1. the dove keeper (frerard) *traducción*

s e c r e t o s - t e r c e r a p a r t e

Vivian se fue poco después, dejándonos con el desorden de panqueques y jarabe pegajoso todo para que lo limpiáramos por nosotros mismos. Gerard la besó y la abrazó de despedida, diciéndole que lo harían de nuevo y algo sobre cómo me invitaría a la siguiente ronda. Realmente no estaba escuchando o haciendo mucho de cualquier cosa, por lo que el abrazo abierto de Vivian me tomó con la guardia baja, su fuerte y prolongado abrazo me hizo casi caer de rodillas. Mientras se alejaba, sus labios de melocotón se encontraron con los míos con un fuerte beso. No duró mucho, y fue sólo un roce, sus labios suaves presionaron los míos en un gesto casto, pero sin embargo me sorprendió

-"Tranquilízate,"- bromeó, cuando tomé me puse blanco como un fantasma, antes de cerrar la puerta del apartamento. -"Sólo es un beso. Es cómo la gente muestra afecto."- dio un leve guiño y se despidió con la mano, antes de que estuviera completamente fuera del apartamento.

Gerard permaneció de pie frente a la puerta un rato, recogiéndose antes de darse la vuelta, dirigiéndose a la cocina. Yo estaba en relativamente el mismo lugar en frente de la ventana, sólo que más cerca del sofá. Sin embargo, no podría haberme sentido más lejos de todo lo que me rodeaba. Demasiado había pasado en un día, y estaba bastante seguro de que ni siquiera eran las doce todavía. Vivian había logrado entrar y sacudir el pequeño nicho agradable que había hecho con Gerard. Después de la llamada de advertencia de casi ser atrapados, pensé que podríamos volver a nuestra vida secreta dentro del apartamento sin ninguna amenaza o el riesgo de alguna otra cosa.

Entonces Gerard tuvo que traer a un forastero.

Me agradaba Vivian, e incluso me encontraba aprendiendo a amarla a pesar de mí, pero no entendía por qué se le permitía entrar en todo. Y por qué estaba bien con eso. Ella sabía que Gerard y yo estábamos saliendo. Estábamos besándonos. Cogiendo. Sabía también que era menor de edad. Y no iba a llamar a la policía. No iba a se malvada. Y joder, nos iba a animar. Dijo que lo había sabido todo el tiempo. ¿Cómo pudo haberlo visto antes de tener alguna pista? ¿Y por qué elegirías ver algo como eso?

-"No lo entiendo."- declaré en voz alta, sin preocuparme en ese momento de si Gerard me escuchaba o no. Parecía estar dándole todo igual hoy, así que ¿por qué se molestaría en escuchar y luego, además, ayudarme?

-"¿Qué?"- llamó desde la cocina, corriendo el agua en el fondo. Podía oírle raspar los restos de panqueques en la basura antes de sumergir los platos bajo el agua, dejándolos a remojar mientras se dirigía hacia el marco de la puerta de la cocina. Se limpió las manos con una toalla que arrojó sobre su hombro, sus ojos se estrecharon contra mí. -"¿Qué?"-

-"No lo sé,"- respiré, mi visión dio vueltas por todas partes. Levanté una mano en el aire, para agarrar un pensamiento perdido, pero me di por vencido y dejé mi brazo caer de nuevo en su lugar a mi costado. Mis ojos se encontraron finalmente con Gerard, sintiendo cuán vacía estaba mi mirada mientras contemplaba su fulgor. -"¿Qué diablos pasó aquí, Gerard?"-

Suspiró, cambió su peso y avanzó hacia mí. Puso sus manos en la parte superior de mi brazo, frotando tranquilizadoramente. A pesar de que sólo era unos pocos centímetros más alto que yo, me sentí muy pequeño en ese momento.

-"Vivian vino,"- dijo obvio, con su voz cansada. Habíamos hablado tanto anoche que no creía que le quedara mucho por explicar.

-"¿Por qué lo sabe? ¿Creí que era un secreto?"- Rasgué unos pensamientos destrozados con la cinta adhesiva de mi mente y los arrojé a través de mi boca.

-"No hay tal cosas como los secretos,"- comenzó. Su voz estaba ganando resistencia, pero era como darle azúcar a un niño cansado. Sólo estarían levantado por unos momentos, antes de que el letargo se hiciera cargo de su sistema una vez más.