Destellos [USA x Rusia]

79.

—Me roza el traje.

—No te quejes.

—No lo hago —USA sonrió divertido—. Eso fue genial.

Porque en ese momento estaba usando su traje de espía pegado al cuerpo, con arnés y todo, visores nocturnos, un cinturón multiusos y detalles mucho más geniales mientras terminaban su traslado hacia la mansión.

¡No se había divertido así en años!

Lo mejor fue haber plasmado su malvado plan tan diabólicamente como se le antojó. Se reiría de eso por años. Porque arruinó cuadros invaluables por venganza.

—No puedo creer que me hayas convencido de esto, papá.

—No te quejes, baby CIA —despeinó los cabellos de su hijo, quien conducía—, yo sé que te divertiste tanto como yo.

—Sí —sonrió—. No había hecho trabajo de campo en meses.

—¡Hasta descendimos del techo como profesionales!

—Y te atoraste al bajar —rio bajito al recordar a su padre colgado—. Papá, necesitas entrenar más seguido.

—Niño, te voy a perdonar sólo hoy... Porque estoy de buen humor.

Fueron esos dos quienes de forma horrible planificaron y ejecutaron la venganza americana contra el ruso ese, incluso eligieron una tinta adecuada que combinaría con cada cuadro. Obvio. Lo mejor de todo es que no dejaron evidencias, todo fue perfecto.

—Papá, sabes que Rusia sospechará de ti a la primera.

—Lo sé —sonrió—, pero no dejar evidencia que nos incrimine, es esencial para no tener problemas con ONU.

—Piensas en todo.

—Olvidas que soy tu padre, my love.