Destino Inesperado [Shadamy]

Capítulo 03

El vuelo 85 con destino a Florencia había comenzado ya desde hacía unas horas, horas las cuales habían sido muy entretenidas para Amy, quien hasta el momento ha estado disfrutando al máximo estando en dicha aeronave elegante y adelantada en su tiempo. Por el momento, Rose se hallaba atendiendo a una niña rubia que pedía de la ayuda de Amy para obtener una bebida la cual ella pueda ser capaz de tomar. Amy, muy amable y simpática, le ayudó de inmediato con una amplia sonrisa, y le entregó una pequeña botella de agua. Haber sido muy amable con aquella niña hizo que se gane la confianza de la pequeña rubia, quien llamaba específicamente a Rose para que la ayude, mas no a otra azafata.

Por última vez, Amy le sonrió a la pequeña, y fue hacia los asientos de clase económica desocupados para poder descansar un rato después de tantas horas de trabajo; aún no se acostumbraba. Todo era muy sorprendente para Amy; los pasajeros eran muy educados y muy elegantes tanto en primera clase como en clase económica. Por suerte, aún no se había encontrado con algún pasajero problemático, y eso hizo de esta aliviar; pero era consciente de que siempre tenía que estar preparada para aquéllo. Rose tenía que estar lista para cualquier problema de algún pasajero, y confrontarlo cara a cara; pero eso sí, nunca negarse ante el cliente, o de lo contrario, la posiblidad de perder el trabajo incrementaría.

Entonces, tras llegar Amy a los asientos de la clase económica, tomó asiento; aún no se hallaban en aquellos minutos en donde tenían que abrochar sus cinturones ya que aún faltaba tiempo para aterrizar. Asimismo la joven comenzó a frotar levemente sus sienes para evitar un dolor de cabeza como los que solía sufrir cuando era adolescente, hasta que una de sus compañeras de trabajo se sentó al lado de ella. Como señal de educación, Amy la miró y le sonrió, a lo que ella hizo lo mismo. Aquella mujer era de especie murciégalo, y tenía más de treinta años.

—Tú eres Amy Rose, ¿cierto? —habló por primera vez la murciélago, a lo que Amy asintió.

—Sí, pero con Amy me siento más cómoda —respondió amablemente—. ¿Y usted cómo se llama?

—Me llamo Rouge —Fue la respuesta de la joven morena de ojos turquesas—. ¿Y cómo te va? Pues me di cuenta que eres nueva —dijo la mayor.

—Me va bien ha decir verdad —Amy no se hallaba tan convencida de su respuesta—. ¿Eres nueva también? —preguntó con curiosidad.

—¿Qué? ¡Claro que no! Trabajo aquí desde los veinticinco años —informó Rouge riendo—. ¿Sabes? —Tras lo dicho, Amy la miró, y Rouge se quedó observando sus lindas púas rosas— Es raro ver a una chica como tú en esta clase —comentó al darse cuenta que su compañera de lado era muy bonita.

—¿Por qué dices eso?

—Pronto lo irás descubriendo, cariño —Rouge no dio más explicaciones respecto a eso—. Y dime, ¿ya has hecho alguna amistad? —preguntó con curiosidad.

Esa pregunta hizo a Amy pensar en aquel piloto simpático que esta fue capaz de conocer hacía unas horas. Rose recordó el nombre del erizo negro rápidamente, mas no estaba segura si en realidad lo consideraba como alguien quien podría ser su amigo ya que recordaba siempre las palabras de Vainilla sobre cómo suele ser la gente en todo trabajo. Quizá Shadow habrá sido amable y generoso con ella, pero casi nunca se sabe con qué intenciones realizan aquellas acciones de amabilidad.