Capítulo 10

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Era de mañana ya, y la joven Rose no se había dado cuenta que se quedó dormida con la esclava puesta, a lo que le dejó una marca no tan dolorosa ni tan escandaloso. Rápidamente, Amy se levantó con muchas energías y felicidad, se preguntaba el por qué; hasta que notó en su muñeca el detalle bonito, y suspiró enamorada.

Eran las siete de la mañana, y con tan sólo haber dormido unas cuantas horas y haber tenido un vuelo no tan largo, esta se sentía ya lista para comenzar su día. Entonces, Rose percibió un delicioso olor a su desayuno favorito, y sus ojos jade brillaron; al parecer Vainilla estaba preparando omelettes.

Amy hizo de su aseo personal comenzar, y ni bien terminó, fue hacia la cocina para pedirle a Vainilla lo que estaba preparando. Y cuando llegó, vio a Cream sentada tomando lechita por el momento, y cuando la conejita notó a su hermana mayor, la saludó y sonrió.

- ¡Buenos días, Amy! -saludó Cream feliz.

- ¡Buenos días, hermanita linda! -dijo Amy casi cantando, dejando a Cream confundida.

De pronto, Vainilla volteó a ver a Amy de forma extraña por la expresión que acababa de hacer, y supuso que era tal vez por el regalo que recibió. Pero, Vainilla decició dejar su molestia que tenía al ver que Amy salía mucho con Shadow, y hacer que Rose haga sus propias decisiones.

- Cariño, siéntate que he hecho lo que más te gusta. -mandó Vainilla.

Esta dio sus agradecimientos, y se sentó en su silla de siempre para disfrutar del desayuno en familia. Amy devoraba de su comida rápidamente, haciendo que se vea muy horrible, y Vainilla le llamó la atención a la joven Rose, quien quedó apenada tras recibir una queja de su madre.

Entonces, mientras estás comían, a Amy se me vino un tema a la mente el cual tenía ya desde que ingresó a trabajar. No estaba ella tan segura si decirle sobre aquel tema a su madre, ya que podría ser algo triste para su hermanita Cream, pero ya había llegado este momento para Rose.

- Mamá, estaba pensando en algo. -dijo Amy algo nerviosa- Pero no sé si te agrade la idea.

- Dime.

- Bueno, desde que comencé a trabajar he estado ganando mucho dinero, y estoy pensando en comprarme ya una propiedad para mí que me servirá en un futuro. -explicó Amy después de dar un sorbo a su bebida.

Un silencio se formó allí, y se pudo sentir la tristeza en la conejita pequeña, quien había emitido un sonido de tristeza. Y Vainilla, ella suspiró, y se alegró por su hija ya que daría un gran paso en su vida. Esta le sonrió a la joven Rose de manera alegre y triste a la vez, y Amy supuso que estaba de acuerdo.

- Me alegra escuchar eso venir de ti, Amy. ¡Y claro! Puedes hacer lo que quieras con tu dinero. Puedes gastarlo, invertirlo, usarlo en diversión; pero no sabes lo tan feliz que me siento que lo usarás para algo bueno. -le dijo Vainilla.

- ¿Entonces ya no vivirás con nosotras, Amy? -preguntó Cream.

- Así es, pequeña, pero eso no será ahora. Primero iré a ver las propiedades. -comentó Amy.

La tristeza invadió por dentro a Vainilla al ver que su sobrina, quien considera ahora como su hija, ha crecido tan rápido que ni si quiera se dio cuenta. Siempre supo que algún día Amy tenía que irse de casa para comenzar su vida sola y con su pareja tal vez, pero no pensó que sería tan pronto; después de todo, nadie puede definirlo, es sólo un momento inesperado.

Entonces, madre e hijas siguieron tomando el desayuno; disfrutando y conversando entre sí sobre experiencias que Amy ha tenido en sus vuelos desde sus comienzos en el trabajo ya conocido.

Destino Inesperado [Shadamy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora