Destellos [USA x Rusia]

24.

—¿Qué haces para que Rusia te haga caso en todo?

—Soy yo mismo.

Presumió USA ante la manada de miradas que se posaron sobre él. Miradas incrédulas cabe decir.

—Tas pendejo.

—Debe haber un truco.

—Ya dinos.

—Sólo es mi poderosísima personalidad —sonrió e infló el pecho.

—Y sus pantalones militares ajustados —comentó Canadá antes de sentarse junto a su hermano y ofrecer una porción de papitas.

—¿Qué?

—Eso es parte de mí —USA disfrutó de sus papitas entre risitas.

—¿Quieres decir que sólo te pones unos pantalones y ya?

No pudieron creerlo, necesitaban pruebas, por eso enviaron a USA a la trinchera.

Y por simple satisfacción, el norteamericano les siguió el juego.

—Ey, comunista. Quiero que me lleves al cine.

—Tengo una... —Rusia miró a USA— reunión —y se fijó en la vestimenta del mismo.

—Las reuniones se pueden aplazar —sonrió—. ¡Vámonos!

USA usaba sus pantalones favoritos sí, militares rasgados en una rodilla, apretados para marcar su trasero, con botas a juego, y una camiseta de diseño.

Y sólo con eso tenía al ruso a sus pies.

Era consciente de eso.

Le gustaba aprovecharse de eso.

Porque a Rusia le gustaba su trasero y no tenía problemas con darle de una buena vista mientras guiaba el camino.

—¿Qué película quieres ver? —caminaba detrás de USA, a metro y medio para no perder detalle.

—La de estreno.

—Bien.

Canadá rio bajito, los latinos no pensaron que el ruso fuera así de simple, y USA sentía la victoria como su maquillaje personal.