Se nos pegaron las sábanas esta mañana, entre que nos despertamos tarde, por que nos acostamos tardísimo. Lo que nos ha costado salir de la cama y dejar de hacer el amor, la ducha conjunta, que siempre se alarga.. Llegamos tarde a recoger a mis padres, quedamos que los pasaríamos a buscar para ir a comer juntos.
-Carla.. ¿Has sacado las maletas? -Ostia.. no..-
-Pues llevamos el maletero hasta los topes.. tendremos que volver a dejar las, no vamos a dejar el coche en la calle con las maletas dentro..
Cuando llegamos al hotel, llamé a mi madre para que saliera a la puerta, se tuvieron que sentar los pobre entre alguna que otra maleta. Mi madre no me echó la bronca por la tardanza, por que me echaba de menos, sino.. con el carácter que tiene..
-¿Donde vamos a comer? -Preguntó mi madre-.
-Pues tenemos que pasar por casa un momento a dejar todo eso.. luego podemos ir donde queráis..
-Las horas que son ya.. en ningún lado nos van a dar de comer.. Vamos a tener que pedir comida de esa que os gusta a vosotras.. eso de los chinos..
María y yo cruzamos miradas y sonreímos.
-¿Japones? -Eso-. -¿os gusta? -No mucho, pero el arroz si.. así que eso comeremos tu padre y yo.. y algo de pollo de ese que tiene salsa..
Al llegar a casa, mi padre nos ayudo con las maletas. Lo primero que hice fue sacar toda la ropa y poner la a lavar. A mis padres les compré un jarrón precioso, que tanto le gustan a ella. A mis hermanos, les compré ropa, un par de sudaderas y unas gorras. Y a María le compré un montón de chocolates, tequila y un anillo con una piedra tallada a mano, muy esotérico. Que canalizaba las energías. Así que hice entrega de los presentes y me quede observando como lo abrían..
-Uy y este anillo.. ¿Como lo interpreto? ¿Hay algo que quieras decir me amor?-Decía burlona-.
Yo me reía antes sus ocurrencias y le contesté.
-Si te estuviera pidiendo matrimonio, no lo haría con esta desgana.. me lo curraría más.. -Le dije besando su mejilla-.
Mi padre se echo a reír.
-Si eso pasa, te doy algún consejo.. que con tu madre me funcionó. -Contestó riendo-.
Todos nos empezamos a reír.
Mientras llegaba el repartidor con la comida, me apresuré en poner lavadoras.. Guardar las guitarras en el estudio, y sacar la ropa limpia de la maleta. Al volver a la cocina, mi padre estaba contando chistes malos con María, que resultó ser una experta. Mi madre me sonrió y se acercó a mi.
-Te echado mucho de menos.. -Abrazándome-.
-Y yo a ti mamá..
Nos pusimos a comer, y mis hermanos llamaron, que se acercarían por la noche a cenar, que por ahora, tenían planes para comer. Nos pusimos al día con mis padres, ellos me contaros, todo lo que me había perdido en este tiempo atrás, y yo les contaba anécdotas del viaje, en medio de la conversación Lucas llamó a María por video llamada.
-¡Hola tata! Dile hola Lucía.. -Decía enfocando a su hija-.
-Me muero de amor, que bonita es..-Dije al acercar me a mirar-.
-Hola mi amor.. ¿Cómo esta mi niña mimada? Te echo de menos..
-¿Sabes qué tata? La semana que viene, para el cumpleaños de la abuela, vamos a ir a visitaros..
-¿En serio? Hay que emoción.. Pero ese día yo trabajo.. A ver si me lo puedo cambiar..
-Estaremos un par de días al menos, no te preocupes.. Así pasas tiempo con la niña.

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Cuestión de piel
RomanceHistoria de amor entre dos chicas. Viven al máximo todas las emociones de forma muy visceral. ¿Te atreverías a descubrir más? Sumérgete en este libro, cada capitulo te enganchará más.