

—Nos vamos a casar y ¡yo! ... ¡YO!... Escúchame. ¡Yo! Voy a llevar vestido.

—Como quieras.

—Es que... ¿has visto mis piernas? —se miró las extremidades—. Tengo piernas de zorra.

—Suficiente, América —Rusia decidió que era el fin de esa salida—, ya no más licor para ti.

Destellos [USA x Rusia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora