Cap 27

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Desperté a la mañana siguiente medio atontada, Trey me estaba rodeando la cintura con ambos brazos, muy pegado a mi.
Mire a mi alrededor y bostecé.
Me levante y me dirigí hacia la cocina para hacer algo de desayunar, antes coji mi movil y mandé un mensaje a Isa.

Creo que hoy tampoco iré tia...

Le di a enviar y dejé el móvil en el sofá, con la vista todavía un poco borrosa entré a la cocina y habri la nevera.
"Leche, beicon, huevos... todo, a tomar por culo"
Lo cogí todo con los brazos abarrotados y me lo dejé todo en el meson.
-Disculpe señorita... -Me dijo la voz de una mujer
-AI ME CAGO EN LA PUTA! -Grite poniéndome una mano en el pecho.
Mire al frente y se encontraba una señora mayor con uniforme, blanco con rallas pequeñas azules, crocs blancas y un bolsillito en el pecho.
-Disculpe... -Dijo con una sonrisa amable.- la he asustado ¿verdad?
"No hija mia, no."
-No pasa nada, tranquila, -Le dije con una sonrisa lo más cálida posible.- yo no me entere de su precencia, estaba medio dormida y...
-QUE HA PASADO?! -Gritó Trey interrumpiendome y asomándose por el marco de la entrada.- ¡Joder Eva, me has asustado!
-Perdon yo... -Le mire y me mire a mi.
"Oh por dios..."
Me tape lo mas que pude y sonrei como pidiendo perdón a quella señora.
"MIERDA EL SUJETADOR!"
Por supuesto mire y no lo llevaba, y después me asomé y lo vi ahí bien tendido en el sofá, corrí a cogerlo con la cara roja y me encerré en el cuarto.
Me puse aquel pantalón negro que me dio Trey la tarde anterior, obviamente como se caia tenía que sostenerlo.
Volví a salir y me encontré a Trey enfrente de la puerta de su habitación.
-Que coño hacías Ev? -Me dijo y después me miro a los pantalones.- ¿Y eso?
-Solo quería hacer el desayuno, por primero, por segundo, hay una señora ahí y me a visto casi desnuda, ¡menos mal que tenía la puta camiseta larga Trey!
-Es una chica por el amor De Dios!
-Como si es un camello!
-Que querías hacer el desayuno? -Me pregunto poniendo cara interrogante.
-Si, tenía hambre. No, tengo hambre todavía, y me voy a hacer el desayuno.
-Ya lo hace ella. -Me dijo y sañalo a aquella señora.
-Que te lo haga a ti niño rico, yo sé moverme, no soy inválida. -Le dije con borderia.- Tienes una goma de pelo?
-Me ves con pinta de tener una? -Contestó con el mismo tono.
Le fulmine con la mirada y me fui a buscar una.
Encontré una goma de pollo, servia y me la ate a la cintura cojiendo tela.
Me dirigí hacia la cocina otra vez y vi a aquella señora limpiando el desastre que yo solita armé ayer.
-Déjeme, -Le dije.- ya lo hago yo.
La señora me miro perpleja y me repaso con la mirada.
-Tranquila señorita, es mi trabajo. -Me contestó ella muy amable.
-Puedes llamarme Eva, -Le dije.- ademas esto lo hice yo, lo justo es que yo lo limpiara ¿no?
-Bueno, pues lo dejo en sus manos Eva. -Me miro sonriente y yo le devolví el gesto.
Desapareció de la cocina y yo lo limpié todo, después procedí a hacer el desayuno.

Estaba encendiendo los fogones para poner los huevos y sentí las manos de Trey que rodeaban mi cintura poco a poco.
-Pago a esa señora para que haga eso, ¿lo sabes no? -Me dijo en el oído.
-Pues será para ti, yo no le pago nada, así que me haré mi desayuno, avísame si no quieres así hago poco. -Le dije sin dejar de hacer lo que hacía.
-Le diré que se vaya entonces... -Me dijo apoyandose en mi hombro.
"Joder... pobre señora..." se me ocurrió pensar.
Trey se separó de mí y se fue a la sala, un segundo después escuché el sonido del ascensor y yo terminé de hacer el desayuno.
Huevos revueltos con beicon, dos tazas de café y pan, una delicia para la vista, olfato y gusto.
Lo emplaté todo y lo lleve a la mesita de cristal de en medio de la sala y lo dejé todo ahí.
-Wow... -Me dijo Trey cuando lo vio todo.
-Despues lavas tu. -Le dije autoritaria.
Me miro un segundo con fastidio y se sentó en el sofá.
-Que quieres hacer hoy? -Me dijo llevándose el café a la boca.
-No se... -Contesté pensativa.- ¿que quieres hacer tu?
-Quedarme en casa y subir a la piscina, darnos un chapuzón y secarnos a aire libre. -Me contestó con una sonrisa.
-Trato hecho señor Duarte. -Le dije estirándole la mano para un apretón.
Estiró su mano y las entrelazamos en un fuerte apretón, terminamos de desayunar con la tele encendida y después de un rato le indique que lavara los platos.
-Y porque yo? -Me pregunto fastidioso.
-Porque yo limpie lo de anoche e hice el desayuno. -Le conteste con coherencia.
-Ok... -Me dijo recogiendo las cosas de la mesa.
Solo cojio dos platos, las tazas y los cubiertos no, ¿esque era inútil o algo?
-Las tazas y los tenedores. -Le dije con una risita.
-No tengo más manos... -Me dijo alzando los platillos.
Me levante y puse una taza encima de cada plato que tenía, los cubiertos dentro de dichas tazas y lo mire complacida.
-No te hacen falta más manos, te hace falta mas agilidad. -Le conteste y le di un beso en la mejilla.
Me sonrió y se fue a la cocina, yo lo perseguí y lo vi metiéndolo todo en un lava platos a lo descuidado.
-Ves que es facil? -Le dije apoyandome al marco de la entrada y cruzando los brazos.
-Subimos ya a la piscina o que? -Me preguntó dándose la vuelta.
"Mierda... el bañador."
-No tengo bañador, -Le dije.- voy a casa a cojer el mio ¿si?
Se me acercó con cara pícara y cruzó los brazos.
-Pues en ropa interior, -Dijo acercando su cara a la mia, sin apartar sus ojos de encima.- o desnuda, ambas ideas me gustan, aunque la última más.
Sonreí y le di un golpe en el hombro.
-Voy a por mi bañador. -Le dije apartándome un poco.- Ademas...
-Te pido un puñetero bañador para que lo traigan ahora, pero no te vayas... -Me dijo volviéndose a acercar.
-¿No pretenderás retenerme aquí para siempre, no señor Duarte? -Le dije alzando una ceja.
-En cuanto tenga la oportunidad dulzura, te retengo conmigo donde sea. -Contestó el.
Sonreí y baje la mirada negando con la cabeza.
-Te pido un bikini. -Me dijo y se fue a cojer su movil.
"Espera ¡¿iba en serio lo de pedir un bañador?!"
-¿No estarás hablando en serio, no Trey? -Dije persiguiéndole.
Cuando llegue a su cuarto estaba al lado de la cama tecleando en su movil.
-Claro que si lo digo en serio Calabaza, mira este. -Me mostró el movil y vi un bikini negro increible, abrí mucho los ojos y después mire el precio, ¡Unos putos cien euros!
-No, me voy a casa a... -Intenté decir pero el me interrumpió.
-Que talla usas? -Me preguntó insistente.
-Duarte, te he dicho que no. -Dije intentando arrebatarle el movil.
-A caballo regalado Eva, no se le mira el dentado. -Me dijo el muy descarado.
-Es caro! -Le dije señalando el movil.- ¡Ademas yo tengo bañador!
-Tu me regalarías el mundo si pudieras Eva? -Me dijo ladeando la cabeza.
"Joder..."
-Si, -Admití.- pero no un bañador.
-Bueno pues, tu me regalas el mundo, y yo un bañador. -Me constesto el muy cabron.- ¿Que talla usas?
-XS -Conteste con un poco de mala leche.
-Que pequeño... -Me dijo mirandome de ariba a abajo.- Listo, llega en media hora.
-Aja. -Le contestè a secas.
-Te ves muy tierna cuando te cabreas... -Me dijo volviendo a ladear la cabeza y cojiendome de la cintura.
Le lancé esa típica mirada de "No te acerques a mi si aprecias tu vida" pero la ignoro por completo, me agarro de la barbilla y me besó tiernamente.
-Tienes una forma muy curiosa de controlarme. -Me dijo en susurro.
-Tu tienes una forma muy curiosa de hacer que me cabree. -Le contesté.
"Espera... ¿como que controlarlo?"
-Como que controlarte? -Le dije como en un impulso.
-Cualquier persona que me diese una bofetada y me dijera "Eso es una mierda mas grande que tu casa" le partiría la cara al instante... pero tu..., es como si... no se.
Me reí un momento, la bofetada nisiquiera podría llamarse como tal, fue un golpecito de nada, después lo que dije, estaba en toda la razón, el dinero no es más que algo material.
-Para que veas que no soy normalita. -Le dije rodeando con mis brazos su cuello, haciendo que me pusiera de puntillas.
-De eso ya me di cuenta el día que te conocí. -Me contestó volviendo a ladear la cabeza.
-En cuanto entraste por la puerta aquel día... -Le dije.- te noté... distinto.
-De que manera? -Quiso saber.
-Con la mirada apagada, como... triste, y las sonrisas tan finjidas que podrias ganar un Óscar y todo. -"Desde cuando esto era un puto confesionario...?".
-Y...? -Dijo para que continuase mi confesión.
-Despues me acerqué, y me caiste como el mismisimo culo. -Terminé de decir.
Ambos nos reímos y nos apretujamos un poco más el uno al otro.
-Me das miedo. -Dijo acercando más su cara hacia la mia.
-Porque? -Le pregunte acercándome un poquito más.
-Porque siento que estoy llendo muy rápido y que en cualquier momento te podría perder. -Me dijo casi en susurro.
-Tienes mi palabra Trey... -Le dije acariciandole el pelo y mirándole a los labios.- no me vas a perder, antes de eso, me secuestra la poli.
Soltó una pequeña risotada y me besó tiernamente la frente.
-Te quiero... -Soltó de repente.
Me temblaron las piernas un segundo, y se me puso la piel de gallina de inmediato.
-Te quiero. -Le dije mirándole a los ojos.

Tras nuestra supuesta verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora