Las siguientes semanas estuvieron tan abarrotadas que solo fracciones de recuerdos se unieron en mi mente y resonaron con algún significado. Era como si alguien hubiera roto un jarrón, fragmentos esparcidos peligrosamente sobre mi vida y la de todos los demás. Cada vez que dábamos un paso adelante, nos atrasabamos a nosotros mismos, rosales de sangre que florecían a nuestros pies. Todo estaba tan disperso, irregular y condensado que no sabíamos qué hacer. Había muchas cosas que hacer, y tomó un tiempo antes de comenzar a limpiarnos los pies, colocar vendas donde se necesitara y comenzar a recuperar nuestras vidas.
Hubo muchas cosas que me ayudaron a recuperarme. Mi cámara era la principal, mi dedo todavía se retorcía sobre el botón. Aún tenía que revelar mis rollos y seguía sin saber dónde encontrar una habitación obscura, pero no dejé que eso me detuviera. Mi salida creativa se ralentizó en algunos aspectos por el ajetreo y el bullicio de reparar nuestras vidas de nuevo, pero mi cámara siempre estaba ahí, siempre presente, y siempre recordándome de qué estaba hecho. Estaba hecho de verdad, y aunque tenía que luchar con mentiras, era mi única forma de triunfar.
Jasmine era ese otro aspecto en mi vida que me ayudó a recoger las piezas rotas, a veces de manera bastante literal. Ella y yo estabamos bien; mejor que bien. Éramos amigos nuevamente, y solo amigos. Estábamos cerca, al igual que Vivian y Gerard, cogidos de la mano y ocasionalmente nos robábamos un beso en la mejilla o en la frente cuando era necesario. Hacíamos esas cosas tiernas de vez en cuando, pero seguían sintiéndose demasiado incómodo, demasiado íntimo. Las imágenes de su cuerpo desnudo todavía estaban frescas en mi mente, junto con el hecho de que había estado dentro de ella. No podía olvidar algo como eso, y había momentos en los que la chispa que sentíamos entre ellos se sentía mucho más que una simple chispa. Era como un pegamento, atrayéndonos y haciéndonos quedar juntos, haciéndome querer hacer las cosas que hacía antes con ella. Era tanto sexual como emocional, aunque el lado emocional del asunto no se presentaba exactamente cuando tenía que cruzar las piernas y tener pensamientos no-sexuales mientras nos sentábamos en el sofá a ver televisión.
Una vez que la escuela empezó de nuevo, ella había adquirido la costumbre de venir a verme todos los días después de terminar con la tortura. Al principio me había sorprendido y emocionado. Mis días solían estar llenos de reuniones, citas, testimonios y preguntas. Era estresante, por decir poco. Mi madre era la que me arrastraba a todas partes la mayoría de las veces, y tan pronto como regresamos, ella salía por la puerta de nuevo, necesitando espacio para respirar. Me dejaba solo en la casa, atrapado dentro de una prisión. Fue difícil para mi energía creativa fluir tras las rejas, no importaba si era invisible o metafórica, y después de largos días, aunque quería tomar fotos, el sofá parecía mucho más atractivo. Había estado boca abajo en una de las lujosas almohadas de mi madre, profundamente dormido (y probablemente babeando) cuando escuché por primera vez el timbre y casi había optado por no hacerle caso. Sólo me desperté porque Jasmine podía verme dormir desde la ventana delantera, y se negaba a irse. Me dijo que había estado llamando durante al menos diez minutos antes de que finalmente abriera la puerta. Había mucho sueño aferrado a mis ojos cuando la vi, incluso pensé que ella también podría ser un sueño.
-"¿Por qué no solo me dejas dormir?"- Bromeé, ambos nos sentamos en el sofá.
-"Porque eso es algo que Jason haría. Holgazanea todo el maldito día y luego duerme un poco, sin hacer absolutamente nada"-, dijo ella, poniendo los ojos en blanco. -"Sé que eres mejor que eso, así que levantate y habla conmigo"-
-"Al menos eso es algo productivo"- bromeé, pero resultó ser menos una broma de lo que había imaginado.
Hablar y estar cerca de Jasmine era productivo, por no mencionar gratificante. Me mantenía al tanto de lo que sucedía en la escuela, mientras yo la mantenía informada sobre lo que sucedía en mi caso. La mayoría de las veces, su contribución superaba la mía. Me sentía tan desconectado cuando hablaba sobre lo que se suponía que debíamos aprender en matemáticas (descubrí que teníamos la misma clase de matemática, en diferentes momentos), pero sabía que era mejor para mí quedarme en casa. La escuela se había enterado sobre lo que estaba pasando, y aunque no era un estudiante estrella, hicieron excepciones conmigo. Aún debía presentar algunos exámenes, me lo aseguraron, pero me estarían enviando las tareas para hacerlas por mi cuenta. Jasmine era su mensajera, pero también traía otras noticias mundanas.
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1. the dove keeper (frerard) *traducción*
FanfictionFrank es un muchacho de diecisiete años de edad que no quiere crecer y tiene pequeñas aspiraciones para cualquier cosa más allá de estar parado afuera de la tienda de licores local y emborracharse. Pero cuando conoce a Gerard, el viejo y conocido ar...