Capítulo 24

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Desde aquel encuentro entre ambas familias de la pareja, pasó mucho tiempo; había exactamente pasado más de un mes, y ambos erizos seguían teniendo bonitos momentos juntos, y Amy cuidaba, y educaba a Silver como si se tratáse de su propio hijo, una acción lo cual hizo a Shadow incrementar su amor hacia la joven Rose de púas rosas. Ya habían pasado muchas veces las cuales ambos erizos han dejado al pequeño plateado en la escuela, dando a entender a la maestra que Amy es como una madre para el niño quien quiere aun más a la rosada.

Como ya mencionado, el tiempo pasó, y Shadow y Amy, después de muchas semanas, al fin compartirían un vuelo juntos; esto hizo emocionar a la pareja ya que el vuelo iba a ser largo, y no de aquellos vuelos que sólo duran unas cuántas horas; y por reglas de trabajo, ambos tendrían su descanso en pleno vuelo, repitiendo los antiguos momentos entre ambos como cuando se conocieron.

Aquel vuelo iba a tomar lugar a las cuatro de la tarde, y estos aprovecharon en ir a recoger al pequeño Silver de la escuela, e ir a comer un helado en el parque para poder pasar más rato juntos y con el niño erizo.

—Creo que hemos venido muy temprano, cariño. —comentó Amy.

Estos se encontraban sentados en unas bancas de la escuela del pequeño Silver, viendo a su alrededor padres más mayores que estos dos; y al parecer, habían llegado muy temprano debido a que él aún no salía de su aula.

—Faltan diez minutos, Rose. —dijo Shadow echándole un vistazo a su reloj.

El erizo de treinta años se veía algo preocupado ya que había veces en las que sólo asentía a las conversaciones de su pareja. Rose, como siempre, cuidando de sus dos erizos favoritos, decidió por preguntar el por qué de sus facciones tan graves de lo normal.

—¿Ahora qué pasa, Shad? —preguntó Amy triste, tomando de las manos del erizo.

—Ayer, cuando regresé a casa me avisaron que Recursos Humanos quería verme antes del vuelo que vamos a tener en unas horas. —confesó el erizo negro acariciando la mano de Amy.

—No creo que sea para algo malo, Shad. —comentó Amy sonriéndole.

—No lo sé, linda, ¿Y si me despiden porque ya no estoy tan joven? —dijo este mirando a los ojos jade de Rose.

—No creo que hagan eso, tal vez ya tienes treinta, pero sigues siendo guapo y apuesto que a veces me hace pensar que los años no pasan para ti. —comentó esta siendo muy sincera.

Shadow comenzó a reír levemente por el comentario de su novia, y la besó de manera fugaz en los labios, haciendo ruborizar a la eriza por la gente que había a su alrededor; Amy no estaba acostumbrada a los besos que Shadow le daba estando en la calle.

De pronto, el sonido del timbre el cual aturde los oídos se hizo presente, y muchos niños salían de sus aulas para dirigirse hacia sus padres. Entre ellos, estaba Silver quien estaba corriendo hacia dirección de Shadow y Amy, con una amplia sonrisa en su rostro. El erizo negro se puso de pie, y lo recibió con los brazos abiertos, y lo cargó al pequeño quien lo estaba abrazando. La eriza también se retiró de la banca, y dejaron la escuela para dirigirse al parque.

—¿Hoy estarás en casa, papi? —preguntó Silver jugando con las orejas de Shadow.

—No, pero estarás con Mina y la abuela, y quizá con la otra niña; no recuerdo cómo se llamaba. —respondió el mayor.

—¿Y Emmy? —preguntó Silver triste.

—Volveremos pronto, cariño, tu papi y yo debemos asistir al trabajo. —informó Amy al lado de Shadow.

—Sí, de eso no te preocupes, hijo.

Los erizos se dirigían hacia el parque el cual estaba a algunos metros de la escuela, y mientras estos caminaban a gusto, Silver les contaba a su papá y a Amy sobre en lo que había transcurrido su tiempo en la escuela; el niño se veía muy feliz estando en los brazos de su papá, y estar al lado de la joven Rose.

Destino Inesperado [Shadamy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora