Destino Inesperado [Shadamy]

Capítulo 33

En la oficina de Mephiles, el silencio había estado presente por muchos minutos los cuales parecían nunca tener fin para Manic, quien estaba sorprendido y sin palabras por lo que su amigo le acaba de contar. Este nunca lo había visto salir o mantener contacto con la señora Mary; pero ese no era el problema, el problema era que Manic nunca supo que Shadow era hijo de la señora dueña del aeropuerto privado, y ahora tenía más razones para odiarlo ya que, como él está al tanto de la eriza rosada, no tenía cuándo vengarse de ella. Y ahora, como sus planes con los hermanos Jet, Wave y Storm van bien, al fin Rose sería despedida de su trabajo.

Pasados los minutos, Manic aún no podía creer que Shadow era hijo de Mary; el erizo negro nunca dio a conocer tal información de él. Aunque, por un momento creyó que tal vez Mephiles se refería a otra persona; y por lo tanto, optó por preguntar para poder aclarar sus dudas las cuales se estaban apoderando de su mente.

—Y ese niño llamado Shadow que conociste, ¿Cómo era? —preguntó Manic.

—No recuerdo muy bien, pero era bonito. —respondió este riendo, a lo que Manic sólo forzaba una sonrisa.

—Por si acaso, no es un erizo negro con ojos rojos y rayas rojas, ¿O sí? —dijo el erizo verde nervioso a recibir un "sí" como respuesta, y Mephiles se encontraba sorprendido.

—¡Sí! El pequeño era así. —afirmó este, pero se dio cuenta de lo que ocurría—. Un momento, ¿Acaso lo conoces? —preguntó, y Manic asintió seriamente—. ¡¿Pero cómo?!

—Es piloto en el aeropuerto de mi ciudad. —informó este sin emoción alguna.

Mephiles estaba sorprendido ya que Mary nunca le había comentado que su pequeño estaba interesado en la Aviación; aunque, después de todo, cuando Shadow creció, Mephiles y Mary decidieron ya no volverse a ver, o eso fue lo que la mujer quiso, pues Mephiles aún quería ser su amigo pese a que ya no tenían ningún compromiso, pero Mary no aceptó.

Habían pasado años desde entonces, y este ya no sabía nada de aquella familia de erizos; hubo un tiempo en donde pensó que el aeropuerto privado de Mary había ido a banca rota, pero al escuchar las palabras de Manic de que ella ahora tiene hasta aeronaves en su empresa, realmente lo hizo quedar perplejo ya que cuando la conoció, a penas y tenía un Staerman.

—Vaya, nunca lo pensé; nunca pensé que ese niño iría a trabajar para uno de mis aeropuertos. —comentó Mephiles—. ¿Y sabes más información de él? —hizo otra pregunta.

—La verdad que no; ni siquiera sabía que su madre era esa tal Mary, espero que mis planes no se vayan al tacho de basura por ese idiota. —respondió Manic molesto.

—¿Has tenido algún problema con él?

—Nunca le hablé, pero está de novio con una azafata la cual me hizo perder la mercancía de esos jóvenes sicilianos; ¡La mercancía del Joven Cappelletti! Y tuve que culpar al jefe de vuelo y a otra aeromoza. —dijo Manic.

En ese momento, Mephiles se sintió inseguro de darle el permiso a Manic sobre de la nueva regla; pero no tenía opción ya que no tenía muchos amigos, el erizo verde era el único, y tenía miedo a perder esa amistad. Pero pensar en que la vida de Mary podría estar en peligro por la locura que se le acaba de venir a la mente a su amigo Manic, lo hizo sentir también muy preocupado y estresado; tras imaginar a Mary muerta de una manera dolorosa hizo estrujar sus sentimientos.

Entonces, Mephiles ya estaba sumergido en sus pensamientos; se preguntaba por qué aún se preocupaba por esa familia la cual no ha tenido contacto desde hacía décadas. Se preguntaba por qué se sintió feliz tras escuchar que el hijo de Mary trabajaba para uno de sus aeropuertos y que ahora había crecido mucho más de lo que pensaba. Mientras que Mary crecía en su negocio, este se había quedado estancado en su vida.