138.

727 75 5
                                    


—Rusia...

—¿Si?

—Ya sé que te tropezaste y caíste —la americana apretó los puños.

—¿Sí?

—Sobre mí.

—Sí.

—Con tu cara en mis pechos.

—Fue un accidente.

—Si... Pero... —enrojeció más—, ¿por qué sigues sobre mí?

—Me agrada el lugar.

—¡Ya levántate de una maldita vez! ¡Que mis bubis no son almohada! Hijo de... —se tensó—. ¿Me acabas de apretar una...?

—Sólo intentaba apoyarme en algo para levantarme.

Después de eso, todos vieron la mejilla hinchada de cierto eslavo atrevido.

Destellos [USA x Rusia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora