c ó m o d o y s e g u r o - s e g u n d a p a r t e

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-"Nada de ropa"- bromeó, pero aun así buscó mis ojos por una aprobación. Asentí, y levanté mis brazos lejos de su cuerpo, sobre mi cabeza, dándole el permiso que necesitaba. Pude ver el alivio grabado en su cara cuando se deshizo de mi camisa, y estaba bastante seguro de que lo había dicho en broma, para ver cómo reaccionaba. Afortunadamente para ambos, nunca habíamos querido nada más.

Saco mi camisa con facilidad, la arrojó por encima de nuestras cabezas hacia algún lugar en la habitación sin cuidado. Me miró y pasó su mano por mi pecho, con las yemas de sus largos y delicados dedos que parecían patas de araña. Rozó mis pezones suavemente, haciendo cerrar con fuerza los ojos al mismo tiempo que juntaba sus labios con los míos de nuevo.

Empezamos a besarnos más fácilmente esta vez, sus manos me exploraron de nuevo. Finalmente se abrió paso a mis boxers, tomándose su tiempo, con el fin de que no pareciera que ese era su principal objetivo. Una vez ahí, sus dedos bailaron y se presionaron entre el elástico, bajandolo por mis redondas caderas lentamente, pero sin quitarlo por completo. No fue hasta que rompió el beso, me miró pidiendo permiso y yo gemí un 'sí', que los bajó por completo, el aire frío hizo su camino a través de mi piel.

Ya no me sentía nervioso de estar desnudo ante Gerard; ya había visto anoche todo lo que tenía por mostrarle. La habitacion estaba iluminada ahora, así que cualquier imperfección que tuviera sería visible, aunque no parecía importarle a Gerard. Una vez que solo vestía con mi piel y obedecía la única regla de su apartamento, se tomó el tiempo para pasar suavemente sus manos por mi cuerpo, sus ojos caminaban lentamente por todos lados.

-"Eres hermoso"- dio paso a su nueva fase favorita, enterrando su cabeza en mi cuello y susurrandola en mi oído. Sentí que me sonrojaba, y lo alejé con unos ojos relucientes y una solicitud astuta.

-"Tu turno."-

Sonrió de vuelta y llevó su atención lejos de mi cuerpo. Se recostó sobre su espalda, dejándome con un vacío que necesitaba llenar. Se desabrochó los pantalones, bajando la cremallera suavemente. Al igual que la noche anterior, su pene salió casi de inmediato, y vi que estaba medio erecto. El mío estaba casi completamente erecto, era mucho más fácilmente de estimular que el suyo. Todo seguía siendo tan nuevo para mí, incluso los besos y los toques suaves me hacían ponerme duro al instante. Y eso que Gerard ni siquiera me había tocado 'ahí' todavía. Sólo mi pecho y mis hombros.

Se quitó los pantalones, haciendo ángulos poco habituales con los codos hasta que finalmente se deshizo de la mitad inferior de su ropa. Volvió su atención hacia mí, su aún vestido pecho estaba sobre el mío. Me miró con inquietud, lanzando miradas hacia sí mismo y me tomó un tiempo darme cuenta de que quería que me deshiciera de su camisa por él. Una vez que capte el mensaje, fue cuestión de segundos antes de que también su camiseta estuviera sobre el suelo de la habitación.

Gerard se miraba un poco diferente desnudo con la luz del día iluminando su cuerpo. Su piel se veía mucho más pálida, y eso es mucho decir, teniendo en cuenta que era muy blanco. Pasé la mano por sus bíceps y por encima de su hombro, tocando la suave textura color marfil y maravillándome internamente por su increíble parecido al mármol. Estaba revestido por la piedra sagrada, pero eso no lo hacía parecer un Dios Griego. Ahora sus imperfecciones estaban mas expuestas que nunca.

Vi arrugas sobre algunas partes de su piel que no había visto en la oscuridad, junto con la falta de uniformidad en torno a marchas de resequedad en su cintura. Vi la forma en que su piel extra se doblaba y caía sobre su cintura, y alrededor de su pecho. Incluso vi pequeños rastros de pelo en el pecho -algo que no note anoche y a lo que era relativamente indiferente. Estaban juntos en el centro de su pecho, rizos oscuros que se arrastraban tan minuciosamente sobre sus pectorales. También tenía un pequeño camino circular alrededor de su ombligo, lo que llevó a su vello púbico del mismo tono, pero mucho más grueso. A pesar de la aparente fealdad de algunas de sus características, no podía dejar de verlo. Quería ver todo en él, lo bueno y lo malo. Eran una parte de él, y yo aún estaba tratando de comprender el hecho de que lo estaba viendo desnudo.

1. the dove keeper (frerard) *traducción*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora