Destino Inesperado [Shadamy]

Capítulo 38

—Ya llegamos, señorita. —avisó el señor del taxi quien estaba llamando a Rose desde hace minutos.

Rápidamente, Rose reacciona, y sale de sus pensamientos; le entrega la cantidad de dinero adecuada, y agradece para que acto seguido, se retire del vehículo. "Qué tonta soy"; se dice Amy a sí misma al ver que el taxista intentaba llamarla, mas no hacía caso. Suelta un suspiro con aires de cansancio, y va en dirección hacia la casa de su novio, quien estaba en un momento conmovedor dentro de su casa junto a Silver, Mina y Mary.

Shadow no podía creer que la niña Mina se iría de la ciudad para poder ya hacer de sus composiciones un récord para la disquera la cual la había aceptado de inmediato tras ver que tenía estilo y muy talentosa. Mary estaba sentada en los muebles, hablando con Mina sobre todo el éxito que tendría si le pone esmero y mucha imaginación a su trabajo, a lo que Mina sólo asentía ya que tenía ganas de llorar.

Al principio, Mina se sentía triste ya que pensó que su madre no le dejaría permiso para hacer de sus sueños realidad, pero cuando Mary le explicó todo a la señora, dejó a Mina ir hacia la disquera; y ahora que la quieren para representar la disquera, se alegró mucho por ella. Shadow estaba triste; la razón por la que se sentía de esa forma es que casi siempre veía a Mina como su pequeña hermana.

Cada vez que Mina se quedaba a jugar con el pequeño Silver, era como ver a su hermana Maggie jugar con el erizo plateado el cual habría venido a ser su sobrino. Esa es la misma razón por la cual Mary le tomó mucho cariño a la niña Mina, le hacía recordar de su hija ya fallecida.

—Le ayudaste con el contrato, ¿No, Mary? —preguntó Shadow seriamente.

—Sí, Shadow; ella estará bien. —respondió Mary feliz.

—Bueno, niña, entonces te vas a otra ciudad. —dijo Shadow sin poder creer aún el tema.

—¡Así es! No saben cuán agradecida estoy con ustedes; son una maravillosa familia. —Decía Mina con ganas de llorar.

—¡Ay, cariño! No llores. Ya debes despedirte de Shadow ya que irás a alistar tus maletas ahorita. —mandó Mary, siendo comprensiva.

Mina se puso de pie, al igual que Shadow, y la niña lo abrazó ya que fue muy bueno con ella, y le brindó trabajo cuando pudo contratar a alguien con mayor experiencia. Ambos se separaron del abrazo, y se sonrieron como si se tratasen de dos hermanos.

—Voy a extrañar mucho al niño Silver, señor Shadow. Él estará bien, ¿no? —dijo Mina mirando a Silver, quien estaba mirando TV.

—Sí, Mina. Silver estará en buenas manos ya que yo lo cuidaré. Además, creo que ahora tendrá a una mami. —bromeó Mary mirando a Shadow, quien se ruborizó tras recordar a Rose, pero también pensó en su problema con ella.

Y justo hablando de Rose indirectamente, ella se aparece en la casa, llamando de la atención de los tres erizos y de Mina. Amy estaba a punto de gritar el nombre de Shadow para llamarlo, pero se da cuenta de los presentes. Rose se sorprende, y le sonríe a la niña Mina, quien mira feliz a Rose ya que ahora puede ser capaz de despedirse e irse a la otra ciudad tranquila. Shadow estaba nervioso al ver a la eriza rosada, y sólo miraba el suelo, mientras que Rose sólo se acercaba hacia ellos para preguntar del por qué Mina se encuentra ahí, y por qué Mary luce sentir felicidad.

—Buen día a todos señora Mary, Mina, pequeño Silver, y... Shadow. —saludó Amy, y respondieron al saludo; Silver con un abrazo, y Shadow con una nerviosa risita.

—¿Qué tal, linda? Sabes, Amy, estamos aquí para poder despedirnos de Mina. —informó Mary mirando a la niña ya mencionada, a lo que Rose se confunde.