Destino Inesperado [Shadamy]

Capítulo 41

Horas antes de que Mary se aparezca en la residencia de Shadow, esta se encontraba preocupada manejando con su vehículo hacia su aeropuerto. Había estado muy pensativa, y pensó que ya era hora de dejar a su hijo Shadow el aeropuerto, pues los seres extraños los cuales eran sus perseguidores, la matarían, y al fin ya descansaría en paz, pues ahora los alienígenas sólo quieren asesinarla, o eso era lo que la rubia pensaba hasta el momento.

Mary no se sentía para nada asustada, conociendo muy bien el siguiente acto de sus perseguidores, pues ya no le importaba seguir con vida. Desde la primera advertencia de Erebus, Mary sabía muy bien que moriría, y es por ello que optó por reconciliarse con su único hijo, y al menos intentar ser una madre para él pese a que ya es todo un hombre y con prometida. Pero lo que la hacía sentir angustiada y pensativa, era lo que Erebus le había avisado: "No debiste haberle dejado tus deberes a otros". Los únicos deberes que Mary posee son los de su aeropuerto, y sabe muy bien que la hermandad de Erebus saben de ese hecho.

Comenzando ya a sospechar y desconfiar de Rotor, decidió llegar más antes a su aeropuerto, y hablar con Rotor aplicando su seriedad junto a las facciones graves que solían asustar a Shadow cuando era niño. ¿Acaso está intentando vender mi aeropuerto?; se preguntaba Mary confundida, pues era lo primero y único que tenía en mente tras no tener confianza en Rotor. ¿Qué otra cosa podría ser?; se volvió a preguntar, pero ya no tenía más suposiciones de las palabras de Erebus sobre el aeropuerto.

Ni bien Mary llegó al estacionamiento del aeropuerto privado, bajó de su auto, y fue con su serio semblante hacia la oficina la cual esta solía estar todo el día, y ahora supone que Rotor se encuentra ahí. Mary comenzó a saludar con una fingida sonrisa a los pilotos que trabajan para ella, a lo que ellos devolvían el gesto con educación; lo mismo pasaba con las azafatas. Y cuando llegó al aeropuerto, esta no tocó ni nada por el estilo, sólo ingresó sin importarle otra cosa más, encontrando hablando por teléfono a Rotor, quien se sorprendió al ver a Mary, y se puso nervioso.

—¡Señora Mary! ¡No esperaba verla por aquí! —Exclamaba Rotor con el mismo tono de voz, nervioso; a lo que Mary se enfadó.

—¡Escucha, Rotor! ¡¿Es que acaso quieres vender mi aeropuerto a mis espaldas?! ¡Es eso! ¡¿No?! ¡Dilo ya, imbécil! —Le gritaba Mary enfurecida, tanto que hasta los pilotos, que se encontraban a metros, podían ser capaces de escuchar a su jefa.

El miedo invadió a Rotor tras ver a la señora Mary de esa forma; este podía visualizar en ella decepción, traición, enojo y tristeza. Rotor sabía muy bien que lo que había planeado con Manic y los hermanos Rougues es mucho más peligroso que sólo estafar a su jefa.

—No, señora Mary, ¿qué le hace pensar eso? Yo no intento hacer algo así. —respondió Rotor con la cabeza gacha.

—¿Sabes? Te iba a dejar a cargo mi aeropuerto para siempre, pero ahora desconfío de ti, e iré a dejarle a mi hijo todo. ¡Hazte a un lado! —indicó Mary molesta, y tomó una caja de su oficina.

¿Acaso yo iba a estar al mando del aeropuerto?; se decía Rotor en su mente mientras estaba perplejo, e intentando analizar lo que Mary le acababa de decir. Este veía cómo la rubia colocaba archivadores, sobres manilas, y varios informes que ya había visto anteriormente. ¿Ahora qué le digo a Manic?; se hacía otra pregunta, pues quedaría muy mal ante los ojos de aquella gente con poder por haber sido un fraude.

—Señora Mary, entonces, ¿me quitará el puesto en este momento? —preguntó este temeroso.

—No, porque hicimos un trato, sólo hasta que se cumplan los cinco meses que te dije. De ahí todo el poder lo tendrá mi hijo y su mujer. —respondió Mary seriamente.

—Está bien, señora, no se preocupe. —dijo Rotor tranquilo.

Cuando Mary terminó de guardar todos los papeles importantes ya mencionados, se retiró de la oficina, sin despedirse de Rotor o algo por el estilo. Rotor estaba ahora un poco aliviado, pues todo se iría a la basura si Mary le habría quitado el puesto en ese mismo momento. Así que, Rotor comenzó a hallar alguna forma de lo que podría hacer cuando aquellos cinco meses acaben ya que pensó que era un poco tiempo en el que aquellos planes puedan durar.