Este capitulo es muy largo. Si lo empiezas a leer date tiempo, no vaya a ser que lo dejes a medias... :)
Caminamos de vuelta al coche, con el paso algo más acelerado, por el frío y volvimos a casa. De camino a casa, María sonreía todo el rato. Al llegar al garaje nos encontramos en la misma encrucijada.
-Amor ¿Lo metes tú?
-Por que no aprovechas que estoy contigo aquí y lo intentas.. ¿Y si un día no estoy?
-Lo dejo fuera..
-Si hombre – Le dije entre risas-. Va.. Intentalo ¡Puedes hacerlo!
Hice caso a Carla, y muerta de miedo por si lo rallaba lo hice. Dejando me guiar un poco por ella.
-Acercate más a la pared, que aún no le das..-
-¿Ya? -Más-. -Vale ya-. Ahora tiras un poco para delante y enderezas..
Seguí sus instrucciones y lo conseguí meter a la primera.
-¡Yes! ¡Lo he metido! -Exclamó contenta-.
-Te lo he dicho, no es difícil.. hay que pillar le el punto para no rallar el coche, pero oye lo has hecho genial..
-Bueno por que he tenido tu ayuda..
-¿Me merezco un beso no? -Le dije poniendo le morritos-.
-Me encantaría besarte y hacerte el amor, a partes iguales. Pero no va a poder ser.. -Dijo con picardía mientras subía las escaleras desprendiendo sensualidad-.
-¿Cómo eres así de mala? No me puedes decir eso.. y pensar que te vas a ir de rositas.. ¡Menuda provocación!
Subí las escaleras y me pegué a ella acariciando sus caderas mientras caminábamos.
-Me vuelves loca mi amor..
-Y tú a mi, pero no voy a dejar que ese labio sangré una vez más por mi culpa. Así que se acabaron los besos por hoy.. Por mucho que me duela.. -Decía acariciando me la cabeza, con sus brazos por encima de su cabeza-.
-Me voy a dar una duchita entonces.. -Le dije separando me de ella y desabrochando con sutileza la cremallera del mono.
María me miraba y notaba como se ponía nerviosa. Se mordía el labio y se cubría los ojos con la mano, pero abriendo los dedos para poder seguir mirando.
-¿Me ayudas? Es que con la mano.. -Le dije con picardía-. No puedo sola..
-Eres una provocadora.. ¿lo sabes? Ven..
Se acercó a mi y me desnudo con cuidado, yo seguía mirándola sonriente y poniéndole morros. Por si se animaba.. Ella se reía y desabrochaba la cremallera, me sacó el hombro con cuidado y luego el otro. Dejo caer el vestido al suelo y me quito una a una la tiras del sujetador. Después, lo desabrochó y lo tiro al suelo. Yo me cubrí el pecho con una mano. Con la otra me quité el tanga despacio y se lo puse en la mano.
-Toma. Me voy a duchar-. -Le dije poniendo lo encima de su mano y guiñándole un ojo-.
Avancé unos pasos hasta la ducha, y noté como María se volvía loca de deseo por seguirme. Se tocaba la cara, me miraba mientras se mordía el labio y negaba con su cabeza. Yo me descojonaba. No iba a ser ella la única que jugara con fuego. Así que la provoqué hasta que no se pudo resistir, y se metió en la ducha conmigo.
-No.. Tú ahí quiete cita.. que te veo venir..
-¿No necesitas ayuda para enjabonarte? -Le pregunté mientras enjabonaba mis brazos con delicadeza.
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Cuestión de piel
RomanceHistoria de amor entre dos chicas. Viven al máximo todas las emociones de forma muy visceral. ¿Te atreverías a descubrir más? Sumérgete en este libro, cada capitulo te enganchará más.