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Caí rendida. Conseguí dormir 2 horas seguidas hasta que mi madre me despertó. Vi las llamadas perdidas, me comí un trozo de chocolate con pan, bebí agua bien fría y cuando terminé. La llamé.

-¿María? Ay María tu padre.. Ay por dios..-Decía Paquita llorando-.

-Mamá no me asustes ¿Que ha pasado? ¿Y el papa? ¿Está bien?

-Ay Marieta..-Decía llorando-. Vente para el hospital cuando puedas, no te asustes. Tú tranquila ¿Vale?

-¿Cómo que no me asuste? ¡Que pasa! -Contesté chillando y muy nerviosa-.

-Tu padre le ha dado un infarto, está bien.. dentro de lo que cabe, está en quirofano..

-Voy ahora mismo para allí. -Colgué-

Me quedé unos segundos bloqueada. En blanco. No podía ser.. ¿Mi padre? Si es el hombre más sano que conozco. Se me saltaron las lagrimas, aguanté cómo puede para no echar me a llorar y salí corriendo al coche. Me subí al coche y estaba tan nerviosa que no atinaba. Así que respiré.

-Tranquila María-. Me dije a mi misma en voz alta-. Piensa. ¿Taxi? ¡Taxi!

Llamé a un taxi y me quede en el escalón de fuera de casa a esperarlo. Intentando mantener la calma, pero ni sentada puedo estar. Camino de un lado a otro, se me hace eterno la espera. Tras escasos 10 minutos llega el taxi, y le indico que se dirija a toda prisa al hospital, imagino que pensó que estaba de parto, por que me llevo en tiempo récord. Cruzo Madrid en 15 minutos. Le pagué de más y le dije que se quedará con el cambio y salí pitando. Al preguntar en administración me guiaron hasta la sala de espera del quirofano. Hasta que atravesé todo ese pasillo, llamé a Carla para contar se lo, pero no me lo cogió, imagino que estaría ya en el avión. Cuando estaba escribiendo el mensaje, vi a mi madre y bloqueé el móvil sin llegar a enviarlo.

-¡Mamá! ¿Cómo está papá?- Pregunté mientras la abrazaba-.

-Ay niña, que susto.. Le dolía el pecho y se puso mu malo.. Llamé a una ambulancia y directo al quirofano. Le tienen que poner un muelle en el corazón o algo así, estoy tan nerviosa que no me he enterado de nada, hija. ¿Tu cómo estás? Tu no te pongas nerviosa que eso no le va bien a la niña... Tus hermanos están en la cafetería, han ido a comprar bocadillos.

Al momento apareció Paula y Lucas, con las caras serías, estaban preocupados. Como todos nosotros. Con bocadillos para los cuatro.

-Yo no tengo hambre.. no me entra.. gracias...-Dije moviendo me inquieta-.

-María come algo..-De verdad que no Paula, que no me entra..No me encuentro bien hoy, y con el susto del papa.. se me cerró el estomago.

Al llegar a mi oficina, me entregan el disco platino. Y recibimos una llamada, que tengo que volar a Las palmas, a recoger un premio. Que sienten que no se nos comunicara antes pero que tiene que ser si o si, esta noche y que tengo que presentar parte de la gala. Tras enfadar me bastante, no había tiempo que perder. La carrera a contrarreloj por llegar a Las Palmas, fui a casa y metí en la maleta rápido cuatro trapos y cuatro cosas,y el neceser que siempre dejo preparado para estos casos. Y salimos corriendo. Casi perdemos el vuelo.. Al aterrizar, me quedé sin batería y no pude llamar a nadie. Nos preparamos Juana y yo y organizamos todo para esa noche. Coordinarte corriendo con una peluquera, maquilladora, etc.. Pero Juana, como no. Siempre a la altura en las situación limite. Hay mucho trabajo, que la gente no ve. Y es muy duro. Hay prisas, nervios, agobios, impotencias, inseguridades.. Muchas cosas. Las horas pasan. Llegó la hora de entrar al recinto. Con un traje pantalón dorado, una calor.. Los pelos bufados por que no es Sara.. Es una chica que no conoce lo rebelde que es mi pelo. En fin. Un caos.

Cuestión de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora