Capítulo 58

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Tres días pasaron desde que la población había recibido la muy querida fecha de la Navidad. Por el lado de la doctora Sally Bellota, estaba ella en su casa pasando un buen rato con su esposo siendo las ocho de la mañana. La ardilla se hallaba feliz y muy relajada debido a que había pasado tanto tiempo en el que no había visto a su esposo. Estos tomaban de un delicioso desayuno juntos, y por supuesto, Sally estaba ya tomando de su café ya que una de sus enfermeras se haría presente con todos los resultados de sus pacientes, y con ello, los resultados de la joven Rose.

La ardilla había sido muy buena con sus enfermeras ya que les brindó tres días libres, desde el 24 hasta el 27, para que puedan pasar la Navidad con sus familias; era una generosa mujer. Entonces Sally estaba a gusto conversando con su esposo, quien había extrañado mucho a la ardilla; pero el sonar de su tiembre se da a escuchar, a lo que Sally deja su taza de café en la mesa de la cocina, y se retira después de haberle dado un beso a su esposo. "Seguro son los resultados"; se dijo a sí misma dirigiéndose hacia una puerta especial en donde sólo ingresan las enfermeras, mas no Rose y las otras pacientes.

—Buenos días, doctora Sally —saludó la enfermera tras ver a la ardilla abrirle la puerta.

—¡Hola! —devolvió el gesto muy feliz mientras le hacía pasar, hasta que vio en sus manos muchos papeles, sobres manilas y archivadores—. ¿Son aquéllos los resultados de nuestras chicas? —preguntó.

—¡Exactamente! Tenga —respondió extendiéndole los papeles, a lo que Sally recibió—. ¡No me lo va a creer! Les eché un vistazo con rapidez y quizá en nueve meses volveremos a ser médicos obstétras —comentó la enfermera alegre.

—¿Qué? ¿A qué te refieres? —La confusión invadió a Sally. La enfermera esperó a que Sally haga suposiciones—. ¿Acaso una de las chicas... está encinta?—preguntó sorprendida, a lo que la enfermera asintió.

—¡Sí! Me retiro para que pueda leerlos con atención. Me dice de quién se trata y de quién será ese bebé —avisó, y se fue de allí a su lugar de descanso.

Siempre Sally se hallaba agradecida por haber encontrado y contratado a enfermeras como ella; sus enfermeras eran tan comprensivas y amables con las pacientes, y eso la hacía sentir orgullosa y aumentar el número de clientas. Así que formó una sonrisa, y fue a su lugar de trabajo para leer los resultados; por suerte ya estaba lista para trabajar, sólo por ese día y darle a Rose sus resultados, y lo mejor de todo era que su esposo era de las personas más comprensibles del mundo, o así era como Sally lo describía.

Asimismo Sally llegó a su pupitre, y se sentó mientras llegaba con los papeles e informes y los colocaba en la mesa de madera oscura. La doctora prosiguió a leer los resultados, pero el que más le importó era el de Rose, a la cual prometió que la atendería estando incluso en sus días libres. "Miss Rose"; decía la ardilla buscando el archivador correspondiente; el nombre de la rosada era muy bonito desde el punto de vista de la ardilla, y así le asignó un apódo en su mente: Miss Rose. Así que siguió buscando, hasta que lo halló; una sonrisa formó, y comenzó a leer el contenido importante.

Había estado leyendo por unos minutos, hasta que llegó a una parte la cual la dejó perpleja. Un grito de felicidad soltó la ardilla al ver en los resultados de Amy una noticia muy sorprendente y emocionante a la vez para esta. Pero siguió leyendo los resultados, y era que su desequilibrio ha empeorado un poco. ¿Acaso no se está cuidando?; se preguntó la ardilla preocupada, y rápidamente fue a llamar a la joven Rose para mantenerla informada, pues Sally estaba comenzando a preocuparse por ella. Entonces llamó, pero no fue Amy quien contestó sino Vainilla.

Por otra parte, Amy estaba pasando tiempo con su pareja; ella estaba en la habitación de Shadow, y se hallaba echada junto a él, quien estaba encima de ella mientras besaba el cuello de su eriza con pasión, dando a entender que quiere estar junto a ella todo ese tiempo. Pero Amy parecía no disfrutar mucho de las caricias de su querido Shadow pese a que ella enloquecía cuando se trataban de los besos de él. La eriza se veía desanimada y sin ganas de tener acción con el erizo, y lo único que hacía para no desilucionar a su pareja era acariciarle las espinas de su espalda. De repente, las acciones del erizo se detuvieron debido a la falta de atención de Amy, y la miró a los ojos.

Destino Inesperado [Shadamy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora