Destino Inesperado [Shadamy]

Capítulo 16

Un nuevo día había llegado a la ciudad, y los rayos del sol atravesaban las delgadas ventanas de la habitación de aquel erizo negro el cual se encontraba durmiendo junto a su novia la joven Rose, quien estaba sin ninguna prenda de ropa en su cuerpo, y sólo tapaba su delicada y formada imagen con las sábanas; de igual manera Shadow.

La potente luz del sol iban directamente a los ojos de Rose quien los tenía cerrados, pero de igual forma le dañaba, haciendo que se despierte poco a poco, y talle sus ojos delicadamente con las yemas de sus dedos. Rose abrió sus ojos poco a poco, y vio que no tenía su ropa puesta, haciendo que se ruborize de forma intensa al recordar los hechos de la noche los cuales vivió con el erizo quien quiere.

Entonces, Amy fijó su vista hacia el lado izquierdo, viendo cómo la sábana sólo tapaba a Shadow de la cintura para abajo, dejando todo su torso visible, pues el erizo tal parece que tenía calor. Otra vez vinieron recuerdos de la noche en donde ambos hicieron el amor, y Rose sólo sonreía ante tal acción. "Qué lindo se ve"; comentó esta acercándose al erizo, y echándose a su lado mientras lo abrazaba.

— Shadow, cariño, despierta. —decía Amy acariciando el pelaje del pecho de su novio, el cual se veía muy esponjoso.

Tras haber escuchado Shadow las palabras tiernas y dulces de parte de Amy, fue abriendo sus ojos de manera lenta, de esta forma viendo a su eriza acurrucada en su pecho. Este sonrió al ver que sus sueños se hicieron realidad, así que este comenzó a acariciar las delicadas y finas púas de su novia.

— Buenos días, linda. —saludó Shadow besándole a Amy en su frente— Supongo que la sorpresa fue más allá de lo esperado. —comentó Shadow riendo.

— ¿Por qué lo dices? —preguntó Amy curiosa mirando a los ojos de su amado.

— Porque sólo pensaba en decirte lo mucho que te quiero y que te aprecio, y terminamos haciendo otras cosas. –respondió Shadow con una sonrisa de lado.

— Pues déjame decirte que me encantó esta noche, y que estoy dispuesta en volver a repetirlo contigo, guapo. —comentó Amy atrevida, haciendo sonrojar al mayor.

Ante tal acción tierna de parte de Shadow, Amy rió, y se acercó a él para besarle en los labios, y Shadow correspondió; le gustaba la confianza que Amy tenía en él, pero se sentía también un poco asustado de poder decepcionarla por tontas acciones, y perderla para siempre.

El beso duró sólo unos segundos, y cuando ambos se separaron, se sonrieron entre sí. Rose estaba a punto de levantarse de la cama, pero Shadow se lo negó, y la atrajo a él para besarla otra vez mientras que descendía sus manos a la cintura de Amy, quién se apegaba más al erizo para profundizar el beso.

— Rose, ¿Quieres que te lleve a casa? —preguntó Shadow acariciando el mentón de su novia.

— Si puedes, aunque pienso quedarme más tiempo, pero debo llamar a mi mamá para avisarle, debe estar preocupada. —respondió Amy.

— Como quieras, nena. Mañana empiezas a trabajar, ¿No? —dijo este.

— Así es, y quiero disfrutar este día. —comentó Rose— ¿A qué hora es tu próximo vuelo?

— Casi anocheciendo, si quieres podemos disfrutar de la tarde. —dijo Shadow.

— Acabo de recordar, ¿Me llevas a casa en un rato? Necesito darme un baño. —pidió Amy amable.

"Está bien, linda"; respondió Shadow. Entonces, Rose se tapó con una sábana, y tomó sus prendas las cuales no quería ponérselas, pero tuvo que hacerlo ya que nunca pensó sobre ese momento inesperado, y tomó también su collar de perlas.