Capítulo 7

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    El día siguiente, lunes, no había clase.
    Si, mi horario escolar era súper raro, había clases de martes a sábado, domingos y lunes fiesta.
    "¿No podrian hacerlo como la gente normal con fiesta fin de semana?". Pensaba siempre.
     Tenia que ir a trabajar, y pedir permiso a Totoro para que me dejase mi jornada libre y solo hacer el de Elissa. Me dejó, algo raro de el, ya que normalmente se inventaba cualquier excusa para que me quedase como "hay mucha gente" o "eres la camarera favorita de muchos, no te vayas y termina".
    Ese día me dejó irme, con tiempo suficiente para comprar una falda tubo ceñida de color negro y una blusa blanca de tirantes con encaje en las puntas. Estaba orgullosa de mi atuendo, me veia... madura.
"¡Toma esa mundo, tengo dieciséis y parezco de veinte!"
    Estaba llegando a la oficina de Trey, me paré enfrenté de su secretaria Tarashi y le pregunte por el Jefe o como todo el mundo lo llama, "El señor Duarte". Me acompañó hasta su despacho, que tenía las paredes y puerta de cristal. Tarashi abrió la puerta y el estaba sentado en su silla de piel detrás de su gran mesa, cubierta de carpetas y unos cuantos papeles por hay.
   — La señorita Cooper, señor Duarte. Venia para la entrevista. -Le dijo ella otra vez en tono apagado
    Trey me miró de pies a cabeza con los ojos como platos, me sentí un poco incómoda. "¿Me habré pasado con la ropa?"
   — Claro, déjela pasar Tara. -Respondió "El señor Duarte" un poco entrecortado.
   — Si señor -Le respondió Tara mientras se iba y me dejaba sola en aquel gran despacho.
   — Hola... -Le dije un poco timida.
   — Puede sentarse Cooper.

    Me adelanté y poco y me senté.
    "Por que me siento tan... nerviosa?"
    Bueno era un hombre robusto y un poco intimidador, supongo que es normal.
   — He recibido tu currículum. -Me dijo sin quitar la vista de su ordenador- Veo que por fin se toma esto en serio.- Dijo señalando "obviamente" a mi atuendo.
   — Me dijo que tenia que venir elegante pero formal, yo solo acato las órdenes señor.
   — Tu currículum es bueno, tuviste muchos trabajos, sobretodo como camarera. -Esto último diciéndolo mirandome de pies a cabeza.
   — Si.
   — Podría ponerte como *barista*.
"Que coño es eso?" Pensé.
   — Ok. -Dije aunque no tenía idea de que era.
   — Te veo capacitada para eso, solo tendrías que hacerlo a esta planta, y estar a disposición de todo el mundo.
   — Vale... -Le dije pensativa- ¿Cuántas horas al dia?
   — Desde las doce y media de la tarde hasta las nueve y cuarto de la noche.
   — ¿Que dias?
   — Todos los días de la semana menos sábados y domingos. -Me dijo mirando a un papel
    "Si el sueldo es menos de ochocientos euros lo dejo, también tengo clases coño" pensé.
   — Vale, cuanto cobraría si se puede saber?
   — Mil cien euros mensuales, los cuales se ingresarían a tu cuenta cada segundo día del mes.
"ME CAGO EN LA PUTA"
   — ¡Vale! -Dije casi gritando- Perdon... Vale.
   — Empiezas el lunes que viene. -Me dijo mirandome a los ojos.
    Se que no fue un buen momento pero me fijé en ellos, eran de color negro, un negro... diferente. Me llamaríais loca, que el negro es negro y ya, pero este negro era... un negro vivo. Supongo que el también se fijó en mis ojos, se me quedo mirando un rato hasta que recapacito y habló.
   — Pues nos vemos el lunes que viene a las doce y media, -Me dijo al parecer un poco incómodo- Se puntual.
   — Ok muchas gracias. -Dije levantándome de la silla-Ade... Adiós.
   — Adios Cooper.

    Así mismo dando saltos de alegria me tenia que preparar para dejar el bar, quedarme en el restaurante, en el cual solo trabajaba los fines de semana y prepararme para tener buenas excusas al salir del instituto. ¿Se iría a enfadar Totoro por irme del bar? ¿O tal vez me deje cambiar mi horario?
Todo eso tendría que verlo esta semana, este nuevo trabajo me viene muy bien pero... ¡¿que coño era *barista*?!

Tras nuestra supuesta verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora