Capítulo 26

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Dos acciones eran las que la joven Rose estaba realizando; cocinar el almuerzo, y revisar cada cierto tiempo la tarea del pequeño Silver. Shadow había salido hacia alguna parte el cual Rose desconocía ya que sólo le avisó que se iría de allí. Muy considerada la joven, decidió hacer el almuerzo para su futuro esposo y el pequeño Silver.

Era Sábado, y Silver aprovechó en hacer todas sus tareas de la escuela. Como Amy iba a cocinar el almuerzo, dijo a Silver que sería preferible que haga sus tareas en la mesa de la cocina el cual estaba limpia y sólo había un florero en ella. Mientras que el pequeño plateado escribía y coloreaba con la ayuda de sus lápices de colores, percibía el delicioso y agradable olor del aderezo que hacía Emmy, como este la llamaba.

Moviendo las piernas con mucha emoción, Silver ya quería comer lo que Amy cocinaba y no daba a conocer aún. El niño intentaba adivinar qué era lo que Amy preparaba con mucha alegría, pero no podía ser capaz de tener alguna comida en mente. Como este se encontraba en sus pensamientos, y dejó sus lápices en mesa para pensar, Amy se alerta de ello, y toma una manta de tela fina para limpiarse y secarse las manos.

—¿Qué pasa, cariño? Debes seguir escribiendo, Silver. —dijo Amy sentándose al lado del niño.

—Huele bien e intento saber qué es lo que cocinas. —comentó Silver sonriendo tiernamente.

—Oh, mi erizo. —dijo Amy con ternura, y le besó la frente—. Lo sabrás cuando papi llegue a casa, ¿Sí? —agregó.

—Está bien, Emmy. —dijo Silver finalizando la conversación.

Una sonrisa le dedicó la joven Rose al pequeño, y se vuelve a poner de pie para regresar a la estufa, y ver si su aderezo estaba ya en el punto correcto. "Tengo sed, Emmy"; avisó Silver, a lo que Amy tuvo que dejar otra vez de hacer sus cosas, y se dirigió a la nevera para darle algo de tomar. Lo primero que optó en darle fue jugo de naranja ya que era lo que a él le encantaba.

Entonces, Amy tomó el vaso favorito de Silver el cual era uno con el diseño de Dorothy Gale y el Hombre de Hojalata. Con rapidez, esta llenó el vaso mencionado con el líquido refrescante, y prosiguió a entregárselo al pequeño. Silver recibió a gusto el vaso con el contenido mencionado, y se lo tomó muy satisfecho para saciar su sed.

—¿Tienes más tarea? —preguntó Amy.

—Sí, pero hoy lo terminaré para mañana ir con papá a jugar. —comentó Silver después de darle un sorbo a su jugo.

Un suspiro con aires de enamorada soltó la joven Rose al pensar en su futuro esposo quien aún no regresaba, y fue a reanudar el procedimiento en la estufa.

—Emmy, ¿Por qué llevas mi argolla de juguete en tu mano? —preguntó inocentemente el plateado, a lo que Rose rió ruborizada.

—Pronto lo entenderás, bebé, ahora sigue haciendo tu tarea, ¿Sí?

Mientras esta seguía con sus quehaceres, y revisando la tarea del pequeño Silver; por otro lado, en la ciudad, se encontraba Shadow dirigiéndose hacia la tienda en donde suele comprarle regalos a Rose como su novia que es. Este sostenía en sus manos unas lindas flores y cajas de chocolates para su eriza ya que quería sorprenderla; esa era la razón por la que este no dijo nada respecto a su ausencia en casa.

Cuando Shadow al fin llegó a la joyería, este ingresó como si de una tienda de caramelos de tratáse; la mayoría ya lo conocía, y en el momento en que Tikal lo visualizó en la tienda, le volvió a dar la bienvenida. La equidna ya sabía que él solo escogía los detalles para su pareja, así que lo dejó en paz para que haga su decisión con privacidad.

De inmediatamente, un anillo llamó su atención lo cual hizo que sus ojos brillaran ante la argolla debido a que se imaginó a su eriza tener ese anillo en su dedo. Pero se desanimó al verlo de cerca, pues este buscaba uno que sea único, y no sólo un aro aburrido con algunas piedras.

Destino Inesperado [Shadamy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora