Destino Inesperado [Shadamy]

Dream a little dream of me

Apenas eran las dos de la tarde, una eriza rosada se hallaba sentada frente a su tocador para poder arreglarse y estar presentable para la salida a Wonder Wheel que tenía con Shadow; Rose ya había ido a retirar su licencia renovada, y no evitaba sentirse emocionada por lo que le espera en los días que se aproximan. Amy ya se había decidido, e iría a la otra ciudad para distraerse por unos meses, y proseguirá a conseguir un puesto como piloto comercial o privado; mas si no lo obtiene, trabajaría como azafata hasta tener una propiedad, un auto nuevo, y un hogar en donde educar a sus futuros hijos si es que llega a tener otra pareja estable; Amy ya lo tenía todo bajo control.

Para su salida con Shadow, Rose escogió una falda plisada color blanca, y una blusa azul junto a un cinturón de adorno; poco a poco se volvía una experta en escoger la ropa adecuada para cada situación. Se maquilló de manera ligera, y como siempre, se colocó sus accesorios los cuales eran muy importante para esta. De repente, mientras que ya estaba por finalizar, Vainilla toca la puerta de la habitación, a lo que Amy da permiso para que la señora ingrese.
Entonces, cuando la señora Vainilla entró, negó con la cabeza tras verla tan arreglada; Vainilla estaba muy molesta cuando le contó sobre lo de Shadow, pero ahora sólo podía darle consejos, mas no mandarle qué hacer.

—Te ves muy bien, Amy, aunque odio que sea sólo por ese idiota —comentó la mayor, a lo que Rose soltó una risita.

—Sólo quiere despedirse, mamá —dijo Rose terminando de ponerse un reloj en la muñeca.

—¿Después de todo lo que te dijo?

Tras la pregunta, Amy soltó un suspiro con cansancio, y decidió en contarle lo que esta le dijo también; le había contado todo, a excepción cuando se burló de Shadow sobre la madre de Silver.

—Ambos actuamos como unos idiotas —Vainilla estaba confusa por las palabras de Amy.

—¿Ambos? Que yo recuerde sólo fue él quien te ofendió de tal manera... asquerosa —dijo la mayor molesta.

—Cuando él vino ayer, yo me burlé de él sobre lo que me contó, sobre cuando la madre de su hijo los dejó solos a ambos —confesó Amy, dejando a Vainilla sin palabras; pero aun así habló.

—A simple vista se ve que ustedes dos son muy maduros, pero en realidad parecen dos niños que se pelean entre sí, y luego se vuelven a hablar porque saben que se necesitan el uno al otro —bromeó la señora.

—Es por eso que acepté su invitación —desvió Amy el tema—. Le pediré perdón por lo de ayer —informó.

—¿Y qué hay de él?

—Pues él vino para pedirme perdón, mamá; eso sí te lo conté —respondió Rose confusa.

—Lo había olvidado.

En ese momento, la joven Amy finaliza poniéndose un clip en sus púas las cuales estaban ya cuidadas, y decide tomar su bolso. Fue ahí en donde el timbre de la residencia se da a escuchar, dando a entender que Shadow ya estaba a la puerta. Rose miró con nervios a su madre ya que aún recuerda lo tan enfurecida que estaba cuando le contó todo, pero se alivió cuando Vainilla exhaló un suspiro, y le sonrió con confianza para que prosiga a darle un abrazo cálido. "Cuídate mucho, cariño"; dijo Vainilla después de haberle dado un beso en la mejilla.