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En el transcurso de los días, ambas retomamos nuestras rutinas. Yo cada vez me encontraba mejor, las heridas cicatrizaban mejor, y la mano cada vez, me dolía menos. Aun tenía pendiente la visita con el doctor, pero estaba esperando que me avisara cuando tuviera un hueco para desplazar se a mi casa. Durante los días que pasamos en Madrid, me reuní con un montón de amigos. Me puse al día con ellos ahora que tengo tiempo libre y cenamos un par de noches fueras. María vino alguna vez a cenar con nosotros, pero estaba bastante ocupada con su trabajo, y sus amigos. Nos veíamos bastante, y dormíamos casi todas las noches juntas. A mis amigos más íntimos, les conté que estaba saliendo con ella. Después de pasar todo el día componiendo, y creando con mis músicos. Me preparé y me fui a casa de María. Ahora que tengo llaves le voy a preparar una sorpresa. Al llegar a su casa, y abrir con las llaves, me sentí en calma, algo nerviosa, pero no tenía la sensación de estar colando me en su casa. La sentía una parte de mi. Le dejé muchos versos escondidos por casa, dentro de unos pequeños sobres de color blanco. Después puse las flores en agua y le escribí una carta para dejarla al lado del ramo.

"Mi amor.

Al entrar en tu casa y no estar tú, he notado tu ausencia. El aire corre libre, pero sin prisa. Las flores brillan menos, sin tus ojos apuntando a ellas. Al entrar en tu casa y no estar tú, te echado de menos. Más, de lo que ya te extraño, si a caso eso es posible. Me siento eternamente agradecida al desorden que me hizo encontrarte. Aquél café pendiente, y aquella prisa entre el plato. A todo ese caos, de idas y venidas, que me hizo enamorar me de ti. Mientras te escribo esta carta, para acompañar estas flores. Pienso en ti. En tus manos acariciando me el alma, y en tus besos pellizcando me las entrañas. Cuando me extrañes, busca me. Busca me por toda la casa. Te he dejado versos escondidos y besos pendientes.

¡Te quiero! Firmado,Carla."

He querido dejar le este detalle, ya que vamos a estar unos días sin vernos. Tengo que volver a Málaga, para visitar me con el doctor y trabajar desde casa. Y ella, estará unos días aquí, hasta que pueda compaginar lo con el trabajo y bajar. Así que cuando llegué agotada a casa, extrañando mi ausencia. Me sentirá más cerca con esos versos. Al terminar, fui al baño, y con carmín le escribí en el espejo.

"Guardo un te quiero en la boca, para cuando puedas volver a por el"

Dejé una tableta de chocolate negro en su mesita de noche y una botella de vino en el armario de la cocina. Ambos con notas incluidas. Así desde la distancia, le puedo indicar donde esta lo que necesita, y no dejar de sorprenderla. Cuando acabé, me paso a buscar Peter, y nos fuimos rumbo a Málaga. Esta vez en coche. Por que no encontramos billetes de avión.

Desde que, oficialmente Carla y yo, somos pareja. Hemos tenido tiempo de todo, de estar separadas y quedar con nuestros amigos, de dedicar nos a nuestra vida y compartir la vida en común como pareja, hacer planes con amigos e ir juntas, Y pasar tiempo a solas. Estos días se me han pasado volando, ente una cosa y otra. Reuniones, radio, trabajo.. entrevistas.. Pero aún así hemos pasado gran parte del tiempo juntas. ¡Que felicidad! Que las cosas vayan bien. Estos días, Carla se baja a Málaga, y yo me quedo unos días más en Madrid. Pero estoy feliz. Porque a pesar de estar lejos, la siento más cerca que nunca. Volví a casa después de pasar todo el día en la oficina. Al abrir la puerta, desde el recibidor podía intuir que Carla había estado ahí, por alguna extraña sensación que no puedo explicar, sentía que ella había estado en casa. Al entrar en el comedor, y ver las flores sonreí. Fui directa al ramo, olerlo, tocarlo y sentirlo. Fui a la cocina, me serví una copa de vino y me senté en la terraza a leerla. Me dio un pellizco en el pecho, aquellos versos. Me fui contenta a la ducha, en el baño me encontré el espejo con un mensaje color carmín. Y ya no podía con tanta felicidad. Me hice una foto con el albornoz entre abierto, enseñando pierna, y tapando me el pecho con una mano, y se lo envíe a Carla.

Cuestión de pielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora