Terminó con mi pelo, el cual me dejó increible, brillante, liso y súper sedoso.
-Dejare mi pelo en tus manos mas seguido eh... -Le dije meneando la melena.
-Enana pocahontas. -Me dijo con tono burlón.
"¡Que capullo!"
Y pues así me llamaban muchas veces, en el cole, cuando era más pequeña, ese era mi mote, y en ese tiempo más, porque mi pelo a pesar de ser negro y liso, también era largo, creo que me llegaba hasta el culo y todo.
No era que me desagradase ese mote, no me molestaba ni nada, al principio. Porque al final empezo a tocarme un poco los ovarios, los profesores incluidos me llamaban de ese modo así que tomé una decisión y me lo corté tipo "Dora la exploradora".
Si, así de precipitada soy.
-¡No me llames así lerdo! -Le dije gritando desde el baño.
Salí del baño y me diriji hasta la sala, y me lo encontré escribiendo algo en su movil, me acerqué de puntillas y le arebate el movil rápida.
Se me quedó mirando con los ojos como platos y un poco boquiabierto.
-Vamos a ver... -Dije intentando mirar a la pantalla pero el me lo arrebato en seguida.
-Norma número uno emana pelinegra, -Me dijo señalándome con el índice, con tono un poco severo.- nunca toques mi móvil, y dos, nunca mires mi móvil.
-Pues te voy a decir, listo, que estuve con tu móvil, durante una semana entera, casi dos. -Le dije astuta y cruzándome de brazos.
-Pues será primera y última vez. -Me contestó entonces.
-Pero antes no te molestaba. -Dije borde a modo de queja.
Y era así, antes su movil no tenía contraseña, y nunca me decía nada si lo cogía.
Tampoco yo era una de esas maniáticas que revisaba las cosas de su novio porque si, más bien, no me metía en esas cosas, pero esa vez, la curiosidad creció en mi de manera imparable.
-Pues ahora si. -Me dijo después.
Le mire borde y pase de largo de ida otra vez hacia el cuarto, cuando llegue me tire en la cama y me puse a revisar mis redes sociales un poco mosqueada.
-¿No tienes hambre? -Me preguntó un segundo después Trey, asomándose por la puerta.
Negué en silencio con la cabeza y me volví a concentrar en el movil.
Y es que no me había hecho nada, tan solo me a dicho que no puedo tocar su móvil... y eso me cabreo, me cabreo muchísimo, porque si no me dejaba ver su movil, era porque tenía algo ahí que no podía ver, y si era algo que no podía ver, sería un secreto, y eso a mi me cabreaba.Me miro en silencio desde la puerta, y se acercó, acostándose en la cama a mi lado.
-¿Estas enfadada? -Me preguntó con voz tonta.
-No. -Conteste a secas.
Y es que odiaba, con toda mi alma que me preguntaran eso, y todavía lo odio, porque...
¡JODER, SI NOTAS QUE ESTOY ENFADADA NO ME LO PREGUNTES, PÍDEME PERDÓN O DAME DE COMER, ¿YO QUE SE?!
-¿Segura? -Insistió.
-No.
Se levantó de rodillas en la cama y me atrajo acia el, rodeándome con los brazos.
-¡Suéltame bastardo inutil! -Le grite agitando brazos y piernas.
-Por primero dulzura, -Me dijo con voz suave en mi oído.- yo si he nacido dentro de un matrimonio, por segundo, ¿Te gusta la pizza de barbacoa, verdad?
Me quede quieta al instante y me di la vuelta para mirarlo a la cara.
-A mi me importa un carajo que hayas o no nacido dentro de un matrimonio. -Le dije del todo sincera.
-Me acabas de llamar bastardo. -Me contestó encojiendo los hombros.
Ladee la cabeza y enarque la ceja.
No tenía idea de lo relacionado en esas dos palabras y creo que el entendio mi gesto.
-Bastardo, Eva, es una persona que a nacido fuera de un matrimonio. -Me dijo aclarando mi duda.- ¿Pero sabes que es analfabeta, verdad?
Le mire borde y intente otra vez salir de la jaula en la que se habían convertido sus brazos volviendo a agitarme por completo, provocando que me apretara más fuerte contra el.
-¡Vale ya está! -Me dijo entre risas.- ¡Te he preguntado si te gusta la pizza de barbacoa!
Me volví a quedar quieta en el lugar y me sonroje un pelin, solo un pelin, porque que me insultase era una cosa, y la pizza, era otra completamente diferente.
-Pizza de barbacoa, solo del "Telepizza", no de esa mierda del "Dominós" que lleva cebolla, -Le conteste severa.- con masa tradicional por cierto.
-Por primero... -Intento decir.
-¡Que pesadez con esa mierda de "Por primero..."! -Le dije mirándolo a la cara otra vez.
-El "Telepizza" si es una mierda, y por segundo, ¡siempre tienes que cojer la masa fina! -Dijo continuando su explicacion.
-¡Que dices invecil! -Le dije en grito.- No te atrevas a insultar al "Telepizza" o...
-¿O que? -Preguntó interrumpiendo.
Sonreí astuta y empecé a hacerle cosquillas en las costillas, cosa que también descubri que no soportaba y que era terriblemente sensible.
-¡Eva, eso es jugar sucio! -Me dijo apenas, entre risas.
-¡"Telepizza"! -Grite.
-¡"Dominós"! -Contestó en el mismo tono.
-¡Uno y uno! -Gritamos al final en unísono.
Me aparte de él y estire mi mano para estrechársela.
-Trato. -Le dije al momento.
-¡¿Y quien crees que va a pagar esto listilla?! -Grito enderezándose.
-Tu, porque eres millonario y ademas tu me has invitado. -Conteste astuta.
Me miro por un segundo borde y soltó una risilla.
-Trato. -Dijo al fin estrechándome la mano
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Tras nuestra supuesta verdad
Teen FictionEva Cooper, hija única de una familia de tres, junto a un pasado confuso incluso para ella misma. A la temprana edad de los trece años tiene que buscarse la vida, dado a ello tiene que ponerse a trabajar con la ayuda de carnets de identidad falsos...