Perdimos la noción del tiempo, haciendo las.. ¿paces?, si digamos que si.
Si hacer las paces es, entrar como dos bestias a casa, besarnos como desgraciados en todas partes y hacerlo como si fuera el fin del mundo..., si, hicimos las paces.
Después nos quedamos en el sofá de la sala, con la tele encendida de fondo.
Mire la hora y ya tendría que irme a trabajar y intente levantarme, pero como no, Trey se puso tenso al instante y me apretó contra el.
-Tengo que ir a trabajar. -Le dije intentando otra vez levantarme.
-Di que no puedes ir. -Me dijo apretujándome un poco más.
Sonreí ante su propuesta y empecé a acariciarle el pelo, que era realmente sedoso y suave.
-Trey... -Le dije a modo protesta.
-Es que es difícil soltarte, -Me dijo mirandome a la cara, y después puso una sonrisa pícara y descarada.- y mucho más cuando tan solo te cubre una fina camisa y unas bragas.
-Trey! -Le grite dándole un golpe en el hombro.
Me levante por fin y me dirigi a mi cuarto.
"Ai madre..."
Cuando salí, me encontre a Trey, todo guapo y sexi, con el pelo despeinado, abrochándose los botones de su camisa.
Me quede embobada ante el panorama, realmente el era bastante atractivo, y yo estaba al tanto de eso.
-¿Te llevo preciosa? -Me preguntó el, con esa voz ronca.
Me tape un segundo los ojos con una mano, intentando disimular mi sonrisa nerviosa y asenti en silencio.
Me destapé la cara y le mire pícara, ese era nuestro juego, "Tu me provocas, yo te provoco...".
Me acerqué despacio y le abroché el último botón, rozándole "accidentalmente" el pecho.
-Entonces vamos ya Duarte, no quiero llegar tarde. -Le dije en otro intento de voz sexi.
Se me quedó mirando con los ojos como platos y después sonrió nervioso.
Sonreí victoriosa por el resultado y salí de casa con la cabeza bien alta.Llegamos al restaurante donde trabajaba.
Durante los días que había estado llendo, Camila estuvo de vacaciones, por eso estuve tranquila todas las veces en las que Trey me acompañaba pero, hoy... supuestamente volvía, cosa que me tenia de los nervios.
-Te veo después. -Le dije a Trey una vez llegamos a la puerta.
-Estare aqui a las doce e inpunto, ¿vale?. -Me dijo como si se lo estuviera diciendo a una niña.
Le mire borde y después intente dejarlo pasar.
-Ok... -Le dije en una suspiro.
Le di un beso en la mejilla y intente irme, pero el me cojio del brazo.
-A mi me besas como dios manda princesa. -Me dijo acercándose demasiado Cerca de mi.
Le sonreí y le di lo que quería.
-¿Contento? -Le dije después.
-Pues... no. -Me dijo ladeando un poco la cabeza sonriente.- Pero que le vamos a hacer, ¿no?
Solté una risita un poco nerviosa y salí al fin del coche, entre en el restaurante y me fui directa al vestuario para cambiarme.
-¿Asi que sigue contigo? -Me dijo Camila apareciendo detrás de mi.
Me di la vuelta y la miré un poco borde, y después bufé brusca.
-Si. -Le contesté a secas.
-Ese tipo va de flor en flor Evi, mejor que no te pilles. -Me dijo mientras se cambiaba también.
-El y yo, vamos en serio. -Le dije poniéndome seria al fin.
-Todos dicen lo mismo. -Fue si simple contestación.
Nos quedamos un segundo en silencio, y yo estaba dispuesta a salir del vestuario pero ella rompió el silencio antes.
-Pero si de verdad es así... -Dijo con voz tranquila.- perdon por lo de la otra vez, ¿si?
Ok, admitiré que eso no me lo esperaba, la mire un poco sorprendida y después sonreí de manera tranquila, y asentí.
Salí del vestuario, dispuesta a empezar mi trabajo, esa era también una manera mia de hacer... borrón y cuenta nueva, otra vez.
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Tras nuestra supuesta verdad
Teen FictionEva Cooper, hija única de una familia de tres, junto a un pasado confuso incluso para ella misma. A la temprana edad de los trece años tiene que buscarse la vida, dado a ello tiene que ponerse a trabajar con la ayuda de carnets de identidad falsos...