Capítulo 18

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La mañana del día siguiente me la pase en casa, no tenía ganas de salir y estuve todo el rato mirando todas las películas de "Como entrenar a tu dragon." Se que es una película para niños pero ¿que me prohíbe mirarla?
Se iba acercando mi hora para partir hacia el trabajo, así que me duché, me cambie y me puse unos tejanos desteñidos con una camiseta blanca y rrallas rojas. Mis zapatos eran unas Nike blancas viejas y llevaba el pelo suelto.

Estaba llegando al edificio, que se encontraba en Paseo de Gracia, una calle muy transitada que se encontraba en la zona centro de Barcelona.
Cruce las puertas giratorias y subi los sesenta pisos que había hasta que llegue al último. Al salir del ascensor me topé con Tarashi.
— Buenas tardes señorita Cooper. -me dijo caminando a mi lado.
— Buenas Tara. -contesté un poco nerviosa, no me gustaba para nada que me tratara así.- Puedes llamarme Eva, a secas...
— Ok... Eva. -me respondió- Hoy es la junta, le envíe un correo.
— Si, lo he recibido.
— Pues vaya a ponerse el uniforme, en media hora empieza. -me informó y acto seguido se dio la vuelta para irse.

Llegué al vestuario para hacer lo que dijo Tara, ponerme el uniforme y encaminarme hacia esa junta. Cuando termine de cambiarme busque a Laura con le mirada, la encontré a lo lejos, estaba corriendo desde el ascensor y nada mas llegó, entró al vestuario.
— ¡Tenemos una junta! -Le grité mientras ella salía.
— Lo se... lo se. -dijo mientras se abotonaba los botones de la camisa.- ¿Vamos?
-Si... -dije mientras cogía mi movil y me lo ponía en el bolsillo trasero del pantalón.- Que tendremos que hacer?
— Creo que solo poner en un plato de lo que quieran comer, y en una taza lo que quieran beber. -me dijo con una sonrrisa.
— Pero... ahi van a hablar de cosas... no se, de trabajo, no a comer ¿no?
— Pues si, pero todos son unos gordos y no pueden aguantar un momento sin alimentarse. -dijo mientras caminaba a mi lado.

Llegamos hasta la mesa que había en frente del ascensor y Tarashi al vernos se levantó con una carpeta negra y se aproximó a nosotras.
— La barra ya está preparada, solo tenéis que presentaros al principio de la junta y al final.
— ¿Y que hacemos en el medio? -preguntó Laura.
— Os ausentáis hasta que termine. -respondió Tara.- Seguirme al piso superior.
"¿Piso superior? ¿Pero este no era el último?" Me pregunté.
Tal vez Laura leyó mi mente porque al mirarme me respondió audaz.
— Que nunca te paraste a enumerar los pisos desde  afuera Evi? -me preguntó en tono bajo.
— No...
— Pues hay otra planta, al sesenta y uno, que es solo para estos casos. -contaba con una sonrrisa.- Yo nunca he entrado, será la primera vez.
— Ah... -me limité a contestar.

Llegamos a un ascensor que nunca había visto antes, y entramos. Subimos un piso más y al salir del ascensor nos encontramos con una sala, estaba rodeada de ventanas, se veía todo Paseo de Gracia con asomarse un poco y una mesa ovalada en medio con aproximadamente unas diez sillas. Divise la parte del fondo de la sala y había una barra como la del piso de abajo. Barra negra con la parte superior de color plata, una cafetera de la misma marca que la de abajo y todo bien equipado.
No fui la única al asombrarme porque vi la cara de Laura y decía lo mismo que yo; que aquello era una maravilla.

Nos pusimos a ordenar la mesa y a repartir diferentes emparedados pequeños y a medida que entraba gente servíamos tazas de café.
Llevábamos ahí media hora y el Jefe (Trey, obvio) seguía sin aparecer. Laura y yo nos dispusimos a matar el tiempo mientras lavábamos los trastos que ensuciaban aquellas personas hasta que por fin apareció el. Cuando lo miré, llevaba un traje negro y corbata, con un maletín marrón en la mano, y después de rodear la mesa se sentó enfrente de todos. Tarashi nos indicó la salida para irnos del lugar, así que Laura y yo nos encaminamos hacia allí.

Estábamos de ida a nuestro lugar de siempre, la cafetería de la planta sesenta, y Laura rompió el silencio entre nosotras.
— Tengo que conseguirme alguno de esos que estaban ahí sentados. -anunció expresándose con las manos.- Me arreglaría la vida, y ya no trabajaría, ademas estaban todos buenos.
La miré un poco impresionada por su comentario, de repente se me pasó por la cabeza lo ocurrido con Trey el sábado anterior y sonrrei como una colegiala.
— Si, -le dije con la misma sonrrisa.- consíguete a uno entonces. -continué con una carcajada que no pude contener.
— Mejor me iré con el Jefe, Duarte esta bastante bien. -anunció y de rrepente la mire con los ojos como platos.
— Ah... -me limité a contestar mirando al frente rápidamente.
— ¿Hoy mismo le llevare su café de las tardes, si Evi? -preguntó dando brincos mientras entrábamos atrás de la barra.
— Ok... -Contesté en silencio.
Cuando Laura dijo eso me causó una sensación extraña y molesta que me recorrió todo el cuerpo.
"Va... en serio?" Me pregunté al instante.
— A trabajar Evi. -me dijo mientras cogía bolsas de café y rellenaba las cafeteras.

Unas dos horas después, nos llamaron para volver a aquella sala. Esta vez no hubieron tantos tapujos, y lo hicimos todo más rápido. Trey y yo de vez en cuando nos mirábamos, aveces era intencionado, otras sin querer, intente no prestarle mucha antencion porque con su simple presencia me ponía nerviosa. Tan solo pasó media hora cuando la sala se vacio y nos pusimos a limpiar.
— He visto como muchos me miraban el culo. -soltó Laura de rrepente.
— Ah.
— A ver si al salir consigo el número de alguno.
— Ah.
— Y a ver si al ir a dejar el café de la tarde al señor Duarte me da el suyo.
Se me heló la sangre durante y segundo pero después reaccioné de la misma manera que las anteriores veces.
— Ah.
— ¿Que te pasa? -me preguntó ella mirandome y ladeando la cabeza.
"¿Que, que me pasa? Pues que me estás hablando de quitarle el número a Trey..."
Yo misma me asombre de lo que pasaba por mi cabeza "Ai coño..." pensé de rrepente.
— Nada. -me limité a contestarle.
"Esto no puede ser..." me dije para acto seguido abandonar el lugar y irme hasta la cafetería del piso de abajo.

Estuve de mala leche toda la tarde, Laura había ido a servirle el puñetero café a Trey un segundo después de volver de la sala de arriba y eso no mejoró mi actitud que digamos. No me gustaba estar así, y mucho menos por el, porque no éramos nada y el beso... fue cosa del momento, creo. No sabia ni yo que pasaba y eso no me gustaba para nada, incluido "desgraciadamente" que ahora sentía lo que parecían ser... ¿celos?
— ¡Joder! -se me escapo de rrepente mientras limpiaba unas cuantas tazas.
— ¿Joder tía, que te pasa? -me preguntó Laura al volver de atender mesas.- Llevas toda la tarde de mala hostia.
No le contesté, estaba demasiado cabreada conmigo misma que no pensaba en nada más, lo que la empujó a volverme a dirigir la palabra.
— Estas así desde que volvimos de la junta. -Me dijo cojiendo un trapo.- ¿He hecho algo que te molestará Evi? Si es así, aunque no tenga ni puñetera idea de que, ¿perdón si?
No podía estar emfadada, su actutud no estaba mal ya que podía ligar con quien le diera la gana, ademas, Trey y yo, no somos nada.
— Perdón... -Le dije suspirando.- Los cólicos.
— ¡Ay joder Evi! -Me dijo poniéndose una mano en el estómago.- Me has asustado perra!
— Perdón... -le dije con una sonrrisa. "¿Le habrá dado el número Trey?" Me pregunté.- ¿Tre... digo, Duarte te dio su número? -pregunté disimuladamente.
-No, que va. -dijo con un bufido- Pero no me voy a rendir, los hombres difíciles me gustan... -dijo con cara pícara.
Me alivié al saber que Trey no le dio su número, y me emfade por ello.
— Ah... -en ese entonces no sabía si fingir alegria o no, así que hice lo primero que me vino a la mente.- Suerte entonces...
Asintió ilusionada y se dispuso a volver a su trabajo, yo copié el gesto e hice lo mismo.

Se estaba acabando nuestro turno y yo me fui al vestuario para ponerme mi rropa acompañada de Laura. Salimos, ya cambiadas y nos encontramos a Kathy, Marc y... Tey en la puerta. Nos miraban mientras caminábamos hacia ellos y Laura les gritó desde donde estábamos.
— ¡¿Nos vamos a por una copa o que?! -Les dijo con una gran sonrrisa.
— ¡Yo me apunto! -Grito Kathy levantando la mano.
— Tendré que ir... -dijo Marc como si se estuviera rindiendo.- Por cierto Eva... -me sonrió.- ¿A que viene eso? -Dijo señalande de pies a cabeza.- ¿Te quedaste en los dieciséis años o que?
Me dislocó su comentario por la simple excusa de que uso mi edad real, después mire mi atuendo, que no era para nada maduro y me sonrojé como un tomate.
— Bueno... yo... -tartamudeé y encogí los hombros.- no se...
— ¿Vendrás a tomar unas copas con nosotros verdad señor Duarte? -preguntó laura sacándome del aprieto y dirigiéndose a Trey.
— No, tengo cosas que... -Dijo y acto seguido me miro de reojo- ¿Tu irás Cooper?
— No me gusta el alcohol. -dije encogiendo otra vez los hombros, sorprendida por que me dirigiera la palabra.
— ¡Pues te tomas una CocaCola mujer! -Respondió Kathy dándome una palmada en la espalda.- ¡Vamos anda!
— ¿Tu vendrás, no Duarte? -volvió a preguntar Laura arrimándose a el.
— Si va Eva, voy yo. -anunció el con una sonrrisa pícara y apartándose de ella.
Me sentí observada un momento y después fulminé a Trey con los ojos.
— Vamos Eva, será un momento. -dijo Laura cogiéndome del brazo y llevándome a la puerta.
— Bueno... -susurré una vez alejada del grupo.- Ok...

Llegamos al aparcamiento, Laura y Kathy hablaban entre sí, Trey y Marc hablaban de adonde iríamos y yo... yo estaba detrás de todos, arrepintiéndome en el alma haber dicho que si.
— ¡Menudo coche! -gritó Laura refiriéndose al Audi negro de Trey.
— Em... gracias. -Le respondió el habriendo el coche.
— ¿Puedo ir contigo? -Le preguntó ella siendo hasta cierto punto... irritante.
Trey me miró por un instante, yo quería ir con el, por supuesto que si, pero no iba a ser yo quien lo propusiera.
— Bueno... -Le respondió este con duda.
— Nos vemos alli chicos! - Dijo Laura un momento antes de entrar sin permiso al coche y desaparecer de nuestra vista.
— Si... -respondió casi en susurro Trey- nos vemos allí

Tras nuestra supuesta verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora