r e c u p e r a n d o l a l i b e r t a d - p r i m e r a p a r t e

63 10 7
                                    

Desperté con los labios de Gerard sobre los míos. El sabor rancio y amarga de la mañana aún se estaba abriendo camino a través de mi sistema, impidiéndome reaccionar al principio. Continuó presionando contra mí hasta que mis párpados comenzaron a abrirse en la luz ámbar. Cuando vi el rostro del hombre al que había llegado a amar y amaba muchísimo, le devolví el beso. Mis manos, aún enredadas y rígidas bajo las finas sábanas de su cama, se abrieron paso y se deslizaron sobre sus hombros desnudos, y por su cabello. Las mantuve sobre él mientras nuestras lenguas se metían en la boca del otro. Su boca no tenía ese gusto amargo de recién levantado, tenía un sabor refrescante, así que supuse que se había levantado mucho antes que yo. Me sentí estupendo por dentro, sabiendo que incluso se había levantado primero (algo que siempre ocurría con sus patrones de sueño erráticos) había regresado, se había deslizado bajo las mantas y había puesto su piel desnuda contra la mía.

Me encantaba cuando Gerard me besaba para despertarme. Me hacía sentir tan especial e importante, pero era diferente de lo habitual. Todo el tiempo cuando estaba cerca de él, me tocaba o me acariciaba, haciéndome saber que estaba ahí, prestándome atención. Incluso cuando Vivian, su mejor amiga y una de las únicas personas que lo conocía por completo, estaba acerca, él aún me tenía en sus manos, me prestaba atención. Cuando ella vino a desayunar, su mano había estado en mi muslo todo el tiempo, incluso mientras hablaba con ella. Gerard era muy bueno dividiendo su atención entre las cosas que amaba. Cuando mi tiempo terminaba, parte de la razón por la que se levantaba más temprano o al azar en medio de la noche era para poder trabajar en su segundo amor, su arte, mientras yo aún dormía. No quería perderse un solo momento de ninguno de los dos, y se estaba volviendo bueno luchando contra el reloj.

Mientras lo acercaba más a mí, el sueño se desprendió de mi cuerpo, no podía oler la pintura sobre él, pero sabía por la forma en que sus manos callosas se sentían corriendo por mi pecho, que había estado haciendo algo creativo. Extendía sus dedos sobre mi pecho, deslizándolos por mis costados y brazos lentamente, aplicando presión en algunas áreas. Él fue el primero que rompió el lento y apasionado beso, para colocar sus labios y su lengua sobre las áreas donde sus manos habían estado solo momentos antes. Cerré los ojos y presioné la cabeza más en la suave almohada. Observé a través de los ojos entornados como su cabeza descendía más abajo de mi cuerpo, besando y chupando mi clavícula y la carne de en medio mientras pasaba mi mano por su cabello. Nuestra respiración se volvió ligeramente errática; la suya se rompió por la constante atención en mi pecho, mientras yo me recuperaba de la sorpresa que me había despertado casi por completo. Podía escuchar esporádicamente las ráfagas suaves de aire que salían de su nariz, y sentía la cálida brisa cada vez que se desprendía de sus labios, tragando oxígeno o mi piel entera. Froté mis manos de arriba a abajo por su pecho en un estado puro de dicha, y comencé a preguntarme si todo eso era un sueño, y aún no había despertado. Todo parecía demasiado bueno, demasiado tranquilo y demasiado razonable para ser verdad.

-"Te amo"-, suspiró Gerard en un momento cuando se separó de mí. Sus manos se arrastraron por mis brazos mientras presionaba su mejilla sobre mi pecho, el lado donde estaba mi corazón. Estaba seguro de que podía escuchar mis latidos aumentando al doble con la mención de las palabras que le había tomado tanto tiempo decir.

Finalmente, después de muchas discusiones, deliberaciones y argumentos, Gerard me había dicho que me amaba y yo aún no podía entenderlo. Tenía claro por qué lo amaba, incluso si a Gerard le había tomado un tiempo ver eso. Él era el artista que estaba en proceso de devolverme la vida, mostrándome lo que era ser yo mismo, y dejándome hacer cosas que nadie más hizo. Era la mejor persona en mi vida; era un hecho que debía amarlo.

Pero él no tenía por qué amarme. Desde todos los puntos de vista lógicos, sin incluir los problemas legales y morales, Gerard no debería amarme. Sólo era un ingenuo chico de diecisiete años que lo había acosado fuera de una licorería, le había robado los cigarrillos y estaba necesitado, yendo a su casa todos los días después de la escuela. Era un chico; algo que a él no le gustaba. Todo lo que hacía un chico era tomar, tomar y tomar - y eso era lo que estaba haciendo. Pero por alguna extraña razón que incluso yo no podía entender, Gerard me mantenía cerca. Y me amaba por eso. La noche anterior fue la única noche en que le devolví el pago, aunque solo un poco, por todas las cosas que ha hecho por mí. Con mi cámara y las palabras que me había enseñado a mí mismo, formuladas por mi propia cuenta, le mostré al artista que estaba bien amarme. Y cuando finalmente dijo esas palabras, contra el cielo nocturno más negro y la ausencia de luz en su habitación fría y pequeña, no supe qué hacer.

1. the dove keeper (frerard) *traducción*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora