b e l l e z a y l i b e r t a d - s e g u n d a p a r t e

167 16 4
                                    

Tuvimos sexo en el extremo opuesto del colchón, nuestros pies estaban entrelazados con los del otro donde nuestras cabezas usualmente iban. Gerard fue lento, casi tan lento como en nuestra primera vez, pero sin el aire de nerviosismo y urgencia que habíamos tenido. Comenzamos con miradas incómodas y preocupadas cuando se colocó entre mis piernas y comenzó a prepararme por segunda vez en el día. Usó el lubricante normal, untándolo en sus dedos aun más que la vez anterior, porque sabía que algo más intrusivo iba a pasar en su apartamento. Ya estaba más familiarizado con la acción de sus dedos, y una vez que tuvo dos de sus dedos dentro de mí, el resto fue territorio fácil y conocido. Besó mis rodillas y mis muslos internos cuando empezó a empujar de manera constantemente, apenas salía cualquier palabra antes de que fuera silenciada caballerosamente con sus labios sobre los míos. Sólo comenzó a hablar claramente cuando sacó sus dedos de mí y bajó su pecho contra mi cuerpo.

-"Eres hermoso."- susurró en mi oído haciendo una pregunta en su delicada declaración

-"Lo sé."- Le susurré, asintiendo con la cabeza y acercando su pecho desnudo al mío, él dejó escapar un suspiro profundo y pareció ser esa la respuesta que había estado buscando.

Traté de mantenerme tan fuerte y seguro como me lo había enseñado momento antes, pero fue difícil. Estaba listo para tener sexo otra vez, quería hacerlo otra vez, pero aun así seguía siendo sexo. Seguía siendo una situación descomunal. A pesar de que había salido bien la noche anterior, conmigo nervioso como el infierno, pero aún así había salido bien, esto era diferente. La noche anterior había estado cegado y distraído de todo porque lo único que quería era hacerlo. Había querido acabar con todo de una vez sólo para poder estar con Gerard. Ahora sabía que lo tenía a él, y sabía lo que era el sexo. Y si no quería volver a tener sexo, no lo tendríamos -él me lo había dicho. El sexo se trataba de una elección que tomas conscientemente, y yo la estaba tomando, y a pesar de que quería hacerlo, seguía necesitando su orientación.

Colocó nuestros cuerpos cara a cara, poniéndonos en una situación íntima. Quería ver cómo me miraba, eso fue lo que me dijo, y cuando le dije que ya estaba demasiado consciente de mi aspecto físico (y todo de mí para ese momento) inmediatamente negó con la cabeza.

-"Quiero verte en tu momento más débil."- Me dijo, besando un camino sobre mi pecho. Elevó mis piernas para poder acomodarse en posición y me miró con una mirada que nunca había visto antes, pero que sabía exactamente todo lo que quería decir. Quería verme cuando llegara al orgasmo.

-"¿Por qué debería dejarte hacerlo?"- pregunté, dejando que mi nerviosismo escapara. Podía sentir su calor sobre mí, y mi aliento me desgarraba la garganta cada segundo. No sabía porque quería verme justo en el momento en el que me corriera. Imaginaba que tal vez no haría muchas caras atractivas y quería limitar mi vergüenza mientras estaba completamente desnudo y teniéndolo dentro mío.

-"Porque tú también me verás"- contestó tan distintivamente, tan claro y tan fuerte que quitó cualquier duda de mi mente

Asentí con diligencia: lo iba a dejar hacer lo que quisiera. Lo que quiso fue agacharse un poco y colocar un último beso en mi boca antes de comenzar a entrar en mí por completo. No dolió tanto como la primera vez y el dolor que sentí al principio fue por tener mi cuerpo tenso.

-"Shh"- Me tranquilizaba, tomando mi mano o mi rostro cada vez que podía. -"Sólo relájate. Estarás bien."-

Asentí con la cabeza, sujetándolo fuertemente por la espalda cuando se introdujo más dentro de mí.

Y justo como me lo había prometido, estuve bien. Una vez estuvo por completo dentro de mi, descanso por un momento, dándome uno de sus dedos para que lo mordiera en caso de que me sintiera incómodo.

1. the dove keeper (frerard) *traducción*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora