Frío, Enanos y Serpientes

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Galbam, Barnelo...

Galbam se encontraba solo en las calles de Barnelo sin guía, sus ropas típicas de Viento Cortante (una túnica azul sin capucha, un pantalón corto color marrón oscuro y sus guantes y botas de cuero) resaltaban mucho con las del resto de personas que estaban muy abrigadas.

Estaba empezando a nevar y Galbam estaba pagando caro la falta de protección contra el frío, sentía que los huesos se le congelaban.

Un niño lo jaló de la túnica.

—Ho-Hola niño—Tartamudeó Galbam mirando al niño—¿Qué qui-quieres?

—Tome señor—El niño le ofreció un abrigo hecho de piel de reno—Me llamo Darío.

—Mu-mu-muchas gra-gracias Darío—Tartamudeó Galbam tomando el abrigo y dejando cincuenta monedas en la mano del niño.

El niño miró emocionado las monedas y se fué al mercado.

Galbam se dirigió al mercado de la ciudad para contratar a un guía o un mercenario que lo llevara hasta Paramo Desolado.

Cuando estaba llegando escuchó gritos de personas que gritaban: ¡Ladrón! Al parecer los estaban robando.

Lo que había sucedido era que un "busca-tesoros" llamado Ludwig se había introducido en la casa de un ríco coleccionista para tomar un diario, pero lo habían pillado y ahora estaba huyendo.

Cuatro soldados perseguían a Ludwig, el cual corría por los tejados de las casas, se metía entre las chimeneas y trepaba por las paredes, así estuvieron por cuatro minutos, hasta que Ludwig se escondió en un montón de heno en un establo.

—¡Debe estar por aquí!—Exclamó un guardia mientras pasaban buscando a Ludwig.

Tras un rato de haberse ido los guardias, Ludwig salió de su escondite y guardó en su bolsillo el diario que había tomado.

—¡El tesoro de Shinka será mío!—Se jactó Ludwig.

—Parallopizea inferus—Susurró Gabo alzando la mano hacia Ludwig al verlo salir.

—¿¡Qué diablos!?—Exclamó Ludwig al caerse por que se le paralizaron las piernas—¿¡Quién eres tú!?

—Alguien que podría requerir de tus habilidades en un viaje—Respondió Galbam—

—¿A dónde vas a ir?—Preguntó Ludwig con un brillo de emoción en los ojos.

—Al Más Allá—Respondió Galbam como si fuera lo más simple del mundo.

María y Luis, Frott...

María y Luis habían llegado a Frott acompañados por Dûk, Dûr y los soldados restantes.

Dûr y Dûk habían pedido una audiencia con el Rey enano Darrek, al ser ambos hermanos de muy alto rango en el ejército de Frott, el Rey los aceptó de inmediato.

Dûr y Dûk le mostraron al Rey Darrek la espada de Vag y le hablaron sobre la ayuda que María y Luis, por lo tanto el Rey les dió una medalla a ambos, apoyo monetario y muchas provisiones para su viaje, además de dos caballos más.

Resulta que el Rey Darrek fue amigo de Duran durante sus infancias y estaba familiarizado con la historia de Gil-Garald, por lo tanto estuvo muy feliz de poder ayudar.

Después de eso volvieron al lugar donde estaba Marc.

—¿Mataron a Vag?—Preguntó Marc al verlos llegar.

—Si, tomamos su espada y lo dejamos tirado en el suelo—Contestó Luis mientras tomaba asiento cerca de el.

—¿Ya estas mejor?—Preguntó María tras saludar.

—Un poco, lograron sacar la flecha y vendaron la herida—Explicó Marc.

—¿Crees poder seguir?—Inquirió Luis.

—Precisamente ahora no, tal vez en unos días pero no quiero retrasarlos—Respondió Marc.

—Nosotros partiremos pronto, el Rey Darrek sabe que vienes con nosotros y te dará un caballo y cuando puedas partir buscanos en Machina—Explicó María.

—Está bien—Finalizó Marc.

Ramen, Diego, Ferol, Garvir y Durmir, Camino a Vitall...

Habían pasado dos semanas y estaban muy cerca de llegar a Vitall, si te trepabas a la copa de un árbol podías verla.

—Nouse ile tresf mour du Vitall—Comentó Durmir.

—Nosotros estamos a tres horas de Vitall—Tradujo Garvir.

Una sombra pasó rapidamente frente a el grupo.

—¡Shift! ¡Agachense!—Ordenó Garvir.

—¿Qué es eso?—Preguntó Ramen desenfundando sus katanas.

—Naga—Respondió Ferol adivinando.

Una serpiente gigante salió de entre los árboles y atropelló a Diego, el cual salió volando unos metros y se golpeó con el tronco de un árbol.

Ferol sacó una daga y le hizo un feo corte a la Naga, de cuya herida comenzó a brotar sangre verde que parecía acida.

La Naga le propinó un coletazo a Garvir, haciendolo caer y soltar su lanza, mientras, la Naga rodeó a Ferol para asfixiarlo.

Ramen se lanzó sobre la Naga y le hizó una serie de cortes en la cara, pero la Naga lo mordió un poco arriba de la cintura y sus dientes llenos de bacterias estaban infectando la herida.

Durmir alzó y movió sus manos rapidamente, ramas y raíces comenzaron a acuchillar y a atravesar a la Naga, Ferol aprovechó para safarze del abrazo mortal y Garvir atravesó la cabeza de la Naga con su lanza.

Con dificultad subieron a Ramen a un caballo y todos juntos partieron hacia Vitall a toda velocidad.

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