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Era tosco, parecía enojado siempre, muchos creían que amansaba osos solo por diversión, y que era la viva imagen de un activo dominante que les partiría el orto con gusto.

Pero USA sabía que ese rostro serio podía cambiar a la viva imagen del placer cuando jugaban adecuadamente.

Era su secreto.

Le daba igual que todos pensaran que era él quien sucumbía ante las ansias del eslavo, no le importaba, porque detrás de todo ese macho que Rusia aparentaba... había un niño que exploraba su propio goce.

—Rusky~ ¿quieres venir a mi casa hoy?

El leve sonrojo del eslavo le respondía, y USA sabía que esa noche podría morder la piel de esas piernas, explorar esa boca que recitaba su nombre a viva voz, y llevar al cielo a aquel joven Country que cayó en sus manos por voluntad propia.

—Sin marcas.

—Cómo siempre, honey.

Destellos [USA x Rusia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora