Capítulo 60

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Eran uno de los momentos más felices en los que Silver había estado; nunca pensó que algún día estaría jugando con su papá Shadow en el jardín junto a la joven Rose a la cual comienza a verla como una figura materna. Amaba realmente ese momento, habían estado así por dos horas; el erizo plateado se sentía el más afortunado de tener a padres tan divertidos y animados con él, y teniendo en mente de que iría a tener un hermanito en el futuro, ya no tenía idea de cómo describir sus emociones las cuales eran tan regocijadas en alegría.

La joven Rose se hallaba colocando una manta en el césped del jardín ya que la familia de erizos decidieron comer algunos postres en ese mismo lugar, al aire libre. Pero algo triste para el pequeño Silver y para Amy pasó, y era que Shadow se había puesto de pie, dispuesto para retirarse de allí, e ir a cumplir con el trabajo que le habían asignado; el erizo mayor ya le había contado de ello a su novia, y ella sólo se quedó callada ante ello.

—¿A dónde vas, papá? —preguntó el pequeño Silver reflejando tristeza en su mirada.

—Un momento, Silver —respondió, y miró a Amy—. Ven, Rose —la tomó de la mano, y la llevó a un lugar más alejado.

—¿Qué pasa, cariño? —preguntó Rose con cierta confusión.

—Debo irme ya a realizar mi trabajo, y creo que me demoraré hasta la noche —informó Shadow apenado.

—¿No puedes quedarte un rato más para estar con Silver?

—No puedo, nena; además, debo dar una buena impresión para que puedan aceptar mi carta de renuncia —Fue la respuesta del erizo negro, dejando a Amy decepcionada.

—Tienes razón. Bueno, ve de una vez, ¿sí? —dijo la joven, la cual ahora lo miraba con una sonrisa.

"Gracias por comprenderme"; le dijo Shadow, y la besó en los labios con amor. Rose le sonrió, y le dio otro beso, pero en la mejilla. Ambos se percataron de Silver, el cual estaba comiendo un pastelito, a lo que la bonita pareja optaron por avisarle de la ausencia de Shadow; no querían decepcionar al pequeño ya que se veía muy emocionado, y parecía que nunca había tenido algún momento como aquél.

Entonces se acercaron al pequeño, y le sonrieron mientras que ponían de cuclillas. Silver les sonrió tiernamente, y se acercó a abrazar a su papá, el cual se sorprendió, y correspondió al abrazo. Silver se separó un poco, y le dio un beso en la mejilla, haciendo sorprender aun más a Shadow, mas no a Amy; Rose se hallaba feliz y miraba la escena con ternura. Entonces Shadow miró a su hijo de una manera apenada, y optó por decirle de una vez.

—Escúchame, pequeño, no estaré en casa por horas, y quiero que sepas que lamento mucho no estar contigo y con Emmy —habló el erizo negro, y Silver estaba un poco triste.

—Lo entiendo, papi; quizá otro día tengamos otro picnic aquí en el jardín —Tras lo dicho por Silver, Shadow y Amy se miraron, y se sonrieron entre sí.

—Creéme, bebé, verás a papá más a menudo —comentó Amy besándole la mejilla a Shadow.

—¿En serio? —dijo Silver sorprendido, y tras ver a sus padres asentir, los abraza a ambos, juntándolos en un abrazo grupal.

—Sí, pequeño; ahora Emmy y yo iremos a dejarte a la escuela, y vamos a tomar el desayuno, almuerzo y cena juntos, ¿qué te parece? —le dijo Shadow a su hijo, el cual no sabía qué hacer.

Asimismo Silver otra vez abrazó fuertemente a su papá; había pasado tanto tiempo que no pasaba tiempo con su papá, y ahora escuchar de parte de él que a partir de ahora irían a pasar más tiempo juntos, hallaba más que alegría en su ser. La joven rosada se sentía muy conmovida, y entendía muy bien que ser piloto y padre a la vez debe ser muy difícil tanto para Shadow como para Silver. La eriza los abrazó, y le dio un beso a cada uno como una forma de demostrar su amor por ambos.

Destino Inesperado [Shadamy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora