-Me he quedado con hambre, pero ahora lo arreglo, le dije con descaro. -Le dije aguantándome la risa-.
Nos levantamos como si nada, como si no lleváramos una guerra dentro y nos fuimos. Sin duda alguna lo que más me gustaba de lo que estaba viviendo con María, era la pasión con la que vivíamos. Era un cúmulo de emociones constantes y los principios llenos de sexo no podían faltar.
Al llegar a la habitación me abalancé sobre María, la besé con ganas de hacerle el amor ahí mismo, a toda prisa. Ella se aparto me cogió la cara con ambas manos y me dijo..
-Aún queda una ultima sorpresa, cierra los ojos.
-Espero que cuando los abra estés desnuda... -Le dije mordiéndome el labio-.
Mientras Carla cerraba los ojos, salí corriendo al baño a cambiarme, me quite el traje, me quite toda la ropa interior y me puse el camisón que tanto le había gustado negro, me puse la chaqueta por encima tapándome y salí. Me acerque a ella y me aseguré de que no estuviera mirando. La besé y le dije que aún no podía abrirlos, en realidad quería hacerla sufrir unos segundos más. Ella me tocaba la cabeza y la cara, y me buscaba para besarme pero yo no la dejaba. El juego duro unos segundos hasta que la hora de la verdad llegó.
-Ya puedes abrirlos.-Le dije mientras me cubría con la chaqueta para que no viera el camisón-.
Cuando abrí los ojos, estaba delante mio cubriéndose con la chaqueta que traía, pero podía verle las piernas al desnudo, por lo que intuía que debajo lleva puesto algo o nada. No tuve reparo en acercarme a ella y quitarle la chaqueta de un solo movimiento. Bajé la mirada para mirarla y llevaba el camisón negro y los tacones. Ella cogió el extremo de el lazo que abrochaba mi quimono y tiro hacía ella. Dejando abierto por completo el quimono. Y dejando mi pecho expuesto a sus manos traviesas. Ella me besaba el cuello, y yo no podía pensar en nada que en hacerle el amor.
-¡Sorpresa! -Exclamó María-. ¿Te gusta?
-Tú eres lo que más me ha gustado, sin duda.
Baje mis manos por sus hombros hasta que deje caer una a una la tira del camisón. Quedó desnuda, enfrente mío, la llevé a la cama y nos fundimos en una pasión sin medida. Tracé una linea de besos por toda su espalda, dejando pequeñas coordenadas para no perderme. Le mordí el cachete del culo con ansias, ella se dejaba llevar entre mis manos. Terminamos de hacer el amor y nos quedamos tumbadas, recuperando el aliento perdido. María descansaba apoyada en mi pecho.
-Estoy enamorada de tus manos mi amor..-Decía María tocándome las manos-
-¿Sólo de mis manos? -Le dije riéndome-. ¿Soy te esclava sexual o que? jajaja
-No amor -Decía riendo a carcajadas.- Pero son delicadas, fuertes, hacen música, hacen magia y me hacen morir de placer. Pero de ti.. ¿Quien no se iba a enamorar de ti?
-¿Estás enamorada de mi? -Le dije acariciándole la cara.-
María se empezó a reír y subió su cabeza a la altura de mi boca, me miraba a los ojos y pestañeaba despacio. Se quedó unos segundos callada, me dio un beso y me dijo..
-Voy a bañarme ¿Te apuntas? - Mientras le ofrecía mi mano para levantarse.
-Eso ¡Huye! Cambia de tema si jajajaj.-Le dije mientras le cogía la mano para levantarme-
Entendí que obviamente no me quiso contestar, así que no insistí más.
Caminamos hasta la bañera abrazadas y besando le los hombros, llené de agua caliente la bañera y María iba echando jabón para hacer mucha espuma. Pensé que sería romántico añadirle flores, así que fui en busca del ramo y añadí pétalos de rosa a esa grandiosa bañera. Luego me metí y ayudé a María a entrar en ella. Ella se tumbo de espaldas encima de mi pecho. Ahí estuvimos acariciándonos, mirándonos, charlando de cosas intimas y besándonos. Cuando el agua se empezó a enfriar, decidimos salir. Nos secamos cada una con una toalla, ella se puso el camisón negro que tan poco tiempo le había durado puesto y yo me puse una camiseta vieja. Nos metimos en la cama y nos pusimos a ver una película mientras comíamos chocolates del minibar. Así finalizó una noche perfecta.

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Cuestión de piel
عاطفيةHistoria de amor entre dos chicas. Viven al máximo todas las emociones de forma muy visceral. ¿Te atreverías a descubrir más? Sumérgete en este libro, cada capitulo te enganchará más.