Capitulo 6

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Eran las ocho pasadas del domingo hasta que Totoro, mi Jefe apareció.
   — Puedes irte. -Me dijo acercándose un poco hacia mi.
   — ¿Ahora?, pero si me faltan dos horas señor...
   — Casi no hay clientes, además has estado cubriendo a Elissa. -Me dijo rascándose la barriga y mirando hacia la entrada.- Puedes irte
   — Pero necesito el di...
   — Te lo pagaré.
   — Ok...
    "Vale demasiada suerte para ser yo. Eso pintaba peligroso..."
    Así pues me cambie y me fui, era mi primera tarde libre desde hacía lo que parece, una eternidad.
    No sabia que hacer, no quería ir a casa, así que llamé a Isavella, y como siempre ella tenia respuestas a todo. Me cogió a la tercera llamada.
   — ¿Que hay calabaza?
    "Por que me sigue poniendo ese apelativo tan antiguo?"
   — Tengo tiempo libre...
   — ¡No jodas! -Me dijo gritando- ¡¿AHORA?!
   — Si, estoy en la puerta del bar, y no tengo ni idea de que hace...
   — Voy ahora mismo hacia allí, estoy con Zak y le e pedido a Alex que venga
   — Joder Isa. ¿Porque tenias que meter a Alex?
   — Pues porque yo estoy con mi novio y no pienso tenerte de aguantavelas en tu primera tarde libre en... ¿cuanto?, ¿una eternidad?

    Ok lo voy a admitir, muchas veces Isa me a tenido de aguantavelas en algunas de las pocas tardes que estuve con ella y su novio Zak, así que en cierto modo se lo agradecí . Pero se cuales son sus intenciones con juntarme con Alex, es majo y todo pero bastantes problemas tengo ya con el trabajo, gastos... etc.
    Estaba llegando al lugar de quedada, entre a un Starbucks por un café, "Si, dieciséis años y adicta a la cafeína". Estaba tomandomelo, perdida en el sabor a café y a esa espuma tan relajante que te deja en la punta de la legungua... De rrepente todo ese delicioso café se esparció por mi camiseta, el vaso calleándose al suelo, y el desgraciado causante de ello en frente.
    "Maldito hijo de puta..."
   — ¡¿Pero es que no ves a donde vas?! -Le dije gritando- Se mas cuidadoso...
   — Eh tranquila niña, tu te pusiste en medio -Me dijo una voz que yo bien conocia.
    "Me cago en mi suerte..." pensé.
    Ahí estaba, el hijo de puta que sería mi Jefe, me llamó mala camarera, y encima ahora me habia tirado todo el café encima.
   — ¡¿Que yo estaba delante?! -Le dije gritando- ¡Tu te puiste ahi de pie sin mirar enfrente, estúpido!
   — Cuidado Cooper que yo en un abrir y cerrar de ojos te puedo no coger en el trabajo eh...
    "¡¿Pero de que iba?!"
   — Mira, Trey. En ese edificio eres mi Jefe. Aqui y ahora eres un perfecto desconocido que me acaba de tirar el puto café y que nisiquiera me ha pedido perdón. -Le dije fulminándoles con la mirada.
   — Ok, ya está. -Me dijo mirandome a la camiseta la cual se me habia ceñido al cuerpo- Tampoco es para tanto Cooper.
    "¡¿Ahora me llamaba por mi apellido?!"
    Me estaba mirando demasiado cosa que me incomodó un poco.
   — Estaba ardiendo invecil. -Le dije cojiendo una servilleta intentando limpiarme el desastre causado por este.
   — Ok te compro otro y caso resuelto, exagerada... -Me dijo mirando al camarero desde la barra y pidiendo dos cafés.- Ya esta.
   — Ya. Claro. Si.
   — ¿No tienes más camisetas? -Me preguntó este volviéndome a mirar la camiseta ceñida al cuerpo
   — No -Le dije con cara de borde- No todos los días me encuentro con un gilipollas para que me tire el café.
   — ¿Menudo caracter eh...? -Me dijo cogiendo los cafés que le dio el camarero- Toma. -Me dijo tendiéndome un café caliente.
   — Ok.
   — Ni siquiera me dirás gracias?
   — ¿Me dijiste acaso perdon?
   — Madre mia las mujeres de hoy en dia... -Dijo mirando al frente tomándose el café.
   — Ya... Adios.
   — Espera Cooper. -Me dijo cogiéndome del brazo.- Ayer te volviste a llevar mi movil.
    "A coño..."
   — Ah... -Dije miententras rebuscaba en mi mochila- No lo tengo aquí...
   — ¿Osea que me pides trabajo y me robas el móvil despues eh? -Me dijo otravez poniendo los ojos en mi camiseta- Tráelo mañana entonces.
   — Ok, perdón.
   — Ya, Adios.
   — Chao...

    Me alejé, con la camiseta pegajosa, la piel me ardía un poco debido a que el café que se derramó estaba ardiendo. Fui caminando un poco más, hasta que me encontré al grupo.
   — ¡¿Chica que te ha pasado?! -Me preguntó Isa desde dos metros de distancia mientras me miraba y se acercaba a mi- ¿Que es esto?
   —Nada... -Le dije, dudando entre decirle la verdad emfrente de Zak y Alex o una mentira..., obvio lo segundo- Se me cayó el cafe... solo eso.
    "Bueno, ni tan mentira era..." pensé.
   — Tu camiseta Eva... -Me dijo Zak mirandome a los ojos.
    Siempre me cayó muy bien, alto , pelo negro y ojos azules. El y Isavella eran la pareja, digamos que perfecta.- ¿Tienes recambio?
   — No...
   — Yo tengo una camiseta de repuesto -Dijo Alex que no apartaba sus ojos de mi pecho- Te la doy si quieres... -Me dijo mirandome a los ojos por fin.
   — Estaria bien, gracias. -Le dije un poco avergonzada.
   "¡¿No se me estará viendo todo no?!" Pensé al enterarme de que no era el único que estaba demasiado emfocado en mi camisa.

    Entramos los cuatro a un bar, bastante mono, todo marrón, unas partes blancas y las sillas de metal negras. Era moderno, por un momento me preocupe por si entrar al baño costaba dinero o algo, hoy en dia todo vale dinero.
    Entré al baño con la camiseta de Alex, gracias a dios no se pagaba por ir solo al baño. Me cambié la camiseta, una larga de color negro con "ACDC" escrito delante en un color blanco desgastado.
   Salí del baño y me los encontré a todos tomando una cocacola, un nestea, y un agua (El agua de Isa obvio, ella azúcar no)
    Salimos y nos dirigimos al nuevo centro comercial, uno muy grande que se acababa de reformar. Tenia de todo, eso le gustaba a Isavella ya que para comprar cosas nadie le ganaba, y el pobre de Zak detrás de ella como perrito faldero. Pasamos la tarde de tienda en tienda, entramos al cine (A lo cual me quiso invitar Alex) y despues comimos en el McDonal's. La tarde se pasó realmente rápida, Isa era increíble para hacer que me olvidara de todo, Zak le seguía el rollo (Se notaba a la legua que la quería...), y Alex..., Alex solo se reía y me miraba de vez en cuando. Seguro diréis que es muy obvio que le gusto pero como a había dicho antes dicho: no tengo tiempo para esas cosas.
    Salimos del centro comercial, ya eran las diez pasadas, y Isa y Zak se fueron hacia otra la otra dirección. Isavella para juntarme con alguien puede hacer lo que sea, y aunque se que su casa esta cerca de la mía se tuvo que ir "inoportunamente" a la casa de Zak.
    De camino a mi casa Alex estuvo hablando, yo solo asentía y reía. Con el estaba tranquila, no era nada raro ¿no?

    Una vez en la esquina de mi casa me paré y le miré a los ojos.
   — Gracias por acompañarme Alex, -Le dije con una sonrisa- el martes té devuelvo la camisa.
   — Puedes quedártela Ev, me gusta como te queda. -Me dijo dando dos pasos hacia mi colocándose demasiado cerca para mi gusto
    Antes de que puediera actuar o rechistar note sus labios encima de los mios, un poco ásperos pero... cálidos.
    Le seguí el beso, no perdía nada haciéndolo ¿no?.
Cerré los ojos y sentí como si flotara... ¿un simple beso podía hacer eso?
    Es obvio que no es el primero, mi primer beso fue con un tipo llamado Dani a mis 14 años, una fiesta de crios, lo sé, muy infantil. No pude pensar mucho mas hasta que se separó.
   — Nos vemos el martes linda. -Me dijo todavía demasiado cerca mirandome a los ojos.
   — Si, hasta el martes... -Le dije con una sonrrisa.

    Así mismo se alejó, se perdió en la oscuridad de la noche, y yo tambien, solo que en el lado contrario que el.
    No me esperaba eso, ni mucho menos. Vamos yo estaba acostumbrada al típico gilipollas que te chincha te molesta y despues sin preguntarte nada te hace lo que quiere. Alex no, el había sido cuidadoso, gracioso y no me chinchaba como otros gilipollas.
    "Además es guapo señoras y señores" pensé con una sonrisa.
    Asi me fui a la cama. Pensando en ese beso que tanto me había gustado, y en Alex, el tipo que solo sería mi "amigo", si es que este beso significaba más...

Tras nuestra supuesta verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora