Cap 30

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Llegamos a su casa, el no dejo que cargara mi bolso, así que lo tenía el.
Literalmente estaba cansada, el trabajo fue duro, y la montaña rusa de sentimientos y sensaciones con Trey, no hacía que mejorara la situación.
-Tienes hambre? -Le pregunte, como si la dueña fuera yo o algo.
-Si! -Grito desde el cuarto.
Me fui hasta el cuarto y divisé la camiseta que use la noche anterior.
-Que quieres para cenar? -Dije cogiendo la camiseta y dirigiéndome al baño.
-A ti. -Contestó a secas.
Lo mire borde y me metí en el baño.
Me cambie y salí hacia la cocina, me lo encontré con la nevera habierta, mirando pensativo.
-Has cambiado de opinion por lo que veo. -Le dije un poco pícara.
-No -Me dijo mirandome de ariba a abajo.- sigo teniéndote ganas pero no te veo a la labor de servirme de cena.
-Que tonto eres... -Le dije negando con la cabeza y una sonrisa.
-Hay pizza congelada. -Me dijo y sacó del congelador una pizza de jamón y queso
-Mmm... -Dije haciendo mi boca agua.
En un momento la metió al horno, y después de poner el conometro táctil a media hora se acercó a mi y me agarro por la cintura llevándome por delante.
-Eh! -Grité.
-Teniendo un pijama en tu casa, decidiste volver a ponerte mi camiseta ¿no? -Me dijo pícaro.
Se me puso la cara roja por milésima vez y mire al suelo.
-Es que es más cómoda. -Se me ocurrió decir.
-Y también más provocativa... -Dijo y coló su mano por debajo de la camiseta y estiró el elástico de mis bragas, después lo soltó haciendo que suene.
-¡Oye! -Le grité entre avergonzada y divertida.
Me llevó hasta el sofa y hizo que me pusiera entre sus piernas como la noche anterior.
-No, de eso nada, ven aquí. -Le dije separándome y estirando los brazos.
-No soy un puto peluche Eva... -Me dijo con tono de fastidio.
-Eres mi peluche. -Le dije con ternura.
El no se veía muy a la labor de acercarse a mi así que me paré sobre mis rodillas y le rodeé el cuello con los brazos y estrujandole hacia mi cuerpo.
-¡EVA ME ESTÁS AHOGANDO! -Gritó.
Le di un pequeño apretón más y después lo solté un poco.
-Mejor peluchito? -Le dije con ternura.
-Ya te he dicho que no soy un peluche. -Me dijo por segunda vez.
-Y yo te he dicho que eres MI peluche. -Le recalqué.
Le abracé por el cuello con mis dos brazos, mesándolo como si fuera un peluche.
El me agarro los antebrazos con las dos manos y las colgó ahí.
-Porque eres así? -Me pregunto despacio.
-Asi, ¿como? -Quise saber.
-No se... -Me dijo casi en susurro esta vez.- tan cría...
-Joder Trey... -Le dije con un poco de fastidio, pero eso no fue excusa para soltarlo.- no es de crias querer dar mimos.
-No... -Dijo el.- tu manera de ser.
-Mira Trey, -Le dije ya seria.- si no te gusta... -Intenté soltarlo pero el me mantuvo ahí.
-A mi me vuelve loco... -Dijo el un poco alterado.- solo lo pregunto por si lo haces a posta.
-No. -Le dije rotunda.
-Me encanta... -Me dijo y se dio la vuelta para abrazarme por la cintura.
En esa postura él parecía un niño pequeño, como si yo lo estuviera consolando.
En menos de un segundo se me derritió el corazón.
-Te quiero... -Le dije acariciandole la cabeza.
-Te quiero Eva. -Me respondió el.
Sonó el timbre del horno haciendo que de un brinco, todo en esa casa me provocaba lo mismo, si no es una señora es una peli, si no es una peli es el puto horno.
Trey se despegó de mí y fue a servir la pizza, yo le esperé sentada y me inundó las fosas nasales el delicioso olor de aquella comida.

Trey salió de la cocina con la pizza en una bandeja, cuando la dejó en la mesita ya lo había cortado y todo.
-Gracias chef. -Le dije con una sonrisa.
-Buen provecho dulzura. -Dijo y se llevó un cacho a la boca.
Pusimos una peli, esta vez eligió él una que se llamaba "BumbleBee", muerte, destrucción y coches que se transformaban en robots gigantes.
Terminamos de comer y me levante a llevar la bandeja a la cocina.
Volví y me recosté en el hombro de Trey, el me rodeo con los brazos y nos quedamos inmóviles.
-Que mierda de película. -Solté
-Pero que dices! -Dijo el.- El pobre BumbleBee es bueno, y no es su culpa que los demás quieran hacerle mierda.
-Hai muchos muertos. -Le dije a modo queja.
-No me digas. -Contestó.
Le di un manotazo en la mano y me apretujó fuerte.
-Antes no me dijiste que sentías. -Me dijo con voz ronca.
-No sabría explicarlo con palabras. -Dije y me puse a trazar círculos en su mano a modo de distracción.
-Explicamelo... -Dijo casi en súplica.
Me di la vuelta y lo mire, después me apoye en su pecho.
-Se me olvida todo, pierdo por un segundo el conocimiento cuando me besas, ormigueos, cuando te miro a los ojos... es como si me perdiese en ellos, -Esto se había puesto intenso en un habrir y cerrar de ojos.- mi animo contigo es como una montaña rusa, y cuando te separas de mi un rato siento como si algo me faltase, también...
No pude terminar, el me estampo sus labios en los míos y me callo en un beso, uno que solo el me sabía dar.
Me subí un poco más hacia él para estar más cómodos y le rodeé el cuello con los brazos otra vez.
Se enderezó y yo me puse a horcajadas encima, esta vez casi sin ningún pudor como antes.
-No se como lo consigues... -Me dijo a escasos milímetros.
-El... que? -Pregunté haciendo que nos volviéramos a besar.
-Tanto, consigues tanto de mi, -Dijo un poco jadeante y casi en susurro.- cosas que ni yo sabía que existían en mi. Me tienes en la palma de tu mano Eva, y eso me da miedo.
Le mire un poco perpleja, "¿como que en la palma de mi mano?" me pregunté.
-Miedo...¿porque? -Le dije con duda.
-Porque mientras más te metas en mi piel, más me costará sacarte, eso me aterra.
-Y por qué querrías sacarme? -Le dije mirándole a los ojos.
-Tarde o temprano te cansarás de mi, o tal vez la cagaria y tu te irías... -Dijo pero yo lo callé poniendo mi dedo en su boca silenciándolo.
-Te he dicho que antes que separarme de ti me rapta la policía. -Le dije un poco seria.
-Prométemelo. -Dijo el.
Le puse el dedo meñique delante y saco una risita.
-Lo prometo. -Dije y acto seguido entrelazamos los meñiques.
-Te quiero... -Dijo el apoyando su frente en la mia.- no se como explicarlo.
-Te quiero Trey Duarte. -Le dije mientras le sonreía con calidez.
Me volvió a besar con desesperacion, yo le seguí el hilo e hice lo mismo, hundí mis manos en su pelo y el metió sus manos debajo de mi camisa.
-Agárrate. -Dijo el.
Se levantó de golpe y porrazo, casi ni me dio tiempo de pestañear, pero me agarre lo mas que pude con piernas y brazos.
El no se separó de mi boca ni un segundo, seguía besándome con esmero, y yo no tenia intención de pararle.
Me dejo en la cama y él se puso encima mío, se metió entre mis piernas haciendo que nuestras caderas encajaran a la perfección, y yo le rodeé con los muslos.
Se empezó a restregarse contra mi entrepierna, y de inmediato sentí su creciente ereccion.
Le mire a los ojos un segundo, reflejaban tanta lujuria, tanto deseo... yo lo calle en otro beso y volvió a restregarse contra mi.
Volvió a mi ese ormigueo en mi parte íntima, después se hizo más insoportable y apreté mis manos en puños.
El corazón quería salirme del pecho, no controlaba mi respiración, jadeaba constantemente.
-Eva... -Me dijo con aquella voz tan ronca y sexi.- no haremos nada que no quieras dulzura...
Asentí rápidamente y restregué mi entrepierna con la suya, notando su gran bulto, grande y duro.
"La verdad..." se me pasó por la cabeza.
Me subí mas a la cama y Trey me persiguió sin separarse de mi, me volví a estirar y le rodeé el cuello.
-Antes... de seguir... -Intenté decir.- yo...
-Como me digas algo como "Eres virgen" o algo así te juro que enloquezco. -Me dijo con una sonrisa.
Le mire un poco entre asustada y perpleja, había dado en el clavo, tanto como si me hubiera leído la mente.
-No jodas... -Dijo con los ojos como platos.
Me tape la cara súper avergonzada, pero el me las quito de encima.
-Porque no me lo dijiste antes? -Quiso saber.
-No se... -Contesté.
-Quieres... -Dijo un poco entrecortado.- quieres seguir?
Asentí lentamente, y el volvio a besarme.
Su lengua se habrio paso hacia la mia y las entrelazamos como si se pusiesen a vailar, me mordió el labio inferior con delicadeza y yo intenté subirle la camiseta.
En un segundo estaba solo en bermudas, y se le veía el elástico d su bóxer, también negro.
"Toda... la verdad."
-Trey... -Intenté decir.- hai algo más...
-Si no es un "Quiero qué pares." No lo digas ahora. -Contestó y metió una mano debajo de mi camiseta.
-Pero... -Intente volver a decir.
-Me lo cuentas después Eva... por favor. -Dijo suplicante.
Asentí lentamente otra vez y me saco la camiseta de un movimiento rápido.
Se separó un poco a observarme y por simple reflejo me tape un poco con las manos.
El me las apartó de inmediato.
-No te tapes... -Dijo jadeante.- no ante mi.
Asentí y dejé que me apartara las manos y empezó a besarme todo el cuerpo, desde el cuello hasta el vientre, dejando un reguero de besos ardientes ahí donde pasaba.
Se sentó en la cama y me puse a horcajadas encima suyo, me movía sigilosamente, y él hacía lo mismo, baje mis manos acariciando sus durísimos pectorales, los cuales se tensaron al sentir mi tacto, y volví a llegar al punto de antes.
Esta vez no pedí permiso, simplemente hice lo de la noche anterior, me colé entre sus pantalones y su bóxer y acaricié su parte.
-Joder Eva... -Dijo como un gruñido.
-P... paro..? -Le dije intentando apartar la mano, pero el me la retuvo.
-No... sigue... -Dijo jadeante.
Volví a bajar la mano pero esta vez, descaradamente habri el elástico de su bóxer y metí la mano en ella.
Trey soltó un largo gruñido y yo empecé a acariciar su parte.
No tenía ni idea de que hacer, esa cosa nisiquiera me cabía en la mano.
Trey, leyendo mis pensamientos otra vez me agarro de la muñeca y me la movió de ariba a abajo.
Empecé a moverla sola, con la mano rodeándolo.
-Joder... -Dijo en un gruñido todavía más grave.
Intenté subir la velocidad, pero el me paró.
-No tan rapido... -Dijo el con su voz súper sexi.- haras que termine sin haber empezado siquiera.
Asentí con la cabeza y saqué la mano.
Trey con un movimiento me desabrocho el sujetador.
-Quítatelo... -Dijo con deseo.
Me lo quite un poco avergonzada y cuando termine a Trey se le iluminaron los ojos, como si estuviera viendo un cuadro de arte muy delicado.
Subió su mano hasta tocar mi pecho, lo apretujó y después lo besó, al instante sentí como aquel ormigueo ahí abajo crecía a niveles insoportables.
-Ah... -Solté casi sin poderlo retener.
Trey tiro mi sujetador a suelo y se sacó las bermudas.
Se estiró hacia la mesita de noche y sacó un preservativo del pequeño cajón.
Se sacó todo el resto de la ropa quedándose desnudo, no pude evitar mirarle de pies a cabeza, estaba oscuro pero eso no quitaba que lo pudiera mirar a la perfección.
Me eché en la cama y él se puso encima mío.
-Te va... a doler... -Dijo suavemente.- Si quieres que pare dulzura, dimelo ¿si?
Asentí rápido y sentí su parte rozar la fina capa de mi ropa interior.
-Te lo quito... -Dijo refiriéndose obviamente a mis bragas.
Asentí y me las bajé, una vez desaparecieron sentí que su parte tocaba la mia y empezó a presionar.
Mientras mas presionaba, mas empezaba a doler pero no quería que parase, era como un dolor casi placentero.
Sentí como penetraba en mi y joder, eso dolió horrores.
Si duele ponerte por primera vez un tampon, imagínate una cosa con el tamaño de un salchichón enorme.
"¡SU PUTA MADRE...!"
-Auch! -Grité.
-Paro? -Dijo Trey entre jadeos.
Negué rapido con la cabeza y él empezó a moverse.
Eso dolia, dolia y mucho, pero también era hasta cierto punto... placentero.
Me apreté a él y empezó a besarme el cuello, yo intenté hacer lo mismo.
-Eva... -Dijo Trey en un gruñido.- háblame dulzura...
Negué con la cabeza, no me salía nada, ni aunque quisiese.
No podía concentrarme en hablar cuando toda mi antencion estaba en lo que sentía, en lo que él me hacía sentir.
Hacían unos segundos ya no sentía tanto dolor, se transformó en puro placer.
Me mordía el dedo pulgar para no gritar y sentí que arañaba a Trey por la espalda.
"Trey, Trey, Trey, Trey..."
-Trey... -Solté sin querer.
Empezó a subir el ritmo, empujándome cada vez que chocábamos. Sentía que el cuerpo mí iba a explotar, que mi corazón se saldría de mi pecho y que estaba al borde de la locura.
-Eva... -Dijo en el hueco de mi cuello.- me voy a...
Se quedó clavado un segundo dentro de mi, me recorrió otra vez esa electricidad por todo el cuerpo, y empezaron a temblarme las piernas.
Empezó a moverse otra vez lentamente, pero yo ya no podía más.
Le aparte apoyando mis manos en su vientre y sentí un vacío en mi.
Me volvió a besar y yo le agarre del cuello con los brazos.
-Eres preciosa... -Me dijo a escasos milímetros y mirandome a los ojos.
-Te quiero. -Le dije abrazándole por debajo de la cabeza.
-Te quiero... -Me dijo él entre jadeos.
Se apartó de encima de mi y me intenté mover, cosa que me fue complicada porque me dolía ahí abajo.
-Auch! -Volvi a soltar sin querer.
-Estas bien? -Me dijo él con preocupación.
Asentí con la cabeza y nos tapamos con las sábanas, nos acurrucamos abrazados y cerramos los ojos.

Tras nuestra supuesta verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora