Para poder enfrentar a Gil-Garald y al Imperio Varione, decidieron dividirse en dos grupos. El primero, conformado por Sesmar, Elemor, Niriliane, Yiovenni, Ambarea, Marc y Nishel se encargarían de la defensa en contra del Imperio. El resto tendría que buscar a el Ojo, que por alguna razón se escapaba a los Viajes Astrales.
Miriam fue enterrada junto a Valentina en el Valle. Aunque se había llenado de odio ella fue su amiga y luchó contra el dragón.
Después de una noche debatiendo sobre que hacer, Sesmar concluyó que la espada de Hámzterdan debía ser escondida en Nueva Bern, asi si Gil-Garald atacaba por sorpresa a Bern no obtendría tres espadas, si es que las seguía buscando.
Andrew decidió que ya estaba cansado para ir en busca de aventuras y prefirió dedicarse de lleno a su restaurante. Pixie se quedó con el.
El viaje desde Bern hasta la costa de Viento Cortante fue lento y fastidioso. Se toparon con bandidos y también con unos pocos soldados imperiales.
Al llegar a la costa estaba lloviendo fuertemente. Ir en barco hacia la Isla era algo muy arriesgado.
—Tendremos que esperar a que amaine la tormenta —Comentó Ludwig —No es divertido hacer un viaje marítimo cuando llueve.
—Perderíamos tiempo que no tenemos. Congelaremos el agua a nuestro paso. —Sentenció Galaiz.
Alerión y Galaiz tocaron el agua de la playa con sus pies y esta solidificó.
—Caminen rápido. Seguramente el hielo se termine rompiendo o derritiendo bajo nuestros pies. —Advirtió Alerión.
Las olas golpeaban con fuerza el hielo, que se resquebrejaba con facilidad, cosa que preocupaba a todos menos a Galaiz. El parecía irradiar confianza.
Nicole se resbaló y se cayó de frente, fracturando el hielo. Anaid la sujetó y la sacó del agua rapidamente.
—Cuidado. Esto será de lo menos peligroso que hagamos estos días.
En catorce horas lograron llegar a la costa de Isla Lukai. En todo ese tiempo la tormenta no había hecho sino tomar fuerza. No parecía natural. Galaiz y Alerión se quedaron dormidos a los pocos minutos de descansar de la caminata. El esfuerzo sobrehumano seguramente los había dejado totalmente extenuados.
En doce horas ya estaban preparados para continuar, pero el hambre era inmensa y se detuvieron por otras dos horas para comer.
—¿Y ahora? ¿Hacia dónde? —Preguntó María.
—Cerca de las montañas se debilita mi visión astral. Hacia allá debemos ir —Respondió Alerión.
El grupo se levantó y se dirigió hacia el Noreste. Tenían que pasar por un bosque muy profundo antes de llegar a la falda de la montaña.
—Esa montaña se llama la Montaña de la Luna Azul creo —Comenta Luis —O al menos algo parecido.
—¿Por qué se llama así? — Preguntó Diego.
—Se dice que en las noches de luna llena la montaña refleja la luz en un tono azulado —Respondió Luis.
—Hay ruinas antiguas por toda la montaña. Podríamos aprovechar... —Empieza diciendo Ludwig.
—No —Niegan todos a la vez.
El viaje por el bosque fue lento y fatigoso. Aunque estaba nublado el calor era insoportable. Batallones de mosquitos los asediaban en todo momento. Los árboles estaban muy pegados y el paso era complicado. Ramitas pequeñas se introducían entre los espacios de las armaduras, puyando y raspando la piel.
En dos semanas lograron llegar a la falda de la montaña. Desde donde estaban no veían el pico de la misma.
—Ahora. Empieza el ascenso. —Sentenció Alerión.
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Lexodia
Fantasy¿Qué pasa cuando el destino del mundo descansa sobre los hombros de un grupo de amigos? ¿Qué sucede cuando un dragón oscuro vuelve a la vida? ¿Qué se puede hacer para hacerle frente? Lexodia es una novela en la que un grupo de amigos se embarca en...