Capitulo 2

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    Mi vida era un poco desastre, el instututo, mis tres trabajos, y bastastes gastos. No me quejaba, eso era lo que me habia reparado la vida, pero lo que yo no sabia era que todo eso cambiaria... que todo se iria a pique. Si mi vida ya era desastre solita, lo seria mas conociendo a esa persona.
    Era un día corriente; me levantè, salí a trabajar (como todos los viernes en la mañana a pasear a mis clientes caninos) y despues al instituto. Nada fuera de lo normal, despues de clase iria a cubrir la jornada de Elissa teniendo la obligacion de faltar a mis ultimas horas de clase... lo normal.
    Estaba llegando a clase, el paseo con los chuchos habia sido como siempre, larga y muy, pero que muy aburrida. Al llegar a mi supuesta clase em encontre a Isavela, mi mejor amiga desde, ¿cuando?, ¿los 10? Para ella no tenia ningun secreto, incluso sabía que tenia que ganarme la vida solita y ella era increible guardandome ese secreto: era alta (muy alta) tenía el pelo rubio, muy rizado y unos ojazos, dios mio si alguien la viera de lejos dirian que tenia al lado una actriz de hollywood y que yo era su asistenta. Pues esa misma, era mi mejor amiga, la mas increíble de todas.
   — ¡Buenas Calabaza! -Me dijo cuando llegue a ella con una sonrrisa.
   — Buenas Isa.
   — ¿Que tal tus mil trabajos? -Dijo ella muy altanera con su glamur al cien- ¡Tenemos que quedar un dia que tengas libre para ir al nuevo centro comercial, me han dicho que es increible!
   — En los "mil" trabajos bien, y para quedar, dudo que pueda y mucho menos esta semana.
   — Joder... ni esta tarde?
   — No, tengo que cubrir a Elissa en sus jordadas...
   — ¡¿SUS QUE?! -Gritó interponiendose en mi explicación (menuda cara ogro puso)- Como que en "sus" jornadas?
   — Pues que me a pedido que la sustituya esta semana...
   — ¡¿ESTA SEMANA?! -Gritó otra vez interrumpiendome- ¡No puedes!
   — Si que puedo Isa. ¿Y sabes por qué? Porque necesito el dinero, ademas...
   — Te estas pasando la linea Ev... -Dijo otra vez interrumpiendome- Tienes apenas 16 años, esto te puede ir grande.
   — ¿Desde cuando te has convertido en mi madre? -Pregunté riendome
   — No, no, tu madre no. Tu hermana cabeza calabaza, solo me preocupo por ti...
   — Pues no hace falta, yo estoy bien, y ademas...
   — ¡Hola señoritas! -Gritó Alex interrumpiendome
"¡¿Porque hoy nadie me deja hablar en paz?!" Pensé al instante.
   — Hola Alex. -Le dije algo enfadada.
   — Ui, ui, que seca. ¿Estas enfadada o algo asi calabaza?
   — No te metas con ella, solo esta cansada. -Le dijo mi salvadora al individuo que vino a interrumpirnos- ¿Que te cuentas?
   — Solo venia a saludar -Le dijo todavia mirandome- Iba a invitarte a un helado calabaza. ¿Te apuntas?
   — Por primero, no me llames calabaza -En ese momento si me toco las narices (estaba de mal humor y no se por que), el podia ser muy buena persona pero cuando se ponía irritante lo hacía bien- Por segundo...
   — Vale, vale Eva... ¿Vienes a tomar algo conmigo?
   — No
– Eva, no te vendrá mal salir, ademas yo hoy he quedado con Zak... -Me dijo Isavella con cara de pena- No seas vieja
   — No puedo, Isa... -Le dije fulminandola con la mirada- Tengo "cosas" que hacer
   — Pues te acompaño anda -Me dijo el irritante de Alex con ojitos de ternero degollado- y te llevo a casa después de hacer tus "cosas"
En esos fatidicos momentos, es esos asquerosos instantes, me gustaria desaparecer o haber sido mas sincera (y un poco cabrona) pero como era Eva Cooper, la buenorra que siempre decia que si. Y pues mi respuesta fue...
   — Ok, solo acompañarme a casa.
   — Bien pues te voy a recojer, tu me dices donde.
   — Si, si. Te mando un mensaje.
   — Ok, nos vemos!
   — ¡Adeu Alex! -Gritó Isa mirandome con esos ojos que yo muy bien conocia- ¿Por fin eh?
   — Ni se te ocurra Isa... Solo me va a acompañar a casa.
   — Si, ya. Y yo soy actriz de Holywood.
   — Pues bien lo pareces.
   — Lo digo en serio, sal con el. Es muy mono.
   — ¡Bah! -Dije mientras sonaba el timbre para entrar a clase- Entremos.
   — De esta charla no te salvas linda.
   — Ya veremos.

Durante esas horas de clase todo fue dentro de lo que cabe, normal. Isa no me molestó con ese tema, Alekai no se me aparecio en todo el dia, y pensé que habría sido en broma lo de quedar. Despues de unas tres horas de clase tenia que irme, como ya estaba acostumbrada, falsificar otra nota de mi "queridisima madre" y marcharme de esa carcel llamada instituto.
Iba de ida a la sala del director con nota en mano, ultimo pasillo a la izquierda, pasando por las taquillas oxidadas de los pasillos sucios llenos de grafitis pequeños, hechos con rotulador. No, no era un insti perfecto, pero es publico, que mas puedes pedir. Una vez detras de la puerta del famoso director de este lugar, me dispuse a entrar, todo era normal. Las sillas, el despacho de la supervisora del instituto, el despacho del director mas allá y una mesa larga donde te tenias que acercar para dar tu nombre y toda esa mierda que no entiendia para que era. Me dirigí ahi y siemplemente di mi nombre a la mujer que tan mal me caia, la señorita Ruth. No tenía ni idea de su apellido, y eso que la conocía desde hacia unos tres años.
   — Hola, soy Eva Cooper, vengo a entregar una carta de mi... -Intenté decir a esa vieja bruja lo más amable posible.
   — Ya, siempre vienes para saltarte clases -Me dijo la muy capulla.- Deme ese papel y larguese.
   — Mire "señorita" Ruth, esta carta me la a hecho mi madre en persona -Le dije poniendo emfasis en "señorita" porque esta de señorita tenia lo que yo de avestruz- Si no lo cree, mirelo usted misma.
   — A mi me da igual quien la haya hecho señorita Cooper.
   — ¿Entonces para que habla?
"Joder!, esta mujer tendria que estar en un asilo" pensé con la rabia a flor de piel.
   — Para que no se identifique, ya la tengo yo bien vista, puede irse Cooper.
   — Ya, chao, Ruth
Asi mismo y con mucho orgullo me fui, aunque ya me gustaria que estas pellas fueran como las de alumnos normales, que salen, se divierten y hacen locuras. Yo en cambio tenía que trabajar ¡JODER! Como sería haber sido una adolescente normal ¿no?.

Ya llegando al Bar, fui derecha a mi lugar para cambiarme de ropa, con la mochila y todo del instituto, (cuando me preguntaban de que era la mochila, decía que venia del gimnasio, por eso ponía candado en la mochila, ("ni vaya a ser que alguien la habra" siempre era lo que pensaba) y me cambié, camisa negra, pantalon negro, y delantal de cintura , con un bolsillito muy mono delante. Recojí mi pelo negro en una coleta alta, digamos que era por obligacion pero a mi me gustaba, resaltaba mis ojos color marron claro. Listo toda yo, me fui a la barra y empiece a trabajar.

Tras nuestra supuesta verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora