Había pasado una larga semana desde aquel día en donde Shadow y Amy habían pasado uno de los mejores días de su vida. Disfrutaron a máximo los tres días libres que había dedicado Rose a su erizo negro, y después de aquellos días, ya no se volvían a ver muy seguido, pero se comunicaban por teléfono para no perder la confianza y no separarse tanto.
Shadow había mejorado en tan sólo pocos días, algo que hizo a Amy sentirse mucho mejor y feliz; ahora iba a sus vuelos sin estar preocupándose por Shadow o tener ese horrible sentimiento de que tu relación está por terminar. Y el erizo, él sólo esperaba a que sus vacaciones concluyan de una vez para al menos ir junto a Rose hacia el aeropuerto pese a que ya no les toca vuelos juntos a menudo. Así que, como las vacaciones de Shadow estaban a tres semanas de acabar, decidió pasarlas con su pequeño Silver; pensó en llevarlo a jugar al parque y a Wonder Wheel.
Por el momento, Shadow estaba llevando a su pareja hacia el aeropuerto ya que tenía trabajo que realizar. Rose se encontraba observando una propaganda de la aerolínea el cual había sido lanzada hace días. Era un póster que mostraba a una joven rubia azafata viendo por los cielos un avión despegando mientras que un piloto la toma de la mano. La joven Amy sólo rió por el anuncio; era una bazofia, según esta.
—Esto es una tontería. Las azafatas no somos así. —comentó Amy, llamando la atención de Shadow.
—No entiendo.
—Que no somos así de perfectas como esta modelo. ¿No pueden poner a una de nosotras? —preguntó Rose molesta.
—Que escojan a las otras, menos a ti. No quiero imaginarme verte pegada en las paredes de habitaciones de hombres... ya sabes. —dijo Shadow avergonzado, a lo que Amy comenzó a reír.
—Igual no me gustaría estar en un cartel. Pero sí puedo decir que ellos no necesitan de modelos, ¡Las mismas azafatas pueden serlo! Son muy lindas. —opinaba Amy, y Shadow sólo escuchaba con atención a su novia—. Por si acaso, ¿Sabes cuándo es el aniversario de la aerolínea? —preguntó.
—Sí, es en Marzo. —respondió Shadow.
—¿Y qué hacen? ¿Lo celebran?
—Sí. Las celebraciones varían. A veces lo hacen en restaurantes fuera de la ciudad; otras veces en cruceros. —informó el erizo negro.
—¡Vaya! Eso es genial. ¿Has ido a alguna? —hizo Amy otra pregunta.
—Sólo una vez porque querían que todos los pilotos estén presentes porque la familia del presidente iba a estar ahí; y hablo del país, no de la aerolínea. —explicó Shadow, dejando a Rose sorprendida.
Las peculiares palabras habían terminado ya cuando Shadow al fin había llegado al aeropuerto. Amy le sonrió a su erizo, y ambos bajaron del vehículo. Shadow ayudó a Rose bajar su maleta y sus bolsos, y Amy sólo estaba con los brazos cruzados, esperando a darle un regaño a Shadow, quien la observó confundido, pero con una sonrisa juguetona.
—¿Qué pasa, linda? —preguntó Shadow tomándola de la cintura, sin importarle que había gente a su alrededor.
—¡Hmph! ¿Sí sabes que puedo ser capaz de hasta cargarte, no? Debo lidiar con pesadas maletas a diario, ¡Puedo hacerlo por mí misma! —se quejaba Amy finguendo su molestia.
—No seas así, cariño. Lo hago porque quiero ayudarte, ¿Bien? Intento mejorar. —dijo Shadow sonriéndole de manera cálida, a lo que Rose se ruborizó.
—¡Ugh! Está bien, está bien. No entiendo cómo le haces para convencerme. —comentó Amy riendo, y acercándose a él mientras que veía aquellos labios que la volvía loca.
No esperaron más, y juntaron sus labios en un beso, haciendo que la gente que los rodeaba los observe de manera fugaz, y sigan su camino. Había algunos miembros de la tripulación circulando por ahí, y se sorprendieron al verlos juntos, y más tras ver a Shadow sin su uniforme de piloto. Su beso aún continuaba, y a estos no les interesaba lo que digan los demás, hasta que, escucharon el sonido de un flash escucharse en ese instante. Ambos se separaron de inmediato, y vieron a un joven observando su cámara fotográfica mientras se acercaba hacia ellos.
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Destino Inesperado [Shadamy]
FanfictionUna tierna historia romántica basada en el año de 1969, un año el cual forma parte de la época dorada de la Aviación Comercial, y un año en el que cualquier chica deseaba en ser una azafata de vuelo; pero, en el caso de una joven eriza de veinticuat...