No estoy seguro de cuánto tiempo estuvimos en el centro de la habitación. Nuestros estremecimientos comenzaron a calmarse, el viento no nos golpeaba cada vez que respirábamos delicadamente. Poco a poco nuestros brazos comenzaron a soltarse, nuestros cuerpos comenzaron a desenlazarse uno del otro y comenzamos a respirar normalmente de nuevo hasta que finalmente estuvimos parados uno frente al otro, sonriendo. Los dos queríamos decir 'te amo', pero no era necesario. La expresión y el significado que habíamos mostrado con el ave llegando a su hogar fue suficiente emoción por el día. Después solo pudimos continuar con nuestras declaraciones aleatorias. Nos separamos en el momento justo, un golpe repentino sonó en todo el apartamento. Sentí que mi cuerpo se tensó ante la invasión, temiendo que alguien me hubiera visto desnudo en el balcón y ahora habían llamado a la policía. Las cejas de Gerard incluso comenzaron a fruncirse en su frente, hasta que siguió un ruido familiar.
-"Gerard"-, sonó la voz femenina, tocando un acorde dentro de mí. Incluso antes de que gritara su nombre, sabía quién era. -"¡Es Vivian!"-
Dejé escapar el aliento que estaba conteniendo. Estábamos a salvo.
No sabía exactamente por qué Vivian vendría a vernos. Era sábado por la mañana, y supuse que los usuales desayunos con Gerard se habían suspendido teniendo en cuenta las graves circunstancias que caían sobre nosotros. Con el simple sonido del conocido tono, la cara de Gerard se iluminó, como si lo hubiera estado esperando todo el tiempo. Se apartó de mí, acercándose a la puerta.
-"¡Un segundo, Viv!"- A pesar de que Gerard estaba a espaldas de mí, podía sentir su felicidad emergiendo. Su mejor amiga estaba afuera, su amante estaba adentro, y el ave había regresado. Estaba siendo un gran día para Gerard, y solo iba a la mitad. Pero todavía encontré algo muy mal con la situación.
-"Umm, ¿Gerard?"- Lo llamé, aún parado en el lugar donde me había dejado. Podía sentir el aire en el apartamento, aunque no era frío, envíar un escalofrío a través de mi cuerpo desde las áreas que su cuerpo solía cubrir. Mi carne desnuda aun estaba expuesta, y recogía gotas de sudor en algunos puntos de nuestro abrazo.
-"Hmmm?"- murmuró, su espalda aún estaba hacia mí.
Suspiré, riéndome un poco de mí mismo ante la situación mientras hacía mi voz un poco más severa. -"¿Crees que sea adecuado abrir la puerta?"-
Por fin, mi comentario pareció registrarse, y él giró su cuerpo. Sin embargo, se había registrado inexacto porque lanzó un profundo suspiro, en oposición al alegre que mantenía en mi pecho.
-"No te preocupes"-, me tranquilizó, como si estuviera tratando de consolarme. Su ceño estaba fruncido por una profunda preocupación, pero yo no estaba triste. No tenía idea de por qué había pensado que estaba triste hasta que comenzó a explicar.
-"Vivian lo sabe, y no va a decir nada. Le dije que viniera hoy, así que no es una trampa. No te preocupes..."- Él se acercó a mí en ese momento y me abrazó. Estaba desconcertado, pero le devolví el abrazo, pensando que él lo necesitaba más que yo. Sabía que la llegada de Vivian era solo un acto puro e inocente. No había pensado mucho más allá.
-"Lo sé"-, le dije a Gerard, abrazándolo libremente. -"¿Pero no crees que deberías usar ropa cuando abras la puerta?"-
Le lancé una mirada petulante mientras se separaba del abrazo. Al principio pareció sorprendido, pero no podía decir si era porque se dio cuenta de que no estaba triste o porque se dio cuenta de que todavía estábamos desnudos.
-"¡Oh!"- dijo finalmente, separándose de mí y rodando los ojos. -"Creo que ella no necesita ver esto"-.
Asentí con la cabeza, viendo una raíz roja a través de sus pálidas mejillas. Me agarró la mano y me llevó a su habitación, gritándole a Vivian que abriríamos en un momento. Sentí que mi corazón se hinchaba dentro de mi pecho, solo por el simple hecho de que dijo 'abriríamos'. Nosotros. Normalmente con respecto a Vivian, se dirigía a sí mismo de manera singular. Él era su amigo, yo solo era un mal tercio. Desde la última vez que la vi, cuando aceptó nuestra relación por lo que realmente era, las cosas habían cambiado. Quizás fue nuestra casi aniquilación lo que hizo que Gerard se dirigiera a ella con un nosotros, como una sola entidad. No estaba del todo seguro, y era mejor dejar algunas cosas sin saber.
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1. the dove keeper (frerard) *traducción*
FanfictionFrank es un muchacho de diecisiete años de edad que no quiere crecer y tiene pequeñas aspiraciones para cualquier cosa más allá de estar parado afuera de la tienda de licores local y emborracharse. Pero cuando conoce a Gerard, el viejo y conocido ar...